Eran exactamente las diez y cuarenta de la mañana, mi impaciencia me tenía mirando el reloj a cada instante. ¿Probablemente estoy pareciendo un desesperado? Sí. ¿Probablemente me este ilusionando de más? Por supuesto. Después de todo, volver anhelar Lugo de mucho tiempo es difícil para mí, sobre todo cuando por la cual me estoy ilusionando es de mismo género.
Quizás, ese es el problema. El problema es que quizás él no sienta lo mismo.
—¡Buenos días, mi señor! —saludó Alastor con gran entusiasmo dirigiéndose a mí. Sonreí instantáneamente al verlo y mi corazón de igual manera se emocionó.
¿Mi señor? ¿De dónde habrá sacado eso? Pensé mientras me limpiaba las manos con un trapo.
—Buenos días, joven Alastor —respondí viéndolo a los ojos, en aquella oscuridad que ahora me estaba sumergiendo—. ¿Cómo está su mañana?
—Bastante bien... No me puedo quejar.
Escucharlo hablar era tan relajante para mis oídos. La noche anterior dormí con la radio a un lado de mi cama sólo para poder escucharlo en la mañana. Quizás si me este enamorando.
—Sabes, gracias por tan lindo obsequio. Sin querer el día anterior descubrimos la emisora en la cual estás cómo locutor. Tienes mucho talento.
Su expresión cambio unos segundos a uno de asombro para luego mirar a los lados arreglándose el cuello de la camisa. ¿Se había puesto nervioso?
—Asi es, trabajo como locutor. Qué maravilla que hayas encontrado mi emisora —sin querer nos quedamos viendo un largo segundo que parecía eterno, hasta que apareció Charlie y el sonrió viéndola cómo jugueteaba por el local—. ¿Cómo te está yendo a ti?
—Muy bien, vendimos bastante este día.
La sonrisa se le pareció desvanecer poco a poco.
—¿Vendimos...? —volvió a replicar.
—Si. Aunque no me lo creas, Charlie me ayuda mucho aquí.
Un suspiro pareció salir de sus labios y volvió a sonreír entre labios, sus mejillas se habían ruborizado aunque no entendía el por qué.
—Ya... Ya veo. —giró su rostro hacia un lado donde antes se encontraban las macetas con los girasoles que no hace mucho se habían terminado.
—Oh, lo siento. Se acabaron los girasoles.
El volteó a mirarme regalándome una ancha sonrisa, de esas que dicen "No te preocupes". Provocando en mí sentimientos que pensé que podría controlar.
—Esta bien, me gusta llevarle flores distintas —explicó—. Hoy le llevaré rosas.
—Si. Esperame unos segundos.
Entre mirando y buscando entre las rosas, unas realmente hermosas para que él pueda impresionar a su pareja. Cuando creí haberlas encontrado, salí me sí cuenta de lo bello que se ve distraído. Su cabello castaño complementaba el color de su piel, su vestimenta medio formal, destacaba su figura.
Sin poder evitarlo me encontré admirándolo nuevamente.
—Aquí están... —pronuncié llamando su atención. Extendí el ramo hacia él y cuando lo tomó, el ligero roce de nuestras manos nos hizo levantar la vista.
—Yo... Quieres... —intento formular abriendo su boca, un rubor intenso cubría sus mejillas haciéndolo virar su cabeza hacia un lado, esquivando mi curiosa mirada y comenzó a toser—. Perdón, aquí está el dinero.
—Gracias por su compra, joven.
Cuando logró recuperarse volvió a mirarme esta vez con una mirada avergonzada. Parecía inseguro.
—Gracias a usted, Nos vemos pronto...
Me dio una linda sonrisa, aquel rubor en sus mejillas lo hacía ver mucho más tierno de lo que parecía por su imponente estatura.
Antes de tomar la perilla de la puerta, observé cómo paro su caminar volteando levemente a verme. Intento hablarme por como se movían sus labios temblorosos. Ante mi mirada confundida el pareció echarse para atrás y salir. Qué extraño, no pensé que el fuera a comportarse así.
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Lucifer se recostó en su grande y vacía cama luego de dejar a su pequeña hija, ya dormida en su cuarto. Todo el día había ocupado su cabeza en el joven moreno. ¿Qué quería decirle? ¿Por qué actuó de forma extraña?
Encendió la radio escuchando la música de jazz que se estaba trasmitiendo luego de un corte, ante la relajante música fue quedándose dormido después de un día muy cansado.
—¡Buenas noches, mis queridos oyentes! ¡Bienvenidos a una nueva emisión de Noticias desde Francia en el 97.9 FM! Les habla su humilde locutor para traerles las últimas noticias desde París. ¡Son exactamente las 8:00 de la noche! Antes de presentarles las noticias más destacadas de la jornada, quería saludar a una persona muy importante para mí, me tiene cautivado desde el primer instante que lo ví...
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Pétalos de amor | Radioapple
FanfictionDónde Lucifer está más que enamorado de su fiel cliente al que viene a su tienda todos los días a comprar una flor para su "amante".