Vienes raíces

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Cuando Idia menos lo sentía, tenía encima dos bultos de tinta encima que parecían más una sanguijuelas atraídas por el color de su cabello, ambos asistentes eran inofensivos, algo idiotas y distraídos pero seguían siendo phantom's que buscaban de donde alimentarse; Lilia arranco a ambos bultos para arrojarlos lejos, entendía que esos dos tenían hambre aunque no sabía que precisamente podrían comer, había blot por todas partes y fue lo único que les pudo ofrecer para que dejaran tranquilo a Idia que se sentía asqueado porque sentía que le habían dejado baba en el cabello.


—acariciarlos se siente como acariciar una pechuga de pollo cruda—  Lilia acarició la espalda del bulto más grande.


—Lilia lávate las manos después de tocarlos, no sabes si pueden enfermarte como Fellow—  tomo de los hombros a su novio, intentando apartarlo pero Lilia se resistía, le gustaba aquella sensación pegajosa.


—no poseo magia, dudo que me llegue a pasar algo—  intento palpar al otro bulto que estaba felizmente comiendo  —¿podemos conservar a uno?—


—no son mascotas—  aclaro Idia.


—bien, ¿en que nos quedamos?—  Ort entró a la sala del trono, luciendo de nuevo una apariencia humana aunque había presencia de marcas de blot en su rostro  —¿que están haciendo?—


—la reina nos ha alimentado, piensa adoptarnos—  revelo Paco aún comiendo aquel blot que se les dio.


Ort miro confundido a su hermano y después miro a Lilia que seguía dándoles pedazos de blot que se encontraba en el suelo  —no quiero saber más al respecto—  subió hasta el trono, limpiando un poco con el uso de su mano para asustar dos pequeñas manchas que estaban ahí  —bien Nii-chan, solo siéntate y observa la magia—


Idia al mirar el trono hizo un gesto de desagrado, no estaba seguro de querer sentarse ahí sabiendo la cantidad de gérmenes que podía llevarse; no le gustaban por más que pareciera un otaku de dudosa higiene.


—no estoy seguro que ese trono sea hipoalergénico—  se acerco un poco, solo un par de pasos  —tiene gérmenes... millones de ellos andando por ahí—


—Nii-chan, solo siéntate en el maldito trono y ya—  Ort lo miraba con una expresión de que si no se apresuraba, lo sentaría a la fuerza.


—¿que tal si me enfermo?—  miraba la superficie del trono con asco.


Ort se acerco a él, tomándolo de las ropas para zarandearlo  —escúchame pedazo de... muchacho—  río de manera nerviosa, acomodándole las ropas   —tengo un asunto de vienes raíces que no puedo hacer esperar, así que si me haces el favor de sentarte, te lo voy agradecer muchísimo, el asunto de los gérmenes puede esperar uno o dos días en aparecer si esa es tu preocupación—


—¿me prometes que nada me va pasar?—


Ambos hermanos menores ya no lo soportaron más, obligando a Idia a sentarse en aquel trono que extrañamente comenzó a hacer que la tierra temblara, un resplandor azul apareciera hasta que en la cabeza de Idia apareció una corona de laurel; lo preocupante fue cuando comenzaron a escucharse susurros, Ort sabía que se trataba de los phantom con mayor uso de razón que estaban dando paso atrás a sus planes de revelarse e ir hacía la segunda puerta, hacía los Campos verdes donde el juicio era favorable para muchas almas, ya podía estar tranquilo aunque no sabía que iba a pasar si su hermano ponía un pie fuera del Inframundo.

El rey de los phantom (Twisted Wonderland Disney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora