Tokio de Cristal - Futuro
Lo peor ya había sucedido. Sus poderes de Scout junto con la rápida intervención de los médicos habían logrado sanar completamente sus heridas. Sin embargo, seguía postrada en la camilla, con tubos conectados a sus venas y un respirador artificial. Ya no había ningún daño significativo, sin embargo Sailor Uranus había entrado en un coma profundo.
Sailor Neptune acariciaba su mano con la mirada ausente, como si sus pensamientos estuvieran lejos de ahí. El agudo sonido de la máquina que monitoreaba su corazón era lo único que quebraba el inhóspito silencio de la habitación. Venus, quien caminaba de un lado al otro, la acompañaba en la espera. Neptune levantó la mirada hacia el rostro tranquilo de Uranus y luego hacia Venus y sonrió con una mezcla de ironía y resignación.
-Nada de esto funcionará... -el tono de desesperanza en su voz hizo que Venus se detuviera en seco.
-¿Por qué lo dices, Neptune? – preguntó tanto con preocupación como con intriga. Su mirada volvió a descender hacia el rostro de Uranus. Levantó su mano libre y apartó unos cabellos rubios que caían rebeldes sobre su frente.
-Porque... es como si Uranus no quisiera despertar.
*********
Las gotas de sudor en su frente eran reflejo del esfuerzo que la Neo Reina Serenity estaba haciendo para que el cristal de plata interceda, otra vez, a su favor. El cristal reposaba en un pedestal, dentro de una habitación a la cual sólo ella y Sailor Pluto, quien estaba varios metros detrás de ella, tenían acceso. Con los ojos apretados y las manos alrededor del cristal, Serenity intentaba activar su poder pero era en vano. El cristal de plata había dejado de obedecer a los comandos de la Reina desde que Endymion murió cuando inició la guerra. Solo funciona cuando "considera" que es conveniente, como si tuviera voluntad propia. Nadie sabía la razón pero Pluto sospechaba que se debía a los deseos y sentimientos de la Reina, que inconscientemente impedían que el cristal de plata funcione.
Pluto se acercó y puso una mano sobre su hombro.
-Basta... por favor, detente mi Reina. – Serenity negó con la cabeza y pequeñas lágrimas empezaron a salir de sus ojos, apretándolos más fuerte. –No está funcionando... lo que ella necesita ahora es su presencia, no hay nada que pueda hacer por ahora, por favor deténgase.
Serenity bajó las manos derrotada y se dio la vuelta, abrazando a Pluto con todas sus fuerzas y llorando desconsoladamente sobre su hombro. La Sailor del tiempo la abrazó y dejó que llorara. Solo con ella podía mostrarse vulnerable de esa forma. Las épocas de juventud habían pasado hacia siglos, hoy era la Neo Reina de Tokyo de Cristal y debía comportarse como tal, incluso frente a las demás Scouts.
-Es mi culpa... -logro decir entre sollozos.
-No lo es, el cristal está...-
-No me refiero a eso –la interrumpió la reina, separándose y limpiando sus ojos, mirando fijamente al suelo... -es mi culpa que Uranus haya salido herida.
-¿Cómo podría ser su culpa si usted no estaba ahí?
-No estaba ahí pero... -levantó la vista, aun con los ojos llenos de lágrimas. Llevó un par de dedos a un lado de su cabeza –pero estaba aquí. –bajo la mano y se abrazó a sí misma. –Antes de ir a pelear... vino a despedirse de mí.
-¿Despedirse?
-Despedirse de mí como "su cabeza de bombón"... -levantó la vista y fijo sus ojos en Pluto. –Siempre estuve en su mente, pero nunca aquí –levantó una mano apoyándola en el corazón –ese lugar será siempre de Neptune.
ESTÁS LEYENDO
Reminiscencia
RomanceHaruka, aburrida de la paz después de la guerra, busca nuevas emociones y las encuentra en los piques de autos y en una cautivante mujer. Por otro lado, el futuro Tokio de Cristal está bajo ataque y S.Uranus, comandante del ejército, cae en coma des...