Capítulo 11: Trauma

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Peter se agachó y levantó un brazo para protegerse la cara mientras los escombros volaban hacia él.

Él no era Spider-man, no podía esconderse detrás de la máscara aquí, así que Peter se quedó encogido, dejándose golpear con cualquier escombros que se cruzara en su camino.

Su sexto sentido le gritaba que se moviera, pero se obligó a permanecer acurrucado. Una advertencia particularmente aguda de su sexto sentido hizo que Peter se estremeciera antes de que los escombros lo golpearan.

Golpeó a Peter en el hombro, enviando al niño hacia un lado. Él era solo un civil, ninguna persona normal sería capaz de mantenerse firme después de ser golpeada por concreto del tamaño de una pelota de baloncesto, por lo que se dejó desequilibrar.

Finalmente, los escombros dejaron de caer en cascada sobre Peter, pero pudo escuchar los gritos y llantos de otras personas, tanto en el edificio como en los alrededores. Personas que estaban heridas y asustadas, con el corazón latiendo como loco.

Pero en medio de todo este pánico, Peter podía escuchar la voz inconfundible de Nightwing calmando a la gente mientras los sacaba, salvándoles la vida, los latidos de su corazón eran un constante golpe, golpe, golpe, para que Peter pudiera concentrarse mientras sus sentidos eran asaltados por todos los gritando.

Había alguien más allí, una voz femenina resonando mientras ella también salvaba a los heridos, su corazón latía un poco más rápido que el promedio.

Era más nueva que Nightwing, menos segura de sí misma pero lo ocultaba bien con su forma de hablar; muy parecido a lo que había sido Peter cuando empezó.

Peter había ocultado su miedo e incertidumbre detrás de bromas rápidas y sonrisas falsas, aunque ella era mejor que Peter para ocultarlo.

Peter había recorrido un largo camino desde que comenzó, había mirado a varios villanos sin inmutarse.

Ciertamente tenía la capacidad y la fuerza para ayudar a Nightwing y a este otro héroe, pero con una ola de autodesprecio, Peter se puso de pie y se deslizó entre las sombras.

Los gritos de miedo y dolor se grabaron en el cerebro de Peter mientras despegaba, era un cobarde. Su vida no valía más que la de ellos, no merecía huir a salvo mientras sus vidas estaban en peligro.

Debería haberse quedado y ayudar, afrontando el riesgo de ser descubierto como meta y llevárselo.

Estos pensamientos se arremolinaban en la mente de Peter mientras regresaba y trepaba al techo de la estación de bomberos.

Peter se deslizó hacia abajo para hacerse un ovillo, con la cabeza apoyada en el borde del techo. Las lágrimas se deslizaron por su rostro mientras seguía escuchando a las personas heridas.

Sus gritos eran como puñales en su corazón, era un bastardo egoísta, debería estar ahí ayudando a esa gente.

Peter permaneció allí escuchando hasta que los gritos se calmaron cuando Nightwing y el otro héroe saltaron a la noche una vez más.

Ni 10 minutos después, Peter pudo sentir que había sido descubierto por Nightwing y escuchó cómo el héroe comenzaba a caminar hacia el niño.

Peter debatió entrar, escabullirse antes de que Nightwing pudiera alcanzarlo, pero lo pensó mejor, no quería que Nightwing se diera cuenta de que Peter sabía que estaba en camino; sólo haría que el héroe sospechara más de él.

Se había elegido a sí mismo sobre todas esas personas heridas, no haría que fuera en vano que Nightwing lo descubriera como un meta ahora.

El héroe aterrizó silenciosamente en el techo, incluso hasta las orejas mejoradas de Peter, y se dirigió cautelosamente hacia el niño.

Poner cara fuerte en medio del pánicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora