Estoy tan molesta con ella, que no sé por qué me encuentro en su casa ahora mismo.
Pero sólo quiero saber la verdad.
Victoria se acercó a mi con una taza de chocolate caliente.La lluvia era bastante fuerte y hacía mucho frío.
-Gracias. - Dije y ella se sentó a mi lado.
-Perdón, de nuevo, no sé qué me pasó…
-Ya no importa. Sólo pídele perdón a tu madre, arruinaste todo hoy. - Dije dándole un sorbo al chocolate.
-Si, lo sé. - Dijo sacudiendo su cabello mojado - Samantha, lo que te voy a contar no es fácil..
Me acerqué a ella.
-La mejor manera de superarlo es aceptarlo. Es saber que lo que pasó, te hizo mucho más fuerte.
-No soy fuerte, Samantha, yo soy una cobarde que siempre huyendo de mis problemas.
-Para mí, eres la persona más fuerte que conozco. - Me recosté en el sofá y agarré su mano para que hiciera lo mismo, a mi lado. Ella me abrazó y escondió su cara en mi cuello.
Sabía que no sería fácil…
-Mi hermano tenía mi edad cuando murió. Él era la persona que más admiraba, él sí que era fuerte. Siempre hacia lo que quería, siempre tenía chicas detrás de él, tenía muchos amigos y siempre se iba de fiesta. Y eso yo lo admiraba mucho, ¿Sabes? Yo quería ser como él. Él siempre cuidó de mí, yo tenía unos 11 años en esos tiempos.
-¿El es, verdad? - Dijo Samantha.
-Si. ¿Recuerdas las carreras ilegales que hacían aquí?
-No…
-Estabas muy pequeña en esos tiempos. Aquí solían hacer carreras ilegales, carreras de la cual mi hermano era parte. - Oh Dios, le contaría todo a Samantha. La dejaré entrar. Dejaré que sepa mi pasado. Mi voz empezaba a quebrarse, ella empezó a sobar mi brazo de arriba abajo.
-Un día, estábamos todos en la mesa, mi padre, mi madre, mi hermano y yo…
Todos los recuerdos inundaron mi cabeza…
-¡No vas a salir hoy y ya te lo dije! -Le gritó mi padre.
-Tengo 18 años, ¡puedo hacer lo que se me de la puta gana! - Gritó. Estaba asustada, al igual que mi madre, siempre que peleaban era así.
-¡Mientras vivas en esta casa, no!
-Entonces me voy de esta mierda, me voy. - Dijo mi hermano levantándose de la mesa y yo lo perseguí con lágrimas en mis ojos.
-No, por favor, no… - Le supliqué, él me ignoró y luego entró a su habitación.
No quería que mi hermano se fuera. Me encerré en mi habitación y empecé a llorar mucho más. Luego, me quedé dormida.
-Vicky, Vicky… -Dijo Carlos mientras movía mi brazo. Él era el único que en esos tiempos me llamaba así.
Abrí los ojos lentamente y giré a ver el reloj, eran las dos de la mañana.
El pánico se apoderó de mí.
-¿Te vas? No, Carlos, por favor no. - Dije abrazándolo y él empezó a reír.
-No, Vicky, no me voy. Nunca te dejaré. - Dijo sacudiendo mi cabello - Voy a una carrera, si gano, serán dos mil dólares. ¿Sabes cuánto es eso? Te podré comprar lo que quieras. Pero necesito que me cubras, bajaré por tu ventana y saldré por la puerta del patio trasero.
-Yo… No lo sé…
-Vamos, Vicky, ¿Acaso tienes miedo? No me pasará nada.
Y me convenció. Lo ayudé a bajar por mi ventana sin que hiciera ruido, luego lo vi salir por la puerta trasera.
Mañana vendría y me contaría como le fue. Sonreí al saber que lo de hoy era sólo una pelea y que no se iba.
Me quedé dormida de nuevo. Pero esta vez no me levantó mi hermano. Esta vez me levantaron ruidos de abajo.
Escuché a mi madre llorar, mi corazón empezó a latir con fuerza. Algo había pasado. Algo no estaba bien.
Mi hermano.
Bajé las escaleras corriendo y había policías en mi sala, junto mi madre y mi padre.
-Vic, sube. - Dijo mi madre.Me acerqué a ella.
-¿Qué pasó, mamá? - Dije con la voz entrecortada.
Mi padre se acercó a mi hecho una furia.
-¡Fue por tu culpa! ¡Por tu culpa tu hermano tuvo un accidente! ¡Tú lo ayudaste a escapar! -Gritó y mis lágrimas inundaron mis mejillas.
-¡No, Carlos, no! - Dijo mi madre empujando a mi padre para que no se acercara a mi.
Los policías sacaron a mi padre de la casa, mientras él me gritaba cosas horribles. Mi madre se acercó a mi abrazándome y yo me escondí en su pecho.
-¿Dónde esta Carlos, mamá? ¿Dónde está?
Ella no podía dejar de llorar, al igual que yo.-Se fue, Vic.
━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━
Victoria no podía dejar de llorar contándome esto. Incluso hasta temblaba. Ella estaba más rota de lo que pensaba.
-No sabes, Samantha, como en los siguientes años, mi padre decía que yo era la culpable de su muerte. Incluso me gritaba que la que debió haber muerto era yo. ¡Me hacía sentir como un maldito desperdicio de espacio! - Ella se sentó y pateó la mesa, haciendo que la taza de chocolate caliente cayera.
-Vicky, cálmate, ven. - Dije con lágrimas en los ojos.
Eso era lo que le molestaba, eso era lo que intentaba esconder tan dentro de ella hasta poder olvidarlo, pero falló. Dejaba que esos recuerdos la consumieran.
La abracé, la abracé como nunca. Era un abrazo que sólo demostraba algo: siempre estaré aquí.
-Una vez me golpeó, diciendo que yo había destruido nuestra familia. Samantha, no tienes idea de todas las cosas que llegué a hacer, con tal de olvidarme de todo. - Me dolía tanto ver a Victoria así, sé que estaba sacando todo.
Pero no dejaré que se derrumbe más. Estaré ahí para ella, intentaré robarle cuantas sonrisas. pueda, como ella lo ha hecho conmigo.
-Ya no quiero hablar más de esto, pequeña, por favor… - Dijo entre lágrimas.
-¿Sabes que te quiero y que siempre estaré aquí, verdad? - Le dije cerca de su rostro.
- Sí, pequeña, lo sé. -Dijo dándome un beso y luego recostó su cabeza en mis piernas, empecé a sobar su cabello y pronto se quedó dormida.
Nota de autor:
Holas, domingo de actualización. En este cap están entrelazados los dos Pov entonces ajá para que no se confundan.
¿Que tal su semana?
— Nix ִֶָ࣪☾.
ESTÁS LEYENDO
YOU'RE MINE (Rivers x young miko)
General FictionSamantha Rivera y María Victoria Arellano. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. María Vi...