Capítulo 12

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Cuenta la leyenda que antes que la tierra fuera creada por Dios, el Sol y la Luna se habían enamorado perdidamente uno del otro, pero Dios al crear la tierra le dijo al Sol que él brillaría durante el día y les proporcionaría a los habitantes de la tierra calor y felicidad.

Serás el más importante de los astros y todos te conocerán como el Astro Rey. Le dijo Dios al Sol.

Mientras que a la Luna le encomendó la tarea de iluminar las noches.

Serás el refugio de los enamorados y de las más hermosas poesías. Fue el mandato de Dios.

Con esta decisión, nos cuenta la leyenda del Sol y la Luna, Dios condenó a ambos enamorados a vivir separados para siempre. La Luna quedó así, sumida en una profunda tristeza y a pesar que las estrellas decidieron acompañarla cada noche – por pedido de Dios – para mitigar el dolor, la Luna llora cada noche por la ausencia de su amado Sol.

Dios pretendía que la Luna estuviera, cada noche, llena, pero esto sólo ocurría cuando ella estaba feliz, cuando la tristeza la invadía se volvía menguante. Es por esto, que todos, percibiendo la tristeza de la Luna han tratado de llegar hasta ella, de conquistarla y hasta de bajarla a la tierra para cada enamorado.

Por eso cuando el Sol y la Luna se encuentran por unos instantes se dice que pueden disfrutarse el uno al otro en su amor y así con cada eclipse, la leyenda del Sol y la Luna demuestra el amor que se tienen eternamente estos dos astros.

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Al terminar de leer, Will se pregunta vagamente si el poeta misterioso usaría a la Luna como refugio tal como dice en el mito. Se siente raro al leer estas cartas, antes solo eran poesía, y aunque eran mas profundas y se podría decir artísticas, siente que desde que él empezó a escribirle como hablando directamente con él se siente más intimo. 

Cuando suena el timbre que indica que el recreo ha terminado, cierra su casillero y se va en dirección al teatro.

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Es la hora de salida, Michael mira a sus amigos a la distancia. Todos esta reunidos en las afueras del colegio, probablemente esperándolo. Él simplemente no- no se siente bien. Uno de esos bajones que no le daban hace tiempo le empezó hace dos horas cuando su cabeza decidió pensar hoy de más y no dejarlo tranquilo.

No quiere hablar con nadie, así que decide salir por la parte de atrás para no ser visto, ése día no había traído su bicicleta así que daba igual el camino que tomara.

Aunque lo mas probable es que no iría directamente a casa.

Tenía suerte de que su refugio de la realidad se encontraba cerca. Aunque no sabía que tanto efecto podía hacer si aún no era de noche lo que significaba que no habría estrellas a las cuales mirar.

Mete ambas manos en los bolsillos de su chaqueta y camina un poco más rápido de lo normal. Quiere llegar y acostarse en el césped, o no sabe- solo sacar su libreta y empezar a escribir, ése día esta nublado, le gusta. Le recuerda al otoño que es su estación favorita.

Cuando empieza a escalar la pequeña colina se detiene al sentir como su teléfono vibra. Lo saca para ver de quien se trata y suelta un suspiro de frustración al leer ése nombre. Vuelve a guardar el celular.

Poeta Perdido | bylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora