Mon musicien. // Changlix

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Cuando Felix hable en señas el texto será escrito en cursiva y entre comillas para que no haya ningún problema.

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Era un día bello, los pájaros cantaban fuera de la ventana de aquella habitación completamente, ¿normal?. Esta contaba con una mesa de noche, una cama ancha que sólo ocupaba una persona, era suficiente. Un hermoso closet de madera barnizada y el escritorio acompañado de una silla.

La puerta de aquella habitación de paredes blancas fue abierta y un hermoso chico, ahora pelirubio. Apareció, lucia su planchado y arreglado uniforme gracias a su madre y sus zapatos reluciendo un hermoso brillo. Felix era un chico muy ordenado, amaba el olor a madera y los días como hoy.

Tranquilamente abrió la ventana recibiendo el viento en su cara gracias al gran árbol que hacia frente la ventana. Felix no tenía una casa grande, pero si lo suficiente para tres personas, su madre, su abuelo y él, se preguntaba que se sentía tener un hermano pero lamentablemente su madre no podía tener más hijos y adoptar uno no estaba en sus planes ni en situación para hacerlo. Era feliz con lo que tenía.

Oh... Eso parecía.

Ya estaba listo, sólo faltaba una cosa.

De repente el sonido de un claxon interrumpió su tranquilidad, ahí estaba lo que faltaba.

ㅡ Mueve tus pies y baja que no quiero llegar tarde el último día. ㅡ Felix sonrió en grande al ver a aquel chico, tomo su mochila la cual permanecía reposando en la silla del escritorio y bajo corriendo mientras hacia una media cola en su pelo. 
Mientras bajaba las escaleras pudo escuchar a su madre y a su abuelo teniendo el desayuno.

ㅡ ¿No desayunaras niño?. ㅡ Pregunto su abuelo aun mirando su plato pero rapidamente levanto la mirada al joven.

ㅡ "Tome unas galletas de la alacena, las compartiré con Minho." ㅡ Finalizo aquellos movimientos con sus manos. Su abuelo sonrió mientras asentía, en cambio su madre camino hacia él y beso su frente mientras con sus manos acunaba su rostro.

ㅡ Que les valla bien el último día de clases mi niño.ㅡ Felix asintió y salió disparado hacia fuera al escuchar nuevamente el claxon.

El auto de Minho no tenía capote al ser un Audi r8, cosa que a Felix le gustaba mucho pues el viento daba en su rostro moviendo libremente su pelo, simplemente le encantaba.

ㅡ Te estaba esperando. ㅡ Minho giró su rostro completamente tranquilo y con su expresión sería. Pero de repente cambio a una de asombro causando que su boca de abriera en una pequeña o.

ㅡ "¿Estas bien?, pareciera que viste a Han." ㅡ Dijo ya estando dentro del auto , su rostro tenia una pequeña sonrisa timida y con su mano derecha arreglaba su pelo poniéndolo tras su oído.

ㅡ ¡Te pintaste el pelo y no me dijiste!. ㅡ Minho golpeo el hombro de su amigo para después comenzar su camino dando cortas miradas al pelo rubio del chico , el cual cerraba sus ojos al sentir el viento. ㅡ Te vez muy lindo Felix.

El nombrado abrió de golpe sus ojos completamente confundido mientras sus cejas se juntaban haciendo una mueca algo graciosa. No supo como reaccionar más que haciendo una corta reverencia con su cabeza, pues Minho sólo era un año mayor que él pero el decía que tenía que tenerle respeto. Y así era.

Minutos después llegaron justo a tiempo pues ya era una maña levantarse una hora más temprano para disfrutar el hermoso paisaje que brindaba la ciudad a esas horas de la mañana. Todo el camino fue acompañado de música o sólo el sonido de los pocos autos que transitaban y el viento contra sus rostros.

ㅡ Baja. ㅡ Dijo Minho mientras sonreía pues Felix se estaba quedando dormido.

Este asintió mientras abría la puerta del auto para después bajar de este mientras tallaba sus ojos.

ㅡ "Que te valla bien en la última clase." ㅡ Sonrió Felix en grande con los ojos bien abiertos que parecía no haberse casi dormido.

ㅡ A ti también chico, nos vemos en la salida para ir a tú casa a alistar las cosas para el baile. ㅡ Minho abrazo a su amigo pues era una costumbre pues al estar separados en los salones de clase sentían la ausencia del otro. Ambos eran hijos únicos pero al menos Minho tenía tres gatos y a ambos padres. Minho no era mudo, y no tenía sólo a su mamá.

Felix se separo primero del abrazo y dejo un beso en la mejilla de Minho mientras se despedía con un movimiento de mano. Cuando estuvo algo lejos se giró y guió su vista al frente, las miradas no faltaron así como tampoco faltaban los murmullos y una que otra sonrisa o saludo. Siguió su camino a su salón tratando de ignorar aquellos comentarios que le persiguen desde los siete años, siguió como siempre lo hacia.

Llego a su salón con la vista agacha saludando a los únicos estudiantes que estaban ahí con una reverencia y tomo asiento hasta el último asiento de la cuarta hilera, ese había sido su lugar desde que llegó ahí. Tenía una ventana justo a un lado y el viento entraba perfectamente; tomo sus audífonos y los conectó a su teléfono, busco una de sus carpetas con sus canciones favoritas y colocó el modo aleatorio. Rápidamente Love history - indila comenzó a sonar por sus audífonos.

Felix se definía como un chico diferente, todos en su escuela parecían querer sólo un amor rápido y que les satisfaciera sexual y económicamente. El no quería eso.
El quería que le amaran por lo que era y no por lo que aparentaba ser.
Todos tienen máscaras pero lo que importa es ver su rostro sin ellas. El quería poder ver las verdaderas personalidades de todos, ver lo que eran realmente.

Aún faltaba para que su clase comenzará, pero una rosa roja se posó sobre aquella banca, tenía atada una nota que estaba quemada por todo su contorno. Al principio pego un salto por el susto, pero al recordar el por qué de las rosas tomo su libreta y escribió rápidamente. 

Eso no debe ser mió, sólo se le da a las mujeres con las que quieren ir al baile, no soy una.

La chica se encogió de hombros.

ㅡ El chico que me la entrego no piensa eso, y no preguntes quien fue, es temática anónima. Sólo recuerda, no olvide su antifaz caballero. ㅡ La chica sacó de una bolsa que cargaba con ella un antifaz. Felix ya había visto sobre la temática del baile.
Tú pareja tendrá el mismo antifaz y con una rosa te dara la invitación, y si no está el día del baile se arrepentirá las veces de espinas que mantiene la rosa. Felix recordando esa mínima cosa, la tomo y busco espinas, la chica se fue sin decir nada más. Felix busco por todo el tayo de la rosa.

Una espina.

Una vez para arrepentirse.

Una vez para disfrutar. 

Una vida.