Capitulo IV

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— Me gustaría que me dieras la oportunidad de-

—¡Philza!

La escena se vió interrumpida por dos personas que abrieron la puerta del balcón. Philza y Missa se pusieron rojos como tomates cuando un rubio de ojos rojos y un pelirosa de los ojos del mismo color abrieron las enormes puertas de cristal del balcón y los observaron con incredulidad

— ¿Que está pasando aquí?!

—¡Forever! — el de pelo rosado, Technoblade, le tomó del brazo y apartó— ¡Te dije que no puedes entrar aquí!

— Suéltame! — se zafó del agarre del guerrero y caminó hacia las otras dos personas. Con un movimiento brusco apartó a Missa, haciendo que se golpeara con el barandal del balcón — ¡Philza! Que gusto verte de nuevo, querido!

Philza separó a Forever y se acercó a Missa para comprobar que estaba bien. Tomó su brazo y lo miró buscando alguna herida pero todo estaba bien. Aunque esta simple acción provocó varias reacciones. Primero estaba Missa, quien estaba avergonzado por la preocupación que el rey ponía sobre él siendo completos desconocidos. Luego estaba Technoblade completamente sorprendido. Y por último estaba Forever, quien observaba la escena con molestia en su mirada, dejando salir sus feromonas con olor a vino tinto.

— Phil ajem-! — fingió una tos para intentar llamar la atención del rubio pero este seguía con su morada puesta en el peli-negro — Tenemos una reunión, querido. ¿Se te olvida? — entonces miró a Missa — Y tú. Alejate de mi prometido!

Missa parpadeó un par de veces hasta que cayó en cuenta y se separó completamente de Philza.
"¿Prometido?"

El rey iba a hablar pero Missa siguió retrocediendo hasta estar dentro de la habitación — Y-Yo me tengo que ir

—¡Missa! Espe- — tarde, ya esté de había ido corriendo rápidamente

Forever lo tomó como una victoria. Philza solo se sintió triste de no haberle podido parar a tiempo.

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Missa llegó hasta su habitación y se sentó en la cama. Luego tomó la almohada y se la puso en la cara para ahogar un grito

"¡Por dios! Missa! ¿Que rayos haces? Es el rey! Y además... Está comprometido..."
Este último pensamiento le generó una ligera tristeza. Por primera vez en su vida, su Omega se sentía cómodo junto a otro alfa, y el corazón del pobre chico había latido con fuerza cuando le salvó y después cuando se preocupó sinceramente por su estado. Missa se sintió tan... Feliz en solo unos minutos, como nunca antes se había sentido. Pero todo fue tan... Efímero. En dos segundos había dado de golpe contra una pared, ¡Pum! de vuelta a la realidad. Un cubo de agua fría sobre él

— Creo que es lo mejor.... — pensó en voz alta

De pronto, unas fuertes náuseas le invadieron y le hicieron correr al baño para vomitar. Se sentía asqueroso, y estuvo así varias horas más, junto al retrete, con fuertes mareos que le impedían levantarse y unas grandísimas ganas de vomitar hasta el sándwich que se había comido a mediodía.

Casi llegando la noche, Roier llegó a la habitación y al no ver a Missa pero ver la puerta del baño abierta, entró para ver si era su compañero. Encontró a un Missa agotado con la frente apoyada en la tina y un olor a vómito en el retrete. Roier de acercó a Missa y le ayudó a levantarse y a limpiarse la cara antes de hacer cualquier pregunta. Después lo llevó a la habitación e hizo que se sentara con la espalda apoyada en la pared

— ¿Te sientes mejor? Que te pasó?

Missa tragó saliva con dificultad pues tenía la garganta seca — Nada. Estoy bien, gracias por ayudarme. Solo, creo que algo me cayó mal. Debió haber Sido el almuerzo. Te dije que esa sopa no lucía bien

— Yo tomé la misma sopa y estoy perfectamente. Seguramente fue otra cosa — se sentó en la orilla de la cama y miró con preocupación a su compañero — iré a buscarte un té y algo saludable para que comas. Seguro es solo un empacho

— Si, gracias

Pobre e ingenuo Omega

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—¡No entiendo porqué estás tan molesto! — gritó el rubio ñ

—¡Porque llegaste diciendo que eras mi prometido cuando eso claramente NO es verdad! — contratacó el rubio de ojos azules —¡Por tu culpa ahora Missa piensa que estamos comprometidos!

—¡No le veo lo malo! Además ¿Quien es ese Missa que su opinión es tan importante para ti, al parecer?

— No es... — hizo una leve pausa — no es nadie

—¡Entonces! No entiendo porqué todo este drama

— Solo no vuelvas a decir esas cosas delante de nadie ¿Oíste?!

Forever se cruzó de brazo enojado — Si...






The King's Omega {Deathduo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora