Capitulo 16

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Glass


—No sé... —musitó Sonja despacio, mientras observaba a su hija en lapenumbra del dormitorio—. ¿Y si descosemos la falda de este y lacombinamos con el corpiño negro?

Glass respiró profundamente para tranquilizarse. Llevaba dos horasprobándose vestidos, y no estaban más cerca que al principio de escogeruno para la fiesta de avistamiento.

—Lo que a ti te parezca mejor, mamá —dijo forzando una sonrisa. Noquería que su madre se diera cuenta de que estaba harta.

—No estoy segura —la madre de Glass suspiró—. Tendremos quetrabajar mucho para terminarlo a tiempo, pero haremos lo que podamos.

Glass se recordó que su madre solo quería ayudarla. Pensaba que lafiesta de avistamiento sería la ocasión ideal para reinsertar a su hija en lavida social de Fénix, pertrechada con su indulto oficial y vestida de puntaen blanco. Ella sabía que el vicecanciller estaría allí y debía representar supapel a la perfección: le habían restituido su vida a cambio de quemejorase la imagen del hombre, lo cual le parecía un trato más que justo.Por otra parte, a Glass la ponía nerviosa saber que sería el centro deatención.

—¿O qué te parece si optamos por el tul? —Sonja señaló con un gesto elmontón de vestidos descartados—. Póntelo otra a vez a ver si...

Una señal de aviso procedente de la cocina la interrumpió.

—Yo voy —se apresuró a decir Glass, y salió disparada de la habitaciónantes de que su madre pudiera protestar.

El mensaje no sería para ella, claro que no. Glass y sus amigos solo seponían en contacto a través de los chips; los mensajes de pantalla solíanlimitarse a noticias sin interés sobre la limpieza o a avisos algo másinquietantes del Consejo. Pero al menos le serviría para descansar un pocodel asunto de los vestidos. Glass proyectó la lista de mensajes en el aire

Se quedó sin aliento cuando vio el nombre que parpadeaba en lo alto.Era de Luke.


Querida señorita Sorenson:

Seguridad ha recuperado un artículo que le pertenece cerca de loscampos solares. Puede recogerlo en el punto de control hasta las 1600 deldía de hoy.


Glass tuvo que leerlo varias veces para poder descifrarlo. Luke y ellahabían ideado aquel sistema hacía tiempo, antes de que ella tuviera supropio chip, por si a su madre le daba por curiosear sus mensajes. El chicoquería que se reuniera con él en los campos solares aquella misma tarde.

—¿Glass? —la llamó Sonja desde la otra habitación—. ¿Qué es?

Ella borró el mensaje rápidamente.

—Un recordatorio del avistamiento del cometa. ¡Como si pudiéramosolvidarlo!

Echó un vistazo al reloj y suspiró. Solo eran las 1015. Las horassiguientes se le iban a hacer aún más eternas que cuando estaba confinada.

—Oh —la madre de Glass dio un respingo cuando su hija volvió a entraren el dormitorio—. Quizá ese sea el mejor, después de todo. Estáspreciosa.

Insegura, Glass se miró en el espejo. Comprendía a qué se refería sumadre, pero no era el vestido. Se había ruborizado y le brillaban los ojos dela emoción.

Los 100 (Libro 1)Место, где живут истории. Откройте их для себя