18 - A children's secret

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A veces el cerebro te engaña, pierde información importante o la confunde.
Puedes olvidar hasta donde estas, donde irías o que hacías parado frente al refrigerador.
El nombre de una canción, una persona, cualquier cosa.

Felix estaba pensando en ello, había varias personas -maestros- en aquella escuela, que recordaba pero no del todo al haber sufrido varios golpes en la cabeza. Agradecía que las más importantes, seguían en su cabeza.
Una de ellas era Changbin, estaba al borde de colapsar si seguía preguntándose qué estaba haciendo, donde estaba?, que comió hoy?. A pesar de todo, siempre seguirá en su mente.

Mientras su cuerpo descansaba en la cama comenzó a recordar, pero reprimio cada pensamiento cubriendo los con un manto de mentiras. Mentiras donde Changbin le juraba qué no había echo lo que él vio. Donde le decía que todo estaba bien.
Y si estaba bien, solo que el aun no lo entendía.
Su mente se resguardo de cualquier daño tratando de olvidar ese sentimiento que Changbin le hacia sentir cada que le miraba, esos ojos tan profundos llenos de secretos, llenos de...
Mentiras.

Eso era para Felix, mentiras que Changbin nunca le diría. Y si lo hacía, el no querría escucharlo, verlo, ni sentir nuevamente sus deseos disfrazados de cariño y amor. No quería volver a sentir nada viniendo de parte de él.

En la oscuridad de su habitación silenciosa, logro dormir, dejando atrás todo tipo de pensamientos qué hacían ruido en su cabeza. Cayó en un sueño donde todo lo que veías era mentira, nada era verdad, todo era como una película creada por tu mente. Pero, algunas veces, esos sueños pueden ser recuerdos, ocultos en lo más profundo de tu memoria.
Eso le estaba pasando.

Estaba viviendo nuevamente el horror que vivio esa noche, lo sentía. Las manos en su cuerpo, la saliba y fluidos resbalando por su rostro y entre pierna, el ardor de las mordidas y rasguños causados por los hombres en esa habitación. Pero... ningún rostro era familiar, algunos estaban borrosos, su cuerpo temblaba, y los gritos que parecían salir de él sonaban por toda la habitación, como si de un eco se tratara.
Su cuerpo sudaba y se movía bruscamente, sentía su piel arder, la sensación de asco invadiendo su cuerpo. Estaba sucio, era tan asqueroso que solo hasta que su alarma sonó fue como despertó de aquella pesadilla que lamentablemente, había sido parte de su realidad.

Su respiración estaba agitada y el sudor de su frente escurría, un escalofrío recorrió su espalda haciéndolo sentir aun mas ansioso, nuevamente estaba perdido, estaba cayendo nuevamente.

Después de calmarse se dio un baño, se tayo cada parte de su cuerpo con desesperación, tardo más de lo pensado, se sentía sucio. Mientras las lágrimas caían por sus mejillas mezclandose con el agua, su cuerpo comenzaba a arder por la presión qué daba en sientas partes de su cuerpo. No podía seguir así, estaba muy mal, tenía que dar una clase y sus ojos estaban hinchados, las bolsas negras bajo sus ojos resaltaban más de lo normal ese día.
Con ropa sencilla y piel sensible y notoriamente roja, llego a dar clases saludando a sus alumnos con una sonrisa limpia dando luz a cualquiera que la viera.

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Los días siguieron pasando, día con día daba sus clases. Prestando atención en cada respuesta, movimiento, mirada... e incluso, las actitudes de sus alumnos.
Aun más la de uno en común, Keiju, su mejor alumno en esta y las de más clases.

El primer día había llegado con una hermosa sonrisa, pero al pasar el tiempo, noto un cambio muy drástico en él. Sus ojos estaban apagados, su mirada perdida en cualquier lugar de la habitación y en sus manos, menos en lo que Felix enseñaba. La preocupación fue mucha a tal punto de llamar a los padres del menor, ambos estaban bien, no había peleas ni algo en lo que no estuvieran de acuerdo con Keiju; pero, algo empeoraba.
El menor comenzó a reprobar materias, incluso falto a clases tres días seguidos.

 El menor comenzó a reprobar materias, incluso falto a clases tres días seguidos

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Keiju

Es raro.

Me perdí por un momento, ahora solo quiero recuperarme.
No estoy bien, y todos lo están notando, si no mejoro el hablara....
Tengo que cambiar, mi rostro me delata y el maestro Felix ya se ha dado cuenta.

Lastimara al maestro Felix si yo sigo así.

Lo lastimara otra vez así como dijo-

ㅡ Keiju... no te escondas pequeño.

El no puede encontrarme...

ㅡ ¡¡Te encontre!!

ㅡ ¡NO! SUÉLTEME!! ㅡ El lobo está aquí... me comerá y hará pedazos como a sus ovejas, me comerá o ara lo que quiera conmigo. Con ellos...

ㅡ Están sospechando querido... ¿Me dirás a que llamaron a tus padres?, dijiste algo?!!

ㅡ NO DIJE NADA!ㅡ Escupí, su rostro estaba lleno de furia. Siempre portando ese asqueroso traje color azul. ㅡ Vinieron a hablar con el director...

ㅡ Que has dicho?.

ㅡ NADA!... no dije nada... ㅡ Lágrimas, no eso.

Su mano choco contra mi mejilla, seguido su lengua recorrió el mismo camino que mis lagrimas...

ㅡ El lobo está aquí. Y sera mejor que te cuides, y cuides lo que sale de esa boca lame vargas. ㅡ con fuerza tomo mi mandíbula. Comenzó nuevamente.

Su lengua pasando por mi cuello.
Mi cuerpo no se movía.
Solo mis lagrimas caían formando un mar bajo esa isla de mentiras y secretos.
Secretos de niños.

Ahhh Felix~....

Felix?

Él dice que me parezco mucho a él.

Solo que yo puedo gritar de dolor por lo que hace, y Felix es una muñequilla rota, como él le llama.

Mon musicien. // ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora