Capitulo XIII

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-Cumpleaños de Missa-
—¿A dónde me llevas? — preguntó Missa. Iba vendado de ojos, Philza le había dicho que tenía una sorpresa para él por su cumpleaños. Le había hecho montar en el auto real y luego antes de bajar, le pidió que se vendara los ojos

— Es una sorpresa, Missa. — respondió

— Eso dijiste las otras 8 veces — suspiró

— Y sigues haciendo la misma pregunta — contestó riendo suavemente el rubio — Llegamos. Te ayudaré a bajar

Philza salió del auto y abrió la puerta. Luego ayudó a Missa a bajar sin que se hiciera daño.

— Te quitaré la venda — con suavidad le quitó la venda

Missa parpadeó un par de veces antes de acostumbrarse a la luz del lugar. Delante de él, un restaurante muy elegante. No lograba comprender porqué le llevó allí.

— Tu sorpresa está adentro, Missa — Philza tomó su mano y la acarició — Relájate. Te va a gustar

Missa tragó saliva con dificultad y apoyó una mano en su vientre, que empezaba a notarse, para después entrar. El lugar estaba completamente vacío. No había nadie o eso creía. Pudo oír unas voces en una esquina del lugar. Su corazón se aceleró cuando creyó haber reconocido las voces. Soltó la mano de Philza y corrió hacia aquella esquina. Cuando se acercó a el lugar, vió a tres personas ahí, tres personas que hace años no veía.

— ¡Papá! Spreen! — corrió hacia ellos y los abrazó con fuerza

—¡Missael! — gritó su papá Omega sintiendo las lágrimas empezando a bajar por las mejillas y se separó del abrazo

— ¡Estás vivo! — continuó su papá Alfa para separarse también del abrazo

Su hermano era el que se negaba a soltarse — Missael, te extrañamos tanto. Creímos que estabas muerto. Han pasado tantos años ...

Missa se sostenía con fuerza del abrazo de su hermano, empezando a llorar con fuerza. Tanto tiempo había soñado con ese reencuentro con su familia. Tanto tiempo deseando poder abrazarlos nuevamente y ahora por fin lo podía hacer. Tantas cosas que tenía que decirles, tanto que contarles. No sabía por dónde empezar

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Ahora se encontraban todos sentados en una mesa del restaurante. Philza se encontraba sentado al lado de Missa, recibiendo una mirada asesina de los otros dos alfas de la habitación. Rubius y Spreen le miraban como queriendole matar. Quizás era por el hecho de que Missa le contaba con alegría a su papá Omega sobre su embarazo y que pronto tendría gemelos.  (quitando las partes en cómo fueron concebidos)

— Me alegro de que estés feliz por esto, cariño — dijo Vegetta tomando la mano de su hijo — Soy demasiado guapo para ser abuelo, pero estaré bien — todos en el cuarto rieron

— Os he extraño tanto. Me han hecho mucha falta todos estos años — dijo Missa y se volteó hacia el padre de sus bebés — No sabes cuánto te agradezco. Es el mejor regalo que me han dado en la vida

— Missa, yo haría lo que fuera por hacerte feliz — dijo y acarició una mejilla del joven Omega, con cariño

—¡Ejem-! — interrumpió Spreen — Disculpen. Seguimos presentes aquí

—A-Ah si. Hermano. ¿Cómo te han ido estos años? Cuéntame de ti — dijo Missa, separándose de Philza

— Pues todo está bien. Normal

— Que modesto. Es el mejor guerrero de todo Karmaland. Ya superó a Vegetita. Al menos eso es lo que dicen en el pueblo. El alfa más cotizado del pueblo. Si vieras todas las chicas que van a por él

— Gracias, papá — pronunció Spreen con molestia y una vena hinchándose en su frente— Pero cerrra el orto.

— Jajaja. Asi que mi hermano es todo un rompecorazones.

— No me gusta describirme así. Simplemente no me atrae ninguna. Ahora — frunció el ceño mirando al alfa rubio — Quiero saber cómo se conocieron

— Ya les di-

— Nos dijiste que quedaste encinta y por eso empezaste a vivir en el castillo. Pero no nos dijiste como fue que ESO pasó. Quiero saber. Porque si este pelotudo te hizo algo voy a-

—¿Vas a qué? ¿Eh? — le retó Philza

— Spreen, cálmate — pidió Vegetta enojado — No es momento de peleas. Es la vida de Missa, él decide ¿Ok?

— Mmm. Bien....

"Esto no está saliendo bien" pensó Missa nervioso.

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Ya era de noche. Después de unas horas de charla con sus padres y hermano, finalmente volvieron al castillo. Philza se fue para pedirle a Techno que preparara unas habitaciones para los recién llegados.

— ¿Cuánto tiempo se quedarán?

— Hasta que nuestros nietos nazcan. Entonces, volveremos a Karmaland

— Iremos a visitarlos. Los 4. — dijo Missa con una mano en su vientre  — Ahora vuelvo. Quiero que conozcan a alguien. Él es-

—¡Missa! — Roier apareció en escena como si fuera arte de magia y abrazó al peli-negro menor —¡Te he estado buscando todo el día!

— Disculpa, Roier. — rió suavemente — he estado con ellos. Papás, Spreen. Quiero presentarles a Roier, mi mejor amigo

—¡Mucho gusto! Soy Roier. Ustedes son la familia de Missa. Me ha contado mucho de ustedes — dijo amablemente y luego miró a Spreen — Pero no me dijo que su hermano mayor era tan guapo, mucho gusto, bonito

Spreen soltó una pequeña risa sin poderse creer lo que estaba oyendo — Si, mucho gusto, bobo

— Me parece que os vais a llevar muy bien — comentó Missa entre risitas — Les mostraré el castillo

— Andando

The King's Omega {Deathduo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora