POV SAMANTHA
Suspiré. Félix y Rocío no dejaban de ser extremadamente cariñosos.
—Lo que Samy tiene que hacer es ponerse jodidamente sexy para esa fiesta y conseguir un chico o una chica — Dijo Félix. Ya era mucha la confianza con Félix que le había hablado de mis preferencias.
—Si y lo que probablemente consiga es a alguien diciéndome que si en su casa o en la mía o en el baño. ¡Vamos Félix!
—Oh, tienes razón. Igual mueres por Vicky y no te fijarías en nadie más. Cuando te digo que esta chica está enamorada, es porque está enamorada. — Le dijo Rocío a Félix señalándome.
—¿Ella irá a la fiesta con tu hermana? — Dijo él.
—No, por eso no estoy preocupada. Ellas odian a Iván, no Irán a esa fiesta jamás.
—¿Pero ellas no estarán en casa? Digo sabes cómo se pondría tu hermana si te ve salir. — Dijo Rocío preocupada.
—No lo creo… Ella nunca está en casa un viernes por la noche.
—¿Irás conmigo a la fiesta? — Le dijo Rocío Félix mientras le hacía carita de perrito.
—Claro que si, hermosa — Y le dio un beso en los labios.
—Pero sigo aquí, eh — Dije y ellos empezaron a reír.
Seguimos hablando y alguien entró al café. Voltee a ver quién era y ahí se encontraba Iván, que nos miramos fijamente y ¡Mierda! Venía a saludarme.
—Hola. — Les dijo a Rocío y a Félix, a lo que ellos respondieron igual. — ¿Me la pueden prestar un momento? — Ugh. Ahora qué me iba a decir. Él me llevó afuera y empezó a hablar.
—¿Sí irás? Muero porque estés ahí y bailemos toda la noche.
—Si, supongo.
—Bueno entonces, te veo ahí preciosa. — Dijo dándome un beso muy cerca de los labios y se fue. Me dirigí donde mis amigos y ellos me empezaron a molestar por lo sucedido, al parecer, lo vieron todo.
—¿Entonces a qué horas las paso a recoger hoy? — Dijo Félix mientras pagaba.
—A las nueve está bien. — Dije y nos subimos en su carro, él nos dejaría en el centro comercial para elegir lo que nos pondríamos hoy.
Rocío se despidió de Félix con un beso y entramos.
—Vaya y después la enamorada soy yo. Dije y ella empezó a reír.
Después de ir a casi todas la tiendas, ya Rocío había encontrado lo que quería y yo me estaba probando el último vestido.
—¡Vamos, sal! Se que te quedará perfecto.
Salí y si. Me quedaba perfecto. La cara de Rocío lo decía todo. Era un vestido negro, se podían ver mis curvas y era algo corto.—¿No te parece que está muy corto, Rocío? Podríamos elegir otro…
—¡No, no y no! Ese está perfecto.
Lo pagamos y nos dirigimos a mi casa. Allí Rocío me maquillaría, ya que ella es una experta en eso.
Cuando llegamos nos metimos en mi habitación y nos empezamos a arreglar. Pusimos la música a todo volumen, al fin y al cabo estábamos solas en casa.
Ella ya está terminando con mi maquillaje y no dejaba de decir lo perfecta que me veía.
—¡Si me pudiera ver todo sería mejor!
—Ya estoy terminando. Cálmate.
Cuando terminó, me dijo que me pusiera los tacones para que estuviera lista. Me los puse y me vi en el espejo. Me veía… ¿Esa soy yo? Dios estaba muy… ¿Sexy?
—¿No te parece mucho? Digo es que…
—¡Cállate Samantha! Te ves provocativa y sexy.
—Esta es la última vez que voy a una fiesta contigo.
—Samantha, siempre me dices eso y siempre vas conmigo.
—Te odio.
—Me amas. — Dijo y empezó a reír.
Minutos después ya estábamos listas y Félix le envió un mensaje a Rocío diciendo que en cinco minutos estaría ahí. Apagué la música y ordene mi cuarto.
Empezamos a bajar las escaleras y cuando iba a salir, sentí la voz de mi hermana. ¿Cómo? Mierda, mierda y más mierda.
—¿Samantha? — Dijo Verónica. Yo voltee y me dirigí donde estaba ella y sus amigos. Ahí estaba mi Vicky. Bueno, Vicky y no dejaba de mirarme. Bueno al igual que Mariana y Laura.
—¿A dónde crees que vas Samantha?
—¿Pues a dónde crees que voy, Verónica? — Genial, otra pelea con mi hermana. Sabía que no duraríamos mucho tiempo bien.
—A la casa de ese imbécil? ¿No te dije que no te acercaras a él? Además, mírate, ¿Sabes cuántos chicos van a estar viéndote así? No vas a ir a ningún lado.
—¿Perdón? Iván me invitó. Fue algo así como “Vas a bailar toda la noche conmigo preciosa”. Y Yo también tengo derecho a divertirme. — Sentí el carro afuera. Félix había llegado. — Y ya llegaron por mí. Adiós. — Dije y me fui con mi amiga. No me quedaría en casa. No y no.
Nota de autor:
Quiero decir que la relación de Rocío y Félix me tomo por sorpresa, no me acordaba de esa parte.
Y actualice entre semana, estoy siendo muy productiva.
¿Qué les pareció?
- Ymiko_GG
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YOU'RE MINE (Rivers x young miko)
General FictionSamantha Rivera y María Victoria Arellano. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. María Vi...