Final

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Eran las 5:07 de la tarde, los de actuación ya se encontraban en vestuario y maquillaje para la obra de esa noche. Los de iluminación apenas iban llegando, y todo lo demás que era escenografía fue montado en horas de la mañana.

Lucas se encontraba sentando a poca distancia de Max, a quien le estaban arreglando el pelo, le estaban haciendo unas hermosas trenzas las cuales formaban una especie de corona, al rededor de ella iban trenzando un listón blanco, el de tez negra pensaba que su novia en ese momento lucía como una princesa, era... Hermosa.

Esa mañana cuando salieron del colegio se habían ido juntos a casa de la pelirroja, ella estuvo muy nerviosa todo el día, con justa razón, y esos detalles no pasaban desapercibidos para el moreno, por eso fue que decidió hacerle compañía para que se sintiera mas segura. 

Y aunque se podía quedar viendo toda la tarde a su novia, tenía que admitir que estar sentado en esa dura silla sin hablar con nadie ya lo estaba aburriendo un poco.

Bostezo y estiro los brazos, pudo ver como por el rabillo del ojo pasaba alguien encapotado corriendo hacía la parte de atrás del escenario. Frunció el ceño. ¿Qué fue eso? 

No tenía nada que hacer así que se levantó de su sitio, le hizo una señal a la chica de que ahora volvía y se fue a investigar que fue ésa extraña figura.

La persona se encontraba agachada, moviendo cosas de una caja que estaba en el suelo. La caja que tenía las máscaras para el baile de esa noche. Pudo ver como la persona misteriosa sacaba una máscara de allí y se la escondía en el bolso que traía.

¿Qué pensaba que estaba haciendo?

¿Estaba robando...?

Lucas se acercó con pasos lentos para no ser escuchado, estiro un poco su mano para tocarle el hombro al desconocido y después-

La persona se giro soltando un grito, lo cual asustó al de tez negra, porque grito también, hasta que el moreno, acercándose un poco más ya que no había demasiada luz, se fijo en quien era esa persona, ¿qué carajos?

—¿Mike? —el chico frunció el ceño—¿qué se supone que estas haciendo aquí?

El pelinegro soltó un suspiro, tranquilo. —Dios, amigo. Me asustaste, pensé... Bueno, no importa. —se giro nuevamente hacía las cajas, revisaba máscara por máscara.

Esto solo confundió más a Lucas.

—No entiendo que haces.

—Nada.

—Luces demasiado sospechoso.

—Sospechoso es mi segundo nombre.

El moreno bufó. —¿Qué haces?, ¿no sé supone que vendrías mas tarde?, ¿por qué pareces disfrazado de ladrón?

—Ni yo se ya... —se rio de manera histérica y dejo caer su bolso a un lado. —Pensé que esto iba a ser más fácil...  —esto último lo murmuro para él mismo, pero su amigo lo alcanzó a escuchar.

Lucas vio como el pelinegro se frotaba la cara con frustración y caía de rodillas, lucía miserable. El moreno resopló y se sentó a un lado de él. 

Poeta Perdido | bylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora