El día sábado comenzó de lo más hermoso, extrañamente hoy me levanté con energía apenas sentía la luz de la mañana calentar mis cobijas. Me sentía más ligero, más alegre y sobre todo ganas de llegar rápidamente a mi trabajo, sin embargo, apenas eran las seis y media de la mañana.
El tiempo paso rápidamente al llegar al local, lo mismo se siempre. Sacar, cambiar de tierra, armar flores, coronas, etc. Mire el reloj sintiéndome nervioso al ver que solo faltaban minutos para ver al joven Alastor.
Pensar en él me hace sonreír.
El tintineo de la puerta se escuchó atrás de mí, indicándome que había llegado. Me incorpore y giré con rapidez para saludarlo como siempre, pero al parecer no era él.
—Bu... ¡Buenos días! —corregí rápidamente con una emoción de entusiasmo falso— Bienvenido a Roses for Charlie's. ¿Cómo puedo ayudarlo?
Era un joven muy alto y apuesto, casi tanto Alastor. Su piel bronceada parecía indicar que posiblemente estaba tratando con un director de cine. Usaba unas gafas cristal negro y de armazón estilo cat eye de color rojo, que era lo que estaba de moda este año. El alto sombrero de copa roja que estaba decorada con plumas de colores negro y blanco escondían levemente el cabello perfectamente peinado que seguramente le llevo horas acomodar. La despampanante forma en la que iba vestido me pareció exagerado solo para salir a las calles a comprar. Sin embargo era París, era el país de la moda. Usaba una camisa mangas largas en tonos púrpura recogida hasta los codos, su botón del pecho estaba desabotonada luciendo así parte de su pecho y pantalón de tela blanco ceñido al cuerpo, y costosos mocasines de color café.
Me llamaba la atención las cadenas de oro que adornaban parte de su cuello y pecho. Podría ser más que un solo director, tenía que tener cuidado.
Al verme esbozó una amplia sonrisa que me hizo sentir incómoda al instante y fue acercándose a mi.
—¿Es usted Lucifer Morningstar? Soy Valentino Di Carlo. —por su sonrisa coqueta diferencie un diente de oro en su dentadura.
—Si... Soy yo, ¿Le puedo ayudar en algo?
Se retiró los lentes y se inclinó para estar a mi altura.
—Claro que me puedes ayudar lindura... —tomó mi barbilla y me aleje rápidamente ante el atrevimiento del hombre, él rió—. Eres esposo de Lilith Magne, ¿no es cierto? Ella hace años me pidió un préstamo, que nunca pagó. Es una deuda de diez mil dólares, ¿Sabías eso?
Me quedé perplejo ante las palabras del hombre, más siguió hablando y un dolor punzante en mi cabeza y pecho provocó una falta de aire en mis pulmones, estaba comenzando a ver las borrosas.
—Quiero mi dinero... —me tomó nuevamente por las mejillas, aplastando mi piel contra sus dedos—. Tu verás como me lo devolverlas, ya que tu perra desapareció.
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Pétalos de amor | Radioapple
FanfictionDónde Lucifer está más que enamorado de su fiel cliente al que viene a su tienda todos los días a comprar una flor para su "amante".