Capitulo V

1.4K 179 14
                                    

—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~——~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—

Philza estaba sentado en el escritorio de su despacho, teniendo este lleno de papeles. Las ventas habían bajado un 14.3% al igual que las exportaciones y no podía explicárselo. Tenía tanto trabajo por hacer y estaba tan distraído que dudaba terminar a tiempo.

Hace apenas tres horas antes había ocurrido el drama de Forever. Y Philza tenía unas ganas enormes de ir con Missa y explicarle la verdad, pero tenía que poner sus responsabilidades para con el pueblo por sobre cualquier cosa. Aunque su alfa estaba pidiendo a gritos ir a por su Omega, que no sabe en qué momento empezó a reclamarle como suyo. Philza se estaba empezando a impacientar. Logró terminar un montón de papeleo en solo tres horas así que decidió por fin poner sus prioridades en orden.

Tomó su abrigo y de lo colocó por encima y salió rápidamente del despacho. A mitad de camino hacia la zona de las habitaciones de los sirvientes, Technoblade lo interceptó y lo empujó dentro de la habitación para conversar. El pelirosa estaba riendo a carcajadas, dejando a Philza completamente confundido

— ¿Qué es tan gracioso? — preguntó el rubio

— ¡Tú! — terminó de reír y soltó una pequeña risa nasal — La forma en que repudiaste a Forever fue... Simplemente comedia pura. Ahora... Tú y yo tenemos una conversación pendiente

—¿Tiene que ser ahora? Tengo prisa.

— Oh no no. Tu no te vas, Philza Minecraft. No hasta que me digas ¿Quien es Missa? ¿Y porqué ustedes parecían tan acarameladitos en el balcón esta mañana?

Philza suspiró, resignandose a qué no saldría de allí hasta explicarle toda la verdad a su amigo. Entonces empezó a contarle la historia. Cómo encontró a Missa en pleno celo y cosas pasaron. Cómo mandó a buscarle y este huyó rápidamente. Y después cómo le salvo. Incluso le contó cómo se sentía al lado del peli-negro

— Entonces... ¿Me estás diciendo que ahora crees en cuentos de hadas?

—¿¡Que?! No!

—Me estás contando que crees que este Omega es tu destinado. Un cuento de hadas que jamás has creído hasta ahora. ¿Que ha cambiado?

—¡Él! Él ha cambiado mi forma de ver las cosas. Sé que no le conozco pero... El poco tiempo que he pasado a su lado a hecho que me vuelva loco... Me he enamorado de ese Omega desde el primero momento en que le ví y mi alfa también. Quiero tenerle a mí lado — confesó y justo después de terminar su confesión, se dió cuenta de todo lo que había dicho y se puso rojo de la vergüenza — Es... Es muy difícil de entender. Lo sé...

— No. De hecho, no lo es — puso las manos sobre los hombros de su amigo, brindándole apoyo — Sé que jamás hemos hablado de eso. Pero esa leyenda de las almas gemelas es verdad. Y si crees que este Omega es tu alma gemela, Philza, ve por él

El rubio rió suavemente y abrazó a su amigo de toda la vida. Entonces salió de la habitación, para ir a la zona de las habitaciones de Sirvientes. En el archivo de información de Missael De Luque ponía el número de la habitación que ocupaba junto a su amigo Roier, otro Omega. Una vez llegó frente a la habitación tocó la puerta pero nadie abrió. Volvió a tocar pero tampoco respondió nadie

— Su majestad — Phil miró hacia el pasillo, por donde llegaba un joven de cabello castaño y ojos avellanas, Roier, pudo reconocerle. Llevaba una taza de té en las manos. — Es un placer verle. ¿Que le trae por aquí?

— Oh, Roier. Es bueno verle sano. — contestó con cordialidad — Venía a hablar con tu compañero, Missael. Tengo un tema del que tratar con él

Roier se mordió el labio inferior con aparente nerviosismo, Philza notó eso. — Lo siento, Missa no se encuentra en buen estado. Está resfriado. Este té es para él

— Oh ... Lamento oír eso.
"Esta mañana cuándo le ví estaba bien" pensó el rubio con confusión

— Puedo dejarle un mensaje si así lo desea

— No, quisiera hablar con él directamente, avíseme cuando se encuentre saludable

Se retiró pensando en lo que recién había pasado. Algo no encajaba en la historia.

—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—

Roier entró en la habitación y buscó a Missa. No se sorprendió cuando le vió debajo de las cobijas hecho bolita. Simplemente suspiró y lo destapó

— ¡Missael De Luque! ¡No te vas a creer lo que acaba de pasar!

Missa con pesadez se quitó las cobijas de la cabeza para oír a su insoportable compañero. — Espero sea bueno — tomó el té y empezó a beberlo

— El rey estaba afuera preguntando por ti

—¿¡Preguntó por mi?!

—¡Si!

— Ay madre... ¿Que te dijo?

— que quería hablar personalmente contigo una vez te sintieras mejor. Así que apúrate en recuperarte

— Cómo si fuera tan fácil...

The King's Omega {Deathduo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora