Capítulo 13
Uranus salió con paso firme de la enfermería, pensando en sus opciones. Sabía dónde estaba Neptune porque ella misma se lo dijo en sueños, o eso es lo que creía. El coma en el que estaba debía impedir que pudiera soñar, o siquiera saber que el tiempo había pasado, pero por alguna razón, tenía sueños donde Neptune le hablaba, pidiéndole que despierte porque quería despedirse antes de morir. El sueño era demasiado real y repetitivo como para pensar que todo era producto de su mente. Sabía, en el fondo, que Michiru estaría en ese lugar y que moriría ahí mismo si no lograba alcanzarla a tiempo.
Una explosión la sacó de su ensimismamiento, venía de la dirección en la cual su yo del pasado había corrido. Bajo ningún motivo Haruka debía morir, por lo que corrió en esa dirección. A lo lejos la vio levantándose del suelo, tomándose el brazo. Al parecer, la explosión logró alcanzarla, aunque no la lastimó de gravedad.
-Haruka- le gritó Uranus. La aludida volteó, aún aturdida por el golpe. La sailor la tomó del brazo y la guio a un pasadizo cercano, donde había una puerta oculta. La empujó del brazo hacia dentro luego de abrirla -Sigue de largo, te deberá llevar a la sala contigua a la puerta del tiempo. Asegúrate de llegar a salvo -Haruka solo le sonrió y asintió con la cabeza, a modo de despido pero también de reconocimiento y reverencia. Se dio la vuelta y la puerta se cerró detrás de ella.
-¿Comandante? -una voz conocida la hizo voltear en esa dirección. Era Takao, con el rostro lleno de confusión pero también de esperanza -¡Comandante! ¡Es usted!- Takao sonrió, dejando de lado las heridas de su cuerpo -¡Despertó!- Uranus se acercó y tomo sus hombros, sonriéndole de lado.
-Soy yo, Takao, es un gusto verte de nuevo- vio las heridas de su general y continuó -no tenemos mucho tiempo, dime como está la situación- Takao se incorporó con orgullo, haciendo el saludo militar.
-Una parte del muro del sur se derrumbó, los hombres están pelando ahora, pero la moral está muy baja, nos están haciendo retroceder. Yo vine a pedir refuerzos...
-Llévame- fue todo lo que dijo antes de salir corriendo con Takao a su lado mientras le explicaba lo que había pasado hasta ese momento.
Cuando Uranus llegó, sus hombres dieron un grito de alegría pero también de alivio. Takeshi se acercó a ella y miró a Takao, que se encontraba a su lado. Uranus le asintió, confirmando que era ella. Sus hombres empezaron a arrinconar a algunas de las sombras, lo que provocó que estas se juntaran en un mismo lugar, un movimiento común que solían hacer para que su comandante pudiera dar el tiro de gracia y eliminar al enemigo. Esta vez no fue la excepción.
-Space Sword Blaster! -Uranus dirigió su ataque al grupo de sombras, destruyéndolas en un instante. El grupo levantó las espadas al aire y dieron gritos de victoria, gritando el nombre de su comandante.
-¡Uranus! ¡Uranus! -La sailor levantó su espada a modo de reconocimiento, para luego voltear hacia Takao y Takeshi y los guio a un costado.
-Ustedes deben quedarse a cargo, yo debo irme, no puedo quedarme más tiempo.
-Pero comandante... -empezó Takeshi -los soldados-
-Lo siento- le cortó -debo irme, Neptune... necesita mi ayuda, esto no terminará si no la encuentro- Takao y Takeshi se miraron entre si para luego ver nuevamente a Uranus. Ambos se cuadraron e hicieron el saludo militar.
-Entendido, mi comandante- dijo Takeshi.
-Nos vemos al final de la batalla- dijo Takao.
Uranus saludó de la misma forma, a modo de respeto pero también de adiós. Se giró y corrió fuera del muro destruido y buscó uno de los portales que la llevarían más cerca del lugar donde se encontraba Neptune.
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Reminiscencia
RomanceHaruka, aburrida de la paz después de la guerra, busca nuevas emociones y las encuentra en los piques de autos y en una cautivante mujer. Por otro lado, el futuro Tokio de Cristal está bajo ataque y S.Uranus, comandante del ejército, cae en coma des...