Una explosión lejana hizo que Haruka se despierte de golpe. Se incorporó y miró a su alrededor, intentando descifrar que había pasado y donde estaba. Recordó entonces que había pasado la noche con Michiru. La buscó con la mirada, pero no la encontró, ese lado de la cama estaba frío.
-¿Michiru? -la llamó, pero no obtuvo respuesta. Buscó alrededor la ropa que usó el día anterior pero no la encontró. En su lugar, vio la ropa con la que había llegado a ese lugar, doblada y colocada con cuidado en la mesa del tocador. A pesar de lo extraño de eso, decidió ponérsela mientras recorría la habitación -¿Michiru? ¿Estás aquí? He escuchado una explosión... -solo le respondió el silencio. Michiru no estaba.
Otra explosión hizo retumbar un poco las ventanas de la habitación, esta vez estuvo más cerca. Se transformó y salió apresurada a ver qué pasaba. Observó a los trabajadores correr por los pasillos, huyendo despavoridos. Decidió entonces correr hacia la sala de control mientras esquivaba a las personas a su alrededor.
Al dar la vuelta por uno de los corredores, vio una silueta familiar dando órdenes.
-¡Mars! -la sailor volteó a ver quién la llamaba
-¡Uranus! ¿Qué haces aquí?
-¿Qué está pasando?
-Estamos bajo ataque, así que vamos a evacuar el castillo. El protocolo Lunar se está poniendo en marcha. Debes ir con la Reina, si algo te pasa puede cambiar tu futuro.
-Es lo que menos importa ahora, ¿viste a Michiru? No la encuentro.
-No, pero es la única que no se reportó – la conversación seguía mientras Mars dirigía con sus manos a las personas.
-¿A qué te refieres?
-El protocolo tiene como principal característica reportar nuestras ubicaciones. Solo Neptune no se ha reportado, no sabemos donde está -esa información dejó a Haruka pensando. Hace unas horas estaba con ella y ahora desapareció.
-¿Cómo penetraron la barrera?
-Todavía no lo sabemos... Mercury está trabajando en eso.
-Iré con ella
-Uranus, solo ten cuidado. Debo irme -dicho eso la sailor del fuego desapareció de su vista. Haruka retomó su camino hacia la sala de control. Divisó la puerta cerrada y se acercó a ella, un scanner confirmó quien era y se abrió automáticamente.
-Mercury! -Haruka la llamó, pero no contestó, estaba concentrada viendo la pantalla a través de su visor mientras escribía rápidamente en el gran teclado de la sala de máquinas. En las pantallas se podía visualizar los lugares donde estaban atacando las sombras, así como las peleas que se estaban dando entre estas y algunas de las sailors. Además, en otra de las pantallas había un mapa de todo Tokyo de Cristal, donde mostraba la ubicación exacta de todas las sailors.
Todas, excepto una.
-Mercury, ¿qué paso? ¿Cómo penetraron la barrera?
-No la penetraron -contestó fríamente -la desactivaron.
-¿Qué? ¿Cómo que la desactivaron? -Mercury suspiró, dejó de tipear, desactivó su visor y volteó hacia Haruka.
-Alguien desactivó la barrera.
-¿Quién?
-...solamente nosotras podemos desactivar las barreras... -Haruka miró la pantalla del mapa, el símbolo de Neptune no estaba por ningún lado.
-...¿Quién? -dijo con la voz entrecortada.
-Haruka, deberías ir-
-¡¿Quién fue?! -gritó mirándola a los ojos.
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Reminiscencia
RomanceHaruka, aburrida de la paz después de la guerra, busca nuevas emociones y las encuentra en los piques de autos y en una cautivante mujer. Por otro lado, el futuro Tokio de Cristal está bajo ataque y S.Uranus, comandante del ejército, cae en coma des...