POV VICTORIA
Estábamos en casa de Verónica donde siempre nos reunimos, para planear lo que haríamos hoy. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no escuché nada de lo que mis amigos decían. Se escuchaba música bastante alta de arriba, Samantha. ¿Estaría bailando? No lo sé. Pero moría por verla. Después, apagó la música, supuse que vería una película o algo así. Ella ama las películas.
—¿Samantha? — Dijo Verónica. No pude evitar voltear.
Mi corazón latía con fuerza. Mis ojos no podían creer lo que veían. Samantha… Joder, joder, joder. ¿Es que por qué está chica tiene que ser tan perfecta? No lo comprendo. Me quedo como una imbécil mirándola y más cuando se acercó a su hermana. Sus piernas, sus curvas, su maldito cuerpo.
Volví al planeta tierra. ¿A dónde coño iba? ¿A la fiesta de…? No, imposible. No lo creo ellos no…
—¿Perdón? Iván me invitó. Fue algo así como “Vas a bailar toda la noche conmigo preciosa”. Y Yo también tengo derecho a divertirme. — Sentí la furia recorrer mi cuerpo. Si antes Iván me caía mal, ahora lo odiaba ¿Por qué ella aceptó ir? ¿Acaso le gusta? No puede ser. No, no había manera en el infierno que le gustará… O de pronto, yo solo lo digo para sentirme mejor. Pero no, ¡Puta mierda! — Y ya llegaron por mí. Adiós. — Y se fue con su amiga.
—Vamos a ir a esa fiesta — Dijo Verónica. Me había leído la mente. Solo quería buscarla y llevármela a cualquier lugar, no quería que estuviera ahí. No quería que estuviera con él. No quería que pusiera sus sucias manos en mi chica. No quería que la invitarán a bailar, ni que le coqueteen, ni que la inviten a tomar algo. Qué irónico, odio que las chicas sean celosas y yo ahora mismo estoy jodidamente celosa. Bueno, las entiendo. Pero, ¡Mierda! ¿Cómo? ¿Desde cuándo ella tenía planeado ir? Verónica es una imbécil, nunca se da cuenta de nada.
Nos subimos a la camioneta de Vero y ella condujo hasta la casa de Iván. Está mierda está repleta. Chicas y chicos, alcohol, drogas, habitaciones, baños, música, una piscina en la parte de atrás… ¿Qué más se puede pedir? Entramos y la música estaba demasiado alta había tanta gente. Parejas en las esquinas besándose, condones, cigarrillos, botellas, más parejas besándose, otras bailando, chicos coqueteando con chicas. Está fiesta estaba fuera de control, si Iván no fuera el que hizo la fiesta y mi chica no estuviera aquí con él, probablemente la estaría disfrutando y mucho.
—Juro que cuando lo vea, le voy a partir la cara a ese imbécil, lo voy a hacer sangrar tanto que… — Mariana se acerco a nosotras.
—¡Heeeeey! Ya la vi. Déjala disfrutar un momento, ¿Qué tal pierda su virginidad está noche? — Juro que mataría a Mariana.
—Vuelves a hacer un comentario así y juro que no solo Iván va a terminar mal hoy — Dijo Verónica.
—Hey, cálmate Vero. No está haciendo nada malo, déjala disfrutar. Tú haces lo mismo.
—¿Disfrutar? ¿De que? Ese maldito no le pondrá sus manos encima jamás a mi hermana.
—Parecemos cuatro niñeras.— Dijo Laura.
—Joder, deja de quejarte, ¿Si? Lo único que tenemos que hacer es sacar a mi hermana de acá.
—¿Cuáles son tus planes, Verónica? ¿Ver a tu hermana con Iván? ¿Ir, partirle la cara y llevártela? Acaban de arreglar todos sus problemas, lo vas a joder todo otra vez. — Dije intentando calmarla.
—¿Sabes? Tienes razón. Mi hermana siempre habla contigo o no se, solo búscala y convéncela de ir a otro lugar. Cómo le pongas una mano encima, Victoria, juro que destrozaré tu culo.
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YOU'RE MINE (Rivers x young miko)
General FictionSamantha Rivera y María Victoria Arellano. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. María Vi...