20 - Fly me to the moon.

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Mientras las estrellas iluminaba aún la habitación de Felix, este trataba de ordenar los próximos exámenes para sus alumnos. Algo sencillo.
Al terminar soltó un gran bostezo dejando escapar el aire dentro de él, dejándonos el sueño, o tal vez atrayendo lo aun más, atento a las hojas ahora miraba los dibujos de sus alumnos. Algunos ya eran mayores pero el pidió que dibujaron aquello que le temian.
Su mayor miedo, y si era un deseo escribieran dicha palabra en una esquina.

Algunos -de los mayores- soñaban con tener su trabajo soñado. Estudios o carreras terminadas.

En cambio algunos niños temian.
A las arañas, la oscuridad, su mamá o a los cachorros.
Pero el de Keiju le dejo en blanco.

A lado de lo que parecía ser el niño estaba un hombre te traje. Le tenía tomado del hombro mientras el tenía una sonrisa, él también estaba en el dibujo rodeado de un color amarillo, como si estuviera brillando, Keiju no brillaba, y el hombre a su lado tenía un negro azulado al rededor. Estaba completamente confundido, miraba el dibujo una y otra vez, dio la buena a la hoja y pudo ver el mensaje que este tenía.

Yo cuidare el brillo del alma tan linda del profesor Lee.
Él ya no le hará daño pues yo lo cuidare.

Ya no le hará daño, porque me lo esta haciendo a mi.


Ya no le hará daño, porque me lo esta haciendo a mi

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Felix quedo completamente abrumado sin saber que hacer, no sabía que había leído. Su pecho comenzó a doler tan insoportable que la respiración fallo y había comenzado a hiperventilar.
El dolor en su pecho era fuerte, sus ojos comenzaban a verde borrosos por las lágrimas, sin saber que estaba pasando se levantó y tomó un saco qué le llegaba hasta las rodillas. Con cuidado salio de su casa camino a la de Keiju, las calles parecían tan silenciosas hasta llegar a la del niño, dos patrullas estaban fuera mientras una mujer lloraba. El la conocía, era la mamá de Keiju.

Asi sin pensarlo dos veces corrió hacia ella, quiso preguntar pero la mujer solo le abrazo. Aún así quisiera, no podía decir nada.
Su mente estaba nublada.
El pare de Keiju estaba sentado en la barra fuera de la casa, pronto la gente se reunión por el escándalo. Aún no sabía que pasaba pero tenía un fuerte presentimiento. La mujer se alejó para hablar con su marido, mientras él miraba se topo con una ambulancia, su corazón latía tan fuerte que le costó moverse, sus pies pesaban pero el siguió.

Mon musicien. // ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora