9.- Palabras que Duelen

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Ropas Negras

Pequeñas gotas de lluvia bajan del cielo a la tierra.
¿Es Dios quien llora?
Bajaron el ataúd a lo profundo del vacío entre tierra y corazón.

Ropas negras,
Personas tristes pasan el luto vestidas de negro.
¿Por qué el negro?
¿De dónde la idea?
Comienzan a rezar.

Algunos lloran,
Otros más que llorar,
Gritaron al cielo en busca de consuelo.

Las lágrimas se mezclaron con la lluvia.
De la lluvia sale el sol,
Pero está vez.
No hubo arcoíris,
Tampoco solio el sol.

Viví con la esperanza de verte de nuevo.
Pero era tarde;
Sabía que te habías ido.

-Renderguarr

Capítulo 9
Palabras Que Duelen

Lo más difícil siempre es la despedida; el último adiós que diría.

— Miku Nakano, amada hija, querida hermana y madre de una hermosa hija. Hoy estamos aquí para el funeral de esta mujer; quien fue parte de nuestras vidas —

Aunque duela; tenía que estar ahí. El resto vestía ropas negras, todos con semblantes tristes y emociones negativas. Cayendo en lo profundo de su mente imaginan un mundo distinto; dónde estoy no había pasado la muerte de Miku. Pero era tarde para pensarlo, su hermana estaba muerta. Miku había muerto; tan sola en una habitación deprimente. ¿Podrían cambiar algo? Claro, pudieron cambiar. En la pena y el dolor; había esperanza para el cambio. Había posibilidad de cambiar, de retomar sus vidas de buena manera. No aferrándose al pasado, dejando ir lo que ocurrió y perdonando el acto. ¿Que era perdonar? Perdonar era tan simple de decir, pero muy complejo de entender. ¿Qué podrían hacer? Perdonar, aceptar la realidad y no cometer el mismo error; ellas debieron amarte.

— Marou ¿Quieres pasar a decir unas palabras? —

Y aunque duela decirlo tenía que hacerlo. Tembloroso subió al pequeño escenario; sus manos tiemblan y su corazón palpita incontrolablemente.

— Miku era mi... Ella era... —

No pudo contener sus lágrimas. Estaba claro lo que sentía; tristeza. Su hija había muerto; el suicidio de su hija le dolió.

— ella era mi hija, mi preciosa hija. Y se que todos los que estamos aquí la conocíamos mejor que nadie; era tímida, pero cuando te tomaba confianza era alguien dulce y amigable. Le encantaba la historia y le fascinaba cocinar. Era una excelente hija —

Marou miro a Aika. Ella le miro con ojos que reflejan el dolor; ya no sonríe.

— su muerte fue un impacto en nuestras vidas. Se que para todos lo fue: y lo que más duele es no poder volver a verla —

El resto paso a frente a decir unas palabras. Todos diciendo la misma palabra; "fue". ¿Pero por qué? ¿Se había ido? Para Aika su madre nunca se había ido; tan solo vagaba por el basto cielo. Tal vez en un mejor lugar. Incluso pensaba en ella como un ángel que alumbra las vidas de resto; ella creía en que su madre seguía aquí. Si bien, ella a muerto. Tan solo dejo este mundo; mas no su corazón.

AikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora