Capítulo 7 | Explotar

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POV SAMY

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POV SAMY

—Hola – Dije muy fría.

— Hola mama, ¿Cómo has estado? - Dijo Verónica dándole un abrazo.

— Aquí lo que importa es como están ustedes – Dijo mi madre, sonriéndonos. Yo doblé los ojos. — ¿Pasa algo, cariño? - Dijo acercándose a mí ¿Por qué me tiene que decir así?

— Sí, tú – Dije mirándola por primera vez a los ojos.

— No le prestes atención, mama. Ya sabes, sigue siendo una niña grosera y malcriada. — Dijo Verónica. No sé qué sentía en ese momento. Algo como rabia y tristeza. Solo quería desaparecer.

— ¿Alguna vez han eso de que tu familia te tiene que apoyar, estar ahí para ti y hacerte sentir querido? Pues con ustedes es todo lo contrario. Son una mierda, ¡Las dos! Tú, Verónica, eres solo una imbécil que está pendiente de chicas, sus amigos, sexo y alcohol. Tú, Rosario, no creo que te pueda llamar 'mama' otra vez. Nunca están ahí. ¿Esto es a lo que ustedes llaman una familia? ¡Está muy lejos de serlo! A veces solo quisiera desaparecer o irme lejos. Lejos de aquí, ¡Alejarme de todas las personas que me rodean! En especial de 'mi familia'. Ahora no finjan que yo soy el problema, ni siquiera se atrevan a hacerlo. Las odio tanto. — Dije entre lágrimas. Por fin, por fin me había desahogado. Sabía que algún día explotaría.

Verónica tenía una mirada triste y solo miraba abajo. No me atreví a ver a Rosario. Subí a mi habitación y cerré la puerta de un portazo, me tiré en mi cama a llorar como hacía siempre. Empecé a gritar contra la almohada. Odiaba esto. Odiaba todo.

POV VERÓNICA.

Todo lo que dijo Samantha era cierto. Nosotras estábamos muy lejos de ser una familia. Me dolió tanto lo que dijo, fue tan sincera. Toda esta familia se fue a la mierda desde que papá murió y Samy era la más cercana a él. Era su mejor amigo, era su todo. Tenía ganas de abrazarla, de decirle que la mamá más que nada, pero ella no me querrá ni ver. Todos estos años he sido una imbécil con ella.

¿Cómo era capaz de siquiera dejarla que se viniera sola de la escuela a la casa? ¿Solo porque tengo que hacer algo con mis amigos o con chicas? Eso es verdad. Siempre los pongo a ellos primero que a ella. Soy una puta decepción.

—Mamá, yo...

— Creo que debería irme mejor. Dile que la amo - Pronto cogió todas sus cosas y se fue. Todo empeoraba. Todo.

Me senté en el sofá y me puse a pensar muchas cosas. Suspiré. Mi teléfono empezó a sonar.

—Hey Verónica, no te imaginas. Probablemente, esa fue la mejor follad... — La interrumpí.

— No estoy de humor, Victoria.

— ¿Pasó algo? Sabes que me puedes contar.

— Sí, Samantha...

— ¿Qué? ¿Le pasó algo a Samantha? ¿Dónde está?

— Sabes que vino mamá y todo se salió de control, ella solo dijo lo que ha sentido todos estos años. Ella empezó a llorar y nos dijo que nos odiaba. Fue horrible ver a mi hermana así.

— Espera, voy para allá - Dijo y colgó.

Diez minutos después Vicky estaba aquí, se sentó en un sillón y yo le expliqué mejor.

—Es horrible. He sido toda una imbécil con ella. Mamá y yo nunca hemos estado para ella cuando más nos necesitaba, ¡Ella nos necesita! Y yo solo me preocupó otras cosas. ¿Sabes cuántas veces la he escuchado llorando? ¡Todas las putas noches! Pero yo soy una cobarde como para preguntarle qué le pasa o decirle que todo va a estar bien, pase lo que pase.

POV VICKY

Quería tenerla en mis brazos. Abrazarla, protegerla, estar ahí para ella como nunca nadie lo ha estado. Decirle que todo iba a estar bien al final.

Pero eso era imposible.

Me sentía como una mierda sabiendo que ella estaba así.

Maldita impotencia. Solo quería robarle una sonrisa, hacer que todo el dolor que siente se fuera. La quería tanto, me estaba volviendo loca. Solo la quería conmigo, a mi rubia.

Mía.

Estaba tan perdida en mis pensamientos que no me di cuenta de que estaba bajando las escaleras. Ella... Tenía un suéter de Batman con unas medias negras. Ella esquivó mi mirada, se nota que estaba llorando.

— ¿Y Rosario? - Le preguntó a Verónica.

— Mamá se fue, Samy. — Ella dobló los ojos.

— Maldita cobarde - Dijo y subió hasta su habitación.

No aguantaba más. No podía. Tenía que hacer algo, tenía que hablar con ella.

— ¿A dónde vas? - Dijo Verónica mientras veía que subía las escaleras.

— Al baño. — Mentí.

Toque su puerta.

—No quiero verte, Verónica. — Abrí la puerta con cuidado y ahí estaba ella, sentada viendo por la ventana. Volteo y me miró. — ¡Y a ti mucho menos! - Dijo y se empezó a acercar a mí para sacarme de su habitación. Yo tenía más fuerzas y cerré la puerta.

— Solo quiero hablar contigo. ¿Te podrías calmar?

— ¿Qué es lo que quieres? - Dijo y me senté en su cama.

— Yo sé que cómo te sientes, pero lo peor es encerrarte en tu propio mundo y deprimirse.

— ¿Tú qué sabes? ¿Verónica te lo contó, verdad? Es una imbécil.

— Créeme, yo sé lo que se siente. Perder a la persona que más quieres y sentir que nadie a tu alrededor te puede comprender como esa persona lo hacía. Sentirse sola.

— Tú no sabes nada.

— Sí, Samantha. Yo perdí a mi hermano Carlos hace muchos años y no sabes lo mucho que me deprimí. Incluso pensaba en quitarme la vida. — Ella se sentó en la cama y me miró - Pero después comprendí que eso era lo peor que podía hacer, deprimirme. Hice muchas cosas que jamás pensé que haría... Todo fue un desastre. No me gustaría que pasaras por lo mismo, simplemente no quiero que estés así.

— ¿Qué cosas hiciste? Digo, si se puede saber.

— Un amigo me dijo que para olvidar todo por un momento lo mejor era drogarme. — Ella abrió la boca sorprendida - Incluso me hacía daño a mí misma, golpeaba las paredes con fuerza e incluso rompí el espejo que tenía en mi cuarto. No quiero que nunca pienses en hacerte daño, pequeña, nunca.

— ¿Por qué haces esto?

— Me importas, Samy. Aunque no lo creas. — Ella se acercó a mí y me abrazó. Y me di cuenta de que todo lo que quiero estaba ahí, conmigo. Todo lo que siempre he deseado.

— Creo que deberías de hablar con Verónica.

— No quiero. — Dijo ella escondiéndose en mi pecho. — Hablando de ella, ¿Dónde está? Digo, si te viera aquí ya te hubiese matado. — Yo reí.

— Pues le dije que iría al baño - Ella empezó a reír y me sentí completa. La había hecho reír.

— Vicky...

— ¿Sí?

— No quiero que te vayas.  

Nota de autor:

¿Qué tal su semana? ¿Cómo la están pasando?

- Ymiko_GG

YOU'RE MINE (Rivers x young miko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora