POV VICTORIA
Sonó el timbre. Mierda, ¿Quién tiene que venir a interrumpir ahora?
-Mejor me voy, es tarde. - Dijo Sarah mientras se levantaba de mi cama. Se tapaba con las sabanas. "Cómo si no la hubiera visto desnuda hace poco" Pensé.
-Te acompaño. - Dije haciéndome la preocupada. Probablemente sea Mauro el que esté tocando, le presumiré un poco con quien acabo de estar. Esta chica es sexy.
Bajamos y ella abrió la puerta. "Mauro debe estar en shock" Reí para mis adentros. No podía esperar a ver su cara.
Me acerqué a la puerta.
¿Alguna vez han sentido como tu mundo se detiene? ¿No puedes moverte, decir ni una sola palabra? Así estaba yo justo en ese momento. ¿Qué hacía ella aquí? Me encantaría desaparecer en este preciso momento. Nos mirábamos fijamente, las dos no decíamos nada. Sarah me sacó de mis pensamientos, se despidió de mí dándome un beso en la mejilla y se fue. Samantha seguía ahí mirándome. No era capaz de decir algo.
-Supongo que llegué en un mal momento. - Dijo ella entrecortada, con la mirada baja.
-No, espera Samantha... - Ella se estaba yendo. La agarré del brazo con delicadeza y ella volteó.
-No, Victoria. No tienes que decir nada. Déjalo, no pasó nada. - Dijo y se fue. Todo es una mierda, una horrible mierda. Cerré la puerta de un portazo. ¿Por qué todo tiene que estar tan jodido? ¿Por qué? Me dirigí a la sala y vi la botella de cerveza que estaba en la mesa que tomaba unas horas atrás. La cogí y la arrojé haciendo que los vidrios se estrellen contra el suelo.
Soy una cobarde. ¿Por qué no me atrevo a decirle que la quiero? ¿Por qué tengo que seguir con esto de estar con cualquier chica que se atraviese en mi camino para olvidarla? ¡Esa mierda no sirve! Maldito Mauro y sus estúpidos consejos.
Ella nunca me querrá. Somos demasiado diferentes. Ella es especial y yo soy todo lo contrario. Una chica jodida que no tiene idea de qué hacer con su maldito futuro.
Por más que intente olvidarla, es imposible.
¿Es que acaso es esto lo que quieres? ¿Olvidarla? ¿O seguir intentando un poco más? ¿Cuánto más vas a aguantar? ¿Te quiere tanto como tú la quieres a ella? ¿Serías capaz de cambiar por ella? Le importas ¿Pero cuánto?
No sé cómo, Samantha. Pero juro que demostraré que te quiero.
POV SAMANTHA
Claro que duele. Si mi día estaba yendo mal, ahora estaba mucho peor.
¿Por qué Victoria tenía que ser así? ¿Por qué tenía que ser esa chica que siempre me hace sonreír, me escucha y entiende pero a la vez esa idiota que no me quiere como yo la quiero? ¿Por qué tiene que ser esa chica que tanto me encanta?
No paraba de llorar sentada en esa banca del parque.
¿Por qué tiene que ser tan importante para mí? Cómo te odio Victoria, te odio, ¡te odio!
Mi celular empezó a sonar. Iván. ¡Iván! Claro, él me puede ayudar a olvidar a esa imbécil. No me importa si Verónica lo odia, puedo hacer lo que quiera. Aparte, es atractivo… Odio su personalidad tan arrogante pero eso es lo que menos importa, sólo necesito cualquier chico que me haga olvidar a Victoria.
-Hermosa…
-¡Iván! ¿Cómo estás?
-Muy bien preciosa. ¿Qué estás haciendo?
-Pues… - Vamos piensa algo, Samantha. Tienes que empezar con todo esto rápido. – En casa, aburrida…
-¿No querrías divertirte un rato?
-Sí, claro. - ¿En qué mierda me estoy metiendo?
-¿Puedo pasar por ti en media hora? Juro que no te arrepentirás.
-Me parece perfecto. – Dije mientras reía.
-Nos vemos preciosa.
Fui directo a mi casa después de la llamada. Oh Dios, Samantha… Le atraes a este chico, sí. Él también te puede atraer a ti, sólo tienes que darle una oportunidad. ¡Tienes que olvidar a Victoria!
Sentí la bocina del carro. Iván ya estaba aquí. Abrí la puerta y él estaba apoyado en el carro mirándome. Se veía sexy, pero nunca como Vicky… ¡No, no, no! Se veía muy sexy, más que nadie que haya visto antes.
Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla. Me abrió la puerta y entré al carro. Él hizo lo mismo.
-¿A dónde quieres ir?
-No lo sé, pensé que tenías algo planeado. No tengo nada en mente.
-Podemos ir a mi casa y después a una fiesta que queda cerca. Pero no quería incomodarte y por eso te doy la opción de elegir. - ¿Qué? ¿Es que acaso está loco? ¿Estar a solas con él y después una fiesta?
-Pensándolo bien, si tengo algo en mente. ¿Podríamos ir al… Cine? – Él sonrió.
-Si eso es lo que quieres.
Ya nos encontrábamos haciendo la fila para comprar las palomitas y entrar a la película. Íbamos a entrar a “La cabaña del terror”. La eligió él. Películas de terror que producen todo menos miedo, no sé qué pasa con Hollywood.
Entramos a la sala y nos sentamos. Esta película estaba bastante aburrida y ya las palomitas se habían terminado.
Si me tocaba tomar la iniciativa, entonces lo haría. Agarré su mano y me voltee a mirarlo. Él sonrió. Oh Dios Samantha, no puedo creer que vayas a hacer esto. Me acerqué a él lentamente y él me agarro de la cintura.
Mis labios hicieron contacto con los suyos.
No sé cómo, Victoria. Pero juro que te voy a olvidar.
Nota de autor:
Bueno esto se está poniendo bueno.Vicky tiene la manía de tirar cualquier cosa de vidrio al suelo, en todas las historias al parecer.
Nos leemos después<3
— Nix ִֶָ࣪☾.
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YOU'RE MINE (Rivers x young miko)
General FictionSamantha Rivera y María Victoria Arellano. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. María Vi...