Capítulo 8

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Will había estado tan absorbido por sus pensamientos desde la noche anterior que al ver caer ese sobre le extraño por unos segundos, hasta que recordó el asunto de las cartas.

Mientras miraba el sobre en el suelo se le vinieron varios escenarios reconfortantes.

Él pisando el sobre.

Él recogiéndolo y rompiéndolo en pedacitos.

Él gritando hasta que su garganta se desgarrara.

¿Sé notaba mucho el estrés que toda esta situación le causaba?

Se sentía estúpido intentando serle fiel a alguien que ni siquiera era su pareja. No tenia sentido.

No. Tenia. Sentido.

Era de esos momentos en que pensaba que todo seria mejor si simplemente fuera arromántico y ya, listo. Nada de amor.  Nada de Mike. Nada de sentimientos confusos. Nada de chicos misteriosos. Nada de Mike.  Nada de actuar de forma irracional. Nada de nada. Nada de Mike.

Se froto el rostro suspirando.

Tal vez la solución era mudarse del paí- 

—¿Esto es tuyo? —Lucas se acerco de la nada agachándose al lado del castaño para recoger el sobre. Will se lo arrebato de inmediato. —Eh... Supongo que si. —frunció el ceño.

El chico se rio nerviosamente. —Perdón, es solo que esto- mhm- es- bueno no importa, ¿sucede algo?

El de tez negra lo miro pensativo unos segundos, pero decidió dejar atrás el tema de ese sobre. —La profesora Dyer dice que el material que pediste llego ayer en la tarde, pidió las siguientes dos horas para trabajar en la escenografía.

«Entonces que cuando acabe el descanso vayamos a buscarla al taller que hay atrás de los salones de artes para no volver un desastre el auditorio.»

Will asintió. —De acuerdo.

Lucas asintió de vuelta y espero.

—¿Qué? —pregunto el castaño levantando una ceja.

—¿Vamos a la cafetería...? —pregunto de forma sarcástica. Siempre se veían ahí todos. El descanso había empezado hace ya siete minutos. Siete minutos en los cuales muy probablemente Will había estado ahí como un tonto parado al frente de su casillero.

O eso pensaba Lucas, tal vez estaba equivocado y el castaño también uso el tiempo para ir al baño.

—Adelántate tú... En un minuto voy. —dijo agachando la mirada, probablemente mirando el sobre que llevaba en mano.

Lucas hizo amague de querer decir algo, pero al final simplemente suspiro y se dio la vuelta para retirarse.

Will espero a que estuviera lo suficientemente lejos para empezar ha abrir el sobre.

— • —

Look at the stars.

Look how they shine for you.

And everything you do.

Yeah, they were all yellow.

— • —

Un sensación extraña se incrusto en el pecho de Will, sintiendo la letra mas personal de lo que tal vez era. Como si... Le recordara a algo. Esos recuerdos que sabes que están ahí aunque no sepas con exactitud como son, cuando fueron o con quien fueron. 

Poeta Perdido | bylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora