POV SAMANTHA
- Gracias - Le dije fría a Vicky y ella solo me dio una sonrisa forzada. Fui a donde estaba Rocío ignorando todas las miradas.
- Samantha ¡Viniste con Vicky! Hubieras visto la cara de Isarel, casi muere celos - Dijo Rocío sonriente. Isarel, antes solíamos ser amigas.
Desafortunadamente, le conté lo de mi beso con Vicky ¡Maldita niña de trece años que le contaba a todas sus amigas! Por lo menos maduré en ese aspecto.
Desde el año pasado ella ha estado detrás de Vicky y digamos que odia a cada una de esas chicas que se acercan a ella… ¡Mierda! Isarel sabe de ese beso y vernos llegar así… ¿En qué me he metido?
- Solo se ofreció a traerme y ya, Rocío - Dije fría.
- Sí, y por dentro estabas saltando de la emoción cuando te lo pidió. Al igual que yo cuando vi la cara a esa estúpida - Dijo mi amiga y yo reí. Ella me conocía muy bien.
Entramos a la escuela y cómo odiaba la maldita atención. Nos dirigimos al auditorio donde teníamos la reunión con toda la escuela. Me senté con mi amiga y hablamos mientras esperábamos que todos se sentaran y mantuvimos silencio. Hasta que el señor Piqué empezó con su discurso.
Rocío y yo nos encontramos sentadas en una de las mesas alejadas de todos. Sí, después de varias horas aburridas, ya era hora del almuerzo. Vimos entrar a Vicky seguida por mi hermana, Mari y Laura y unas que otras chicas. Mi hermana se acercó a mí, Mierda, ahora toda la atención se centraba en nosotras.
- Pequeña, no te puedo llevar a casa hoy. Es que tengo que hacer unas cosas y… - La interrumpí.
- Como sea, Verónica. Iré caminando a casa si eso es lo que te preocupa - Dije seca. Subí la mirada y ahí estaba Vicky a su lado, mirándome fijamente, solo que con Isarel abrazándola - Ah, y no me vuelvas a llamar pequeña - Odiaba recordar el pasado, mi madre fue la primera en ponerme ese apodo.
- Perdón y Gracias hermanita - Dijo y me dio un beso en la frente. Todos se alejaron y se sentaron en su mesa. Isarel se sentó en las piernas de Vicky y no pude evitar sentir celos. No puedo creer que después de todos estos años siga enamorada de ella. Ese beso, ese maldito beso fue el causante de todo.
- Samantha, te estoy hablando - Dijo Rocío y yo quité la mirada de ellas.
- Oh, perdón.
- Sam, Sam, Sam. - Dijo Rocío y yo solo reí a carcajadas.
A la salida guardó unos libros en mi casillero mientras hablaba con Rocío. Me despedí ella y empecé a caminar, vi a Verónica hablando con sus amigos y otros dos chicos. No me quería imaginar que harían hoy. Claro, viernes. Eso explica todo. Mi hermana me miró y me sonrió. Estúpida. Yo le doblé los ojos y seguí caminando.
Pasé por un café que estaba cerca de casa y pensé ¿Por qué no? Entre y pedí unas galletas de chocolate con café. Me senté en una mesa alejada y empecé a comer. Tenía bastante hambre, un chico de cabello negro, liso y ojos marrones se sentó en mi mesa. ¡Sí, en la mía!
- Hola, pues cómo son las dos únicas personas, aquí tú estás sola, al igual que yo. Pensé que podía sentarme contigo - Dijo y sonrió. Su sonrisa era hermosa, yo también sonreía y envidiaba tanto su seguridad en sí mismo. Yo jamás habría hecho lo que él hizo.
- Hola, tranquilo. Pues para empezar me llamo Samantha ¿Tú?
- Me llamo Félix ¿Y qué hacías sola aquí?
- Pues probablemente lo mismo que tú - Dije y él sonrió al instante.
Y así duramos toda la tarde metidos en el café conociéndonos. Félix era muy divertido, hace tiempo no tenía una conversación con alguien, al parecer teníamos el mismo gusto musical, a los dos nos gustaba un simple plan.
-Muero por su último CD - Dijo mirándome a lo que yo sonrío.
- ¿Sí? Pues yo mi madre se lo pedí y pensó que a mi hermana también le gustaba, por eso compró dos. Lo que me llevaba a que obviamente uno no lo uso y… - Él solo sonreía.
- Samantha, ¿En verdad?
- ¡Sí! Ven, si quieres acompáñame a casa y te lo doy. Aparte ya oscureció, la casa está sola, ya que mi hermana salió con sus amigos – Dije y empezamos a caminar a casa. Reíamos por cualquier tontería en el camino. Debo admitir que el chico era genial.
Lo agarré de la mano mientras corríamos hasta que por fin llegamos a casa, entramos y… ¿Qué hacían ellos aquí? ¿No se supone que estarían de fiesta o algo así?
Nota de autor:
Está historia me está gustando mucho y espero que a ustedes también.
¿Qué tal su día?
- Ymiko_GG
ESTÁS LEYENDO
YOU'RE MINE (Rivers x young miko)
Ficción GeneralSamantha Rivera y María Victoria Arellano. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. María Vi...