Capítulo 4
Entre juegos, risas y coqueteos mutuos pasaron las horas rápidamente. A esas alturas ya ninguna de las dos llevaba la cuenta de los juegos ganados o perdidos, ni tampoco de las miradas intensas ni los roces casuales.
-JA! Te lo dije –dijo Haruka levantando los brazos en señal de victoria –encesté todos.
-Felicidades, supongo que perdí.
-Te lo dije...- Se agachó a recoger los tickets que salían de la máquina de lanzamientos.
-Y ahora qué vas a hacer con todo eso? –Haruka miró alrededor y encontró a dos niños pequeños. Se acercó a ellos.
-Hey niños, tengan... -se arrodilló a su altura y les extendió la mano llena de tickets, los niños los tomaron felices -no es muy temprano para que estén aquí? No deberían estar en la escuela?
-La escuela? –Contestó uno de ellos –salimos hace una hora y vinimos aquí con mi mamá como premio por salir bien en los exámenes... Gracias por los tickets! –al terminar de hablar salió corriendo en dirección a su madre.
Haruka se puso de pie frunciendo el ceño y miró su reloj eran casi las 17. Entró en pánico y empezó a buscar el celular en sus bolsillos pero no lo encontró. Al parecer lo había dejado en casa. Pasó ambas manos por sus cabellos y las dejó al final de su nuca, en un claro gesto de preocupación. Asami al ver que algo pasaba se acercó a ella.
-Haruka? Está todo bien? –Haruka levantó la mirada y dejó caer su brazos.
-Lo siento, tengo que irme. Tenía un compromiso y no llegué, ahora van a matarme... -esto último lo dijo más para sí.
-No tienes que preocuparte. De hecho se hizo tarde sin darnos cuenta.
-Si... y al final no pudimos ver la moto.
-Es viernes, tienes casi una semana. Además, como te dije, es innecesario que compres otra. Es más, te prestaré la mía.
-También corres? –la miró incrédula
-Es en serio? Pensé que la idea de la damisela en peligro la habías dejado atrás a estas alturas.
-Si, si... perdón –sacudió la cabeza intentando concentrarse en la conversación –Sería genial si pudieras prestármela.
-No hay ningún problema, pero tendrías que probarla antes, no puedes lanzarte así a una carrera sin saber usarla bien.
-Si, en eso tienes razón... ¿cuándo? –Asami sonrió y con una mano tiró el cabello hacia atrás.
-Tan impaciente estas de verme de nuevo? –Haruka solo se sonrojó y bajó la mirada, pensando rápidamente que decir, sin embargo Asami continuó –sabes dónde encontrarme, sólo búscame cuando puedas que yo estaré ahí. Pero... -se acercó a su oído, susurrándole –intenta estar libre todo el tiempo necesario que no te dejaré ir así de rápido como hoy... -le dio un beso fugaz cerca a la comisura de los labios y se fue sin mirar atrás.
Haruka se había quedado inmóvil en el lugar. Por un lado sabía que tenía que irse a casa y rogarle a Michiru que la perdone, pero por otro lado, quería ir detrás de aquella chica e impedir que se vaya, aunque no sabía el porqué.
Salió del lugar rápidamente y se dirigió a su moto, subió y aceleró tanto como pudo, pensando en el camino que es lo que le diría a Michiru por no haber cumplido con su cita. Rogaba que al llegar a casa, Michiru la reciba con gritos y reproches y todo lo demás, cualquier cosa menos el silencio y esa mirada fría que ocultaba su dolor.
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Reminiscencia
RomanceHaruka, aburrida de la paz después de la guerra, busca nuevas emociones y las encuentra en los piques de autos y en una cautivante mujer. Por otro lado, el futuro Tokio de Cristal está bajo ataque y S.Uranus, comandante del ejército, cae en coma des...