Capitulo |26|

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Timothée oyó unas pisadas y advirtió que alguien se acercaba. Emma no dijo nada, solo se limitó a caminar medio paso atrás de él.

Deambularon un buen rato por la ciudad, cada uno inmiscuido en sus pensamientos. Emma se percató que el silencio que se posaba sobre ellos era algo nuevo, el sosegado período posterior a una tormenta, cuando los daños aún no habian sido contabilizados.

El mundo se habia agitado pero ahora comenzaba a estabilizarse de nuevo, y en algún momento entre un paso y el siguiente, la ira se evaporó y solo quedó la tristeza.

—Ya es tarde y hace frío — Murmuró Emma, con voz ligera y cuidadosa, como si sacara un pie para comprobar la firmeza del suelo congelado — Será mejor que regresemos...

Timothée la miró por encima del hombro. Su semblante continuaba alterado por el dolor.

—Lo siento — Respondió con voz ronca — Pero no puedo volver a entrar ahí. Ahora no.

Ella se acercó y deslizó sus brazos alrededor de su espalda. Él se giró enseguida y la sujetó con fuerza, enterrando el rostro en su hombro.

—No me habría decepcionado, en absoluto. Solo estaba preocupado... yo... — Sollozó, pero luego al pensar en la persona que en realidad debería oírlas, sus palabras se desvanecieron en la nada.

Emma se aferró a él con más fuerza, mientras el abrazo se prologaba indefinidamente. Sus cuerpos encajaban a la perfección, con la acostumbrada comodidad de un abrigo que guardas hace años en el placard.

Andrés les dejó el pequeño departamento y se fue a dormir al piso de arriba, que estaba vacío ya que le pertenecía a su hermano que era piloto y vivía en el extranjero la mayor parte del año

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Andrés les dejó el pequeño departamento y se fue a dormir al piso de arriba, que estaba vacío ya que le pertenecía a su hermano que era piloto y vivía en el extranjero la mayor parte del año.

—Toda mi familia lo considera la oveja negra — Les explicó — Yo llevo el circo en la sangre, pero a él nunca le gustó esa vida. Me parece muy valiente por haber querido seguir sus sueños — Dijo, y cuando lo hizo Emma notó que el semblante de Timothée se ensombrecía.

—Ve a descansar, yo me quedo — Le dijo cuando Andrés se fue.

Timothée esbozó una sonrisa triste.

—¿Tan mal me ves? — Le preguntó.

—Mejor que nunca — Dijo ella utilizando un sarcasmo amigable.

Timothée se sentó en el brazo del sofá y la miró desde ahí — Duerme tú en la cama. Yo estaré bien.

Emma entrecerró los ojos, no muy segura de dejarlo solo.

—Oye no me escaparé, te lo prometo — Él alzó una mano, cruzando los dedos.

—De acuerdo — Ella sacudió la cabeza, riéndose un poco — Buenas noches.

Iba de camino a la habitación cuando él la llamó.

—¿Emma?

—¿Si?

When Emma Falls in Love || Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora