El Viaje a Asura, Tristina

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Al día siguiente, luego de que Silphy me despertara con besos y manoseos, disculpándose por su comportamiento de anoche , seguimos el camino, conmigo liderando el grupo, y Eris cubriendo mi espalda, aún estamos algo tensos por un posible ataque, pero era casi imposible que Aubert esté aquí; lo más probable es que estén esperando para atacarnos más allá del punto de control.
Durante el camino, Ariel ha conversado mucho con Luke, ¿sobre qué? La verdad, no tengo idea. Solo espero que lo esté convenciendo de que no soy el enemigo. Ariel ya sabe que ante el más mínimo intento de traición, enviaré a Luke al otro mundo.
Estaba perdido en estos pensamientos, cuando de pronto Ghislaine llegó a mi lado y me sobrepasó.

- Nos están rodeando, habrá que combatir.

- No, ya les dije, yo negociaré.

- Bien, iré con la princesa.

Eris ya estaba lista para el combate y se había adelantado.

- Eris, ¿qué haces? Retrocede, obedece.

Increíblemente, ella me hizo caso mientras miraba a su alrededor. Miré hacia atrás y Ghislaine hablaba con Silphy mientras
Ariel me cerraba un ojo coquetamente , pero manteniendo su sería compostura

Rudeus, hay unas cinco personas entre los árboles. Me dijo Eris

Se veían sombras entre los arbustos y árboles.

Tranquila, amor, déjame esto a mí.
Bien.

De pronto, un tipo salió de entre los árboles y nos bloqueó el camino, mientras unas 20 personas nos tenían rodeados.

Así que 5, ¿eh?

Pfffff, no me mires así, no soy buena contando.

¿Olvidaste todas las lecciones, cierto?

"No", me dijo muy roja y haciendo un puchero. Por un segundo, vi a la Eris de nuestra niñez en Roa.

Volviendo al bandido, tenía barba, abrigo de piel, un machete en el cinto y una antorcha apagada, ya saben, el típico rufián de los cuentos. Pensé que en cualquier momento saldría Robin Hood.

"¿Qué dice el eco en respuesta?", nos dijo con una fuerte voz.

"Tripas de conejo y el canto de un tordo."

Esta respuesta sorprendió al bandido, que no esperaba que supiera los códigos, abriendo los ojos como platos.

"¿Cuál es el polluelo del tordo?"

"La bellota rayada."

El tipo me miro aun más confundido, pero encogió los hombros levanto la mano, y los que nos rodeaban desaparecieron.

Bien síganme, dijo encendiendo la antorcha.
Cuando miré atrás para dar la señal de avanzar, todos tenían caras aliviadas. Eris estaba sonriendo y sus ojos brillaban.

"¿Eso fue increíble, Rudeus? ¿Qué le dijiste?", preguntó.

"Que queremos entrar a Asura y necesitábamos hablar con una contrabandista", respondí.

"¿Dónde aprendiste eso?",

"Él me lo dijo, ya sabes quién", contesté.

"Ya veo, te viste genial haciendo eso. Ojalá existieran esas cámaras de video de las que me hablaste para volver a verte negociar". Te veías muy genial

"Jajajajajaja, te amo Eris , me encanta cuando te sorprendes asi,".

"Y yo a ti", respondió ella, muy sonrojada y con una gran sonrisa.

Después de una hora de caminata por el bosque, llegamos a una cabaña que tenía resguardo para nuestros caballos.
Una vez dentro, el contrabandista nos habló.

Un Rudeus Diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora