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De pronto una llamada entrante llamo la atención de los cuatro hombres.

—¿Lo tienen? .— Hablo una voz distorsionada por IA a través de la línea telefónica—.

—Lo tenemos.

—Pon el altavoz y quítale la mordaza. .—Uno de ellos retiró la mordaza de la boca del rehén—.

—¡por favor, les suplico que liberen a mi familia!

Por hablar sin permiso fue golpeado en el estómago y amenazado con un arma contra la nuca.

—Cierra la boca imbécil. Si no quieres que le pase algo a tu querida familia, lo próximo que salga de tu boca serán la información que el jefa pregunte.

—¿En qué habitación está quedándose Park Jimin?

Preguntó el hombre tras la llamada telefónica mientras subía sus pantalones después de haber violado a las dos mujeres.

—Habitación 2, piso F (4) .—Al obtener la información que necesitaban saber uno de ellos quitó el altavoz de la llamada—.

—Desháganse de él. Quiero que traigan al omega vivo.



Jimin se movía con intranquilidad sobre la camilla del hospital en medio de una terrible parasomnia.

Era la tercera vez en el transcurso de la noche que él despertaba gritando, llorando y con una mano en el pecho tras repetir en sus sueños el momento traumático que le había tocado vivir con ese horrible hombre.

Su cuerpo ardía y estaba hirviendo en temperatura, con mucho cuidado se sentó en la camilla del hospital y llevó una de sus manos a su frente, se sentía tan mareado y tenía la percepción de la realidad alterada. De pronto comenzó a escuchar ruidos en los pasillos.

Un escalofrío recorrió su cuerpo entero cuando escucho murmullos extraños, a pesar de saber que podría ser un médico o una enfermera en turno . Cuando los murmullos se desvanecieron inhaló un poco de aire y retuvo unos segundos antes de exhalar, a pesar de intentar relajar su cuerpo continuaba sintiéndose asustado, quizá pensar de la manera más paranoica posible lo haría salvarse, entonces recordó que aquel hombre que lo salvó colocó una tarjeta con su número en la mesa del frente.

Al observarla se apresuró a buscar con la mirada la silla de ruedas para poder transportarse hacía ella, al encontrarla se sentó con cuidado en el borde de la cama.

Llegar a la silla de ruedas sería un completo reto para él teniendo en cuenta que tenía una pierna lastimada y le habían realizado una cirugía en las costillas.

Con cuidado apoyo sus pies en el suelo cubriendo su boca con ambas manos al sentir un dolor inimaginable recorrer su cuerpo entero, Practicando ejercicios de respiración observó hacia el frente, no era momento de pensar en el dolor quizá su vida dependía de que subiera en aquella silla y llamara a ese hombre.

Cuando llegó a ella y logró sentarse sintió un gran alivió y al llegar a la mesa tomo la tarjeta y con torpeza comenzó a colocar el número telefónico en el teclado.

— Responde por favor .— Suplicó al ser mandado al buzón de voz —. Por favor...

Tratando de mantener la calma bajo todo el volumen del teléfono y lo guardo en el bolsillo del pijama; no tenía tiempo que perder, debía salir de ahí.

Rodó la silla hacía la puerta de la habitación y al asegurarse de que no había nadie la abrió con lentitud. Con cuidado y precaución observo el iluminado pasillo vacío.

BUSCANDO RUBIAS Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora