Capítulo XXXIII

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        Para cuando Khan volvió con Charles al Inframundo, había miles de parcas menores llenando no solo los pasillos del palacio de Hades, sino los alrededores del mundo de los muertos.

          A Charles le sorprendió, a Khan no porque su conocimiento sobre el mundo de los muertos se había juntado con el de Azra. Así que no había mucho que contarle al respecto, sabía que le estarían esperando.

          Mientras pasaban, las parcas menores hacían reverencias y bajaban la cabeza. No se atrevían siquiera a posar sus ojos en el Serafín que recorría sus pasillos como si los conociera de memoria. Y lo hacía, Azra lo hacía. A Khan le dolía el corazón cada que pensaba que cada cosa que conocía que no era de él, era suyo. Azra estaba en su interior y terminaría de desaparecer cuando él terminara su misión.

        Llegaron al salón de reuniones de mesa triangular. Allí estaban las tres grandes parcas, los jueces y los Señores del Inframundo, sentados junto a ella.

        Destiny hizo de todo para no ir a donde estaba Charles, notó que no era su Charles, sino el de hacía cien años atrás en el tiempo del Inframundo y veinte en el tiempo del mundo vivo. Le vio inclinar la cabeza hacia un lado y mirarla fijamente como si pudiera ver a través del antifaz (que no podía), su corazón muerto dio un latido... ¿Acaso era posible que la recordara? Seguramente no era eso, ellos ya se conocían en esa época y ya Charles sentía cosas por ella.

       Khan tomó asiento, como si fuera una costumbre ya, en el mismo lugar donde estaría Azra, entre Hades y Destiny. Charles se quedó detrás de ambos de pie, aún no asimilaba que estaba en el mundo de los muertos y seguía estando bien vivo.

         Library apareció al fin, flotando a dos metros de altura sobre el centro de la mesa. Khan la miró fijamente, por alguna razón ya no se sentía extraño al verla. Ella estaba distinta, desde sus manos hasta pasar sus codos la recorrían varias frases en lenguas angélicas que extrañamente él entendía pero como comenzó a moverse, no logró comprender del todo de qué  iban aquellos tatuajes, aunque supuso que quizá era la marca por lo que estaban haciendo.

       —Hécate conjuró las artes oscuras y abrió las puertas del infierno para desatar un mal que arrasó con la mayor parte del Mar sin Fin. Todos sabemos que eso ocurrió y todos sabemos que el tiempo ha sido cambiado.

        Porque solo un Serafín era capaz de manipular el Kairos y ser inmune al Cronos. No había precios por sus viajes en el tiempo, el precio que pagó era para ser convertido en el Serafín que pudiera hacerlo. Podía haber sido él o su padre o abuela, pero los demás estaban muertos en la otra realidad, él era el único con sangre de irin. Y debía ser un irin, porque los ángeles negros eran inmunes al Cronos pero no podían controlar el Kairos. Era la razón por la que Azra no había permitido que Lian muriera en aquel entonces, había creído ver a un irin hombre en una visión y creyó que era él, estaba tan equivocada.

        —Haremos lo siguiente —Khan se levantó, tan imponente como si fuera el mismo señor del Cielo y el Inframundo. Library había terminado de dar las explicaciones, era su turno de actuar—. Todas las parcas serán distribuidas por reinos tanto terrestres como marinos, para proteger a todos y cada uno de sus habitantes y mandar las almas perdidas a donde pertenecen, aquí. Nadie morirá.

       Hades odiaba la voz de Khan, odiaba su presencia y odiaba que por él su pequeña se hubiera ido, pero protestar no era opción. Library le haría callar al instante con su poder, si no es que el nuevo Serafín lo hacía primero.

          —Destiny y un grupo de mil parcas menores irán hasta Atlantis. Joy con un grupo del mismo tamaño estará en Ankara. Un grupo en tierra, otro bajo el agua. Dos mil parcas más estarán distribuidas por todo el Mar del Mar sin Fin, con el mismo propósito.

War of Hearts (Dark Angel IX)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora