Poner cara fuerte en medio del pánico

Capítulo 2 : Ataque de furia

En el momento en que Peter salió a la calle, su sexto sentido se convirtió en un zumbido en la parte posterior de su cabeza, como lo había sido la noche anterior. Peter vaciló un poco, en Nueva York seguramente había peligro, pero nunca había experimentado este nivel innato de peligro en todo momento.

  Dondequiera que haya terminado claramente no es nada bueno si su sexto sentido está actuando así, en ese momento dicho sexto sentido se disparó en advertencia y Peter se dejó empujar contra la pared, sin querer revelar sus habilidades en el entorno desconocido; quién sabía qué podría pasarle si alguien se enterara. Su cara fue empujada contra la dura piedra de la pared de ladrillos cuando una voz ronca dijo

"Dame todo lo que tienes". Peter suspiró resignado, no había dado ni 10 pasos y ya estaba siendo asaltado, maldiciendo su suerte con Parker.

 Cuando Peter no hizo ningún movimiento para sacar una billetera y darle algo al hombre, lo empujaron hacia atrás y lo empujaron contra la pared con más fuerza.

"Dije que me des todo lo que tengas", exigió el hombre.

"Audaz de tu parte al asumir que tengo algo", resopló Peter.

El hombre hizo una pausa, claramente no esperaba esta respuesta. Al momento siguiente, Peter estaba siendo arrojado al pavimento, un pie se cerró sobre su estómago y su sexto sentido gritó en advertencia, sus costillas aún no estaban curadas y una patada en el estómago no ayudaría. Probablemente debería haber detenido la patada, pero en absoluto. Dejó que el hombre clavara su pie en el torso de Peter, un crujido repugnante proveniente de sus frágiles costillas. 

Si había alguna duda de que estaban rotas antes, bueno, este hombre acababa de aclararla. Peter dejó escapar un gemido de dolor, no importaba cuantas veces se hubiera roto las costillas, siempre apestaron. 

El hombre simplemente se burló de él antes de alejarse calle abajo, sin duda yendo a buscar a alguien más a quien asaltar después de su fallido intento con Peter. Peter se levantó del pavimento, sin que nadie le prestara atención, ignorando su presencia. Imbéciles, a nadie le importó ayudar. 

Acunando su torso de una manera muy familiar en este punto, Peter continuó calle abajo, unas cuantas costillas rotas no le impedirían descubrir dónde estaba. ¿Tenía alguna idea de adónde iba? No, pero confiaba en que tropezaría con algo útil, como una biblioteca, y tal vez esperaba que su sexto sentido lo ayudara como lo había hecho la noche anterior. 

Entonces, siguió caminando, su estómago le recordaba que no había comido la noche anterior y que necesitaría hacerlo en algún momento hoy, especialmente con lo golpeado que estaba su cuerpo.

Había estado caminando durante unos buenos 10 minutos cuando su sexto sentido volvió a activarse, tal como lo había hecho con el atracador anterior. Peter se giró para enfrentar a esta persona, la ira, al rojo vivo y abrasador ardía en su núcleo, se abrió paso a través de su cuerpo, prendiendo fuego a su ser, sus ojos estaban nublados por este ardiente infierno de ira mientras enseñaba los dientes al asaltante y siseado

"Aléjate de mí, imbécil"

El atracador en cuestión se había puesto pálido, con los ojos muy abiertos mientras se alejaba de él, el pánico la impulsó calle abajo. Y Peter lo miró dos veces, el miedo en los ojos de la mujer. 

Miedo dirigido a él. No es que la gente no le tuviera miedo cuando era Spider-man, había miedo en los ojos de los criminales que derribó, miedo de lo que les pasaría ahora que fueron atrapados. Pero esto, esto era diferente, el terror crudo que vio en sus ojos... debido a él y sus acciones. 

Una ola de odio hacia sí mismo reemplazó la ira que se filtraba de su cuerpo, ¿de dónde diablos vino eso? Ahora bien, Peter normalmente no se enojaba rápidamente; de ​​hecho, rara vez se enojaba; se había vuelto muy bueno controlando sus emociones después de que la picadura de la araña había mejorado todo, incluidas sus emociones.