- Liam, levántate - la voz de Ava hace abrir mis ojos.
El sol entra por el ventanal iluminando toda la habitación, ¿Qué hora es?, puedo ver que ya está vestida, pantalones negros al igual que su camisa, ¿Acaso no usa otros colores?
- Viajaré dos semanas Liam, iré a New York por trabajo -
- ¿Qué?, ¿Y yo? -
- Tu te quedarás aquí, Merdith estará a tu disposición en lo que necesites -
- Pero -
- ¿Pero qué? -
- No quiero quedarme solo -
- No estarás solo, ella estará aquí -
- ¿Puedo ir contigo? -
- Claro que no, estaré muy ocupada -
- No te molestaré -
- Dije no -
- Está bien -
No me queda más que solo resignarme, ella se irá y yo me quedaré aquí.
- En mi oficina está el libro que me pediste, puedes tomar plumas y hojas para que hagas anotaciones -
- ¿Enserio? - la tristeza que sentía es remplazada por felicidad, me levanto y corro a abrazarla sin importar que sigo desnudo - Gracias Ava, encerio muchas gracias -
Noto sus brazos envolverme correspondiendo al abrazo, inhalo su aroma lo más que puedo, estará lejos muchos días.
- Se me hace tarde, debo irme -
- De acuerdo -
Me alejo viéndola, tomo valor y me alzó en puntas para besar sus labios, tan suaves y cálidos, abro la boca para que introduzca su lengua y lo hace, tal como anoche, es un beso lento pero profundo, mi pulso se acelera, no quiero que se vaya, no quiero estar lejos de ella, no cuándo e sentido algo diferente. Algo distinto se instala en mi pecho y sé que es por ella, mis emociones son una montaña rusa a su lado pero me gusta, no quiero bajarme de ella.
Segundos pasan hasta que se aleja.
- No irás a ningún lado, te quedarás aquí hasta que regrese, ¿Entendiste? -
- Si -
Camina hacia la puerta y me falta el aire.
- No olvides tu pastilla, hasta luego Liam -
Y sale, sale de la habitación dejándome solo.
***************
Las horas pasan y yo sigo llorando en mi cama, sé que volverá pero no puedo evitar sentirme así de triste. Mi lobo se siente igual que yo, ambos necesitamos estar con ella.
Tocan la puerta y me imagino que es Merdith
- Señor Liam - si, es ella - Señor Liam, ¿Esta bien? -
Me limpio las lágrimas y me aclaro la garganta para poder contestar.
- Si Merdith, estoy bien -
- ¿Puedo pasar? -
Me tapo más con la colcha porque aún sigo desnudo, no quiero que me vea así, que vergüenza.
- Adelante -
Merdith entra despacio y se acerca hasta mí.
- Señor Liam, no a comido en todo el día, ¿Quiere que le traiga algo? -
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Mi Mercancía Personal
Non-FictionA la alfa Ava le encanta humillar, A la alfa Ava le encanta abusar físicamente, A la alfa Ava le encanta el poder que tiene en la jerarquía, pero lo que más le gusta es comprar pequeñas cosas, y más aún, tratarlas como cosas. Entre esas cosas se en...