Haruka se quedó de pie, totalmente helada, sin saber que decir o que hacer. Pluto, por otro lado, la miraba sin ningún tipo de expresión en su rostro. Solo la observaba. Haruka tragó saliva. Sabía que Pluto la había visto. ¿Se lo diría a Michiru? Se sentía juzgada bajo esos fríos ojos.
-Pluto... -intentó hablar –yo... no es... yo solo estaba-
-No estoy aquí para pedirte explicaciones, no es a mí a quien se las debes. Tenemos trabajo que hacer y no hay tiempo que perder –la interrumpió –es hora de irnos.
-Espera! De que habl- no tuvo de tiempo de terminar la frase cuando un humo morado las envolvió y las hizo desaparecer del lugar.
Segundos después aparecieron frente a las Puertas del Tiempo. Haruka abrió los ojos y miró alrededor rápidamente, como intentando reconocer el lugar. Vio a Pluto caminar sin decir una palabra y la detuvo, tomándola de la mano.
-Espera. Basta de tanto misterio. Dime que es lo que pasa y que estoy haciendo aquí o me regresas inmediatamente. –la soltó y Pluto dio la vuelta.
-Estas en el Siglo XXX. Los demás detalles te los daré dentro.
-¿En el siglo XXX? ¿Dónde está Michiru?
-Michiru no va a acompañarnos.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Sabe por lo menos que estoy aquí?
-Nadie sabe que estás aquí, Haruka. Hablemos dentro.
-¿Cómo que no sabe? ¿Te das cuenta lo preocupada que va a estar si ve que desaparecí así de la nada?
-De todas formas ibas a desaparecer toda la noche... -dijo más para sí.
-¿Qué?
-Tranquilízate. Cuando regreses ni siquiera sabrá que te fuiste.
-Bien... Aun no me dices que hago aquí.
-Entremos y lo sabrás. –Dijo siguiendo su camino. Esta vez Haruka la siguió sin decir nada más.
El camino se le hacía eterno. No tenía idea de que esperar o a donde estaban yendo exactamente, y sumándole a eso, el no saber que pasaba y porqué estaba ahí la desesperaban conforme pasaban los segundos. Cuando estuvo a punto de hablar y exigirle a Pluto una explicación, llegaron a una puerta que la Sailor del Tiempo abrió, dejando ver una pequeña sala.
Al entrar Haruka se quedó maravillada con la decoración del lugar. El aire de magnificencia se notaba en cada rincón de la habitación. Unos pasos que se acercaban a ella la hicieron desviar la mirada. La Neo Reina se acercaba con paso firme y elegancia. Ya no era su cabeza de bombón la que caminaba en su dirección, era una mujer madura que resaltaba, a los ojos de Haruka, aún más su belleza.
Al salir del pequeño trance se arrodilló a modo de reverencia. Plutó hizo lo mismo.
-Basta, chicas, no necesitan hacer eso... -Ambas se pusieron de pie y la Reina, sin poder contenerse, abrazó a la recién llegada, Haruka sonrió y la abrazó de vuelta. "A pesar de todo, creo que sigue siendo mi bombón" pensó divertida. Poco después Serenity deshizo el abrazo y sonrió. -Uranus... es decir, Haruka, bienvenida al Siglo XXX.
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Siglo XX
Ya era su turno de entrar al escenario. El repertorio había sido escogido por ella y el director de la orquesta sinfónica nacional. Recuerda la conversación que tuvo con él al momento de elegir el repertorio. "¿Por qué tantas melodías tristes?" le preguntó. Ella solo contestó que eran sus favoritas por el nivel de interpretación que requerían. Sin embargo, desde ese momento ella misma se preguntaba una y otra vez porqué escogió esas canciones. Sabía que tenía que ver con su estado de ánimo antes, pero ahora las cosas con Haruka estaban mejor, aunque muy dentro de ella sabía que algo no estaba bien.
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Reminiscencia
RomanceHaruka, aburrida de la paz después de la guerra, busca nuevas emociones y las encuentra en los piques de autos y en una cautivante mujer. Por otro lado, el futuro Tokio de Cristal está bajo ataque y S.Uranus, comandante del ejército, cae en coma des...