Desagradable

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Pov Samantha:

Regresar a Washington me traía tantos recuerdos agridulces, aquí la perdí, pero también fue el mismo sitio donde vi a Kara por primera vez, presenciando a la distancia el recuentro con su hijo, sintiendo que para algo habían servido tantos años de estudio, comprendiendo como se veía la justicia real, definiendo mi futuro desde ese entonces en adelante

Washington, la sede de tantos políticos corruptos, también era el hogar de nuestra querida amiga de la infancia, esa que había conocido en el orfanato a los 10 años, poco antes de salir del infierno, nunca habíamos perdido el contacto, ni la fuerza de nuestra amistad, la distancia no había modificado en absoluto nuestra relación

Apenas salí del aeropuerto la visualice un cartel que decía "la castaña más sexy viene por mi" no dude ni un segundo que se tratara de ella y lo confirme al verla, seguía igual que la última vez, ninguna era demasiado emotiva a menos que la situación lo requiriera, pero si éramos bastante alcohólicas, por eso nos dormimos a las 5 de la mañana en el piso de la sala

Por ese motivo ahora me encontraba en el sillón observándola trabajar, tomando un jugo de naranja que no disipaba en nada mi estomago revuelto, aunque la pastilla de resaca que mi amiga me había dado ayudo bastante a mi dolor de cabeza, la cual funcionaba a toda velocidad pensando en cierta pelirroja que no tenía derecho a invadir mi mente como lo había hecho desde el dia del incidente

Estúpida infeliz ¿quién se cree que es?

Pero el cansancio y la preocupación que vi en sus ojos ayer en mi oficina no me dejaban en paz, preguntándome que le sucedería para tenerla así, ella, siempre tan imponente y osca, se veía sumamente vulnerable, además, algo en mi interior me decía que debía buscarla, no entendía porque, la quería lo más lejos posible, pero ese pensamiento no me abandonaba un segundo

-Oye Nía – la llame viendo como tecleaba a toda velocidad

-Dime, cariño – dijo sin despegar la vista del portátil

- ¿Cuál es el precio por tus servicios y silencio? – al parecer era la pregunta mágica, porque sus dedos se quedaron quietos mientras se enderezaba

-Depende quien lo pregunte – giro su silla, observándome con una sonrisa ladina – y en que consista

-Pregunto yo y consistiría en rastrar un móvil ¿sabes hacerlo?

-No me ofendas Sam, es como preguntar si se respirar, ¿por quién me tomas? - ¿alguien normal, tal vez? – por supuesto que se hacerlo, ¿de quién se trata?

- ¿Recuerdas a Kara, la guardaespaldas de Lena? – asintió – bueno, quiero encontrar a su hermana, está en la ciudad

-Entonces será más fácil – sonrió antes de voltearse – envíame el número, tendré su dirección en segundos

-Antes de eso, debes prometerme que si Lena o las autoridades te preguntan algo, no dirás nada

-Puedo asegurarte que no le diré nada a las autoridades – asentí, tomando mi móvil – en cuanto a Lena, a ella no le mentiré, esa mujer realmente me da miedo – reí enviándole el numero – recibido – aviso inclinándose sobre el portátil - ¿por qué tanto secretismo?

-Es la directora del F.B.I. – hizo un sonido afirmativo con la garganta, fruncí las cejas – ¿no te molesta?

-Cariño, vulnere los archivos secretos de la casa blanca para lograr que ese gobernador deje de molestarte y en adicional obtener información sobre los políticos corruptos del país, los cuales son casi todos, rastrear el móvil de la directora del F.B.I. es un juego de niños, su sistema de seguridad es pe... - se cortó deteniendo sus dedos – no puede ser – murmuro volviendo a teclear más rápido que antes - ¡es imposible!

ChoqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora