Alya Blythe y la piedra filosofal

Una amiga

POV Alya

Salimos de Gringotts con el dinero y Emmeline nos llevó a la tienda de Madame Malkin, ahí una bruja rechoncha con vestimenta malva nos recibió, o, mejor dicho, me recibió a mí pues me dejaron solita con esta extraña, para ahorrar tiempo la Sra. Vance y mi mamá salieron para comprar otras cosas mientras a mí me median la túnica.

"Me recuerda a las veces que esperé a mamá en la fila del supermercado"

-tranquila, querida – dijo la propietaria del local -. Toma asiento mientras termino con algunos trabajos

Dicho y hecho, tomé asiento. Por fortuna solo había otra chica, de cabellera muy esponjada, antes de mí.

-Hola- Saludó la niña – ¿Es tu primer año en Hogwarts? – Asentí – El mío igual – dijo con bastante energía -. Soy Hermione Grainger- extendió su mano con alegría

-Alya Blythe- correspondí su saludo y di una ligera sonrisa

- Estoy muy emocionada por poder asistir a Hogwarts y aprender todo sobre magia, criaturas, historia...- siguió así por un buen rato hablando de las materias escolares – ¿no estas emocionada?

- por supuesto- contesté algo mareada por la conversación, pero sin querer parecer grosera-, me interesa mucho aprender pociones, imagino que será como cocinar.

- no sabría decir cual me llama más la atención, todo esto para mi es nuevo y fascinante- respondió con un brillo intenso en la mirada.

"Así que también es de origen muggle. Lo mejor será ser amigas, al menos así será más fácil enfrentar un lugar tan diferente"

-Para mí también es nuevo, soy hija de muggles- agregó para comenzar a empatizar – ¿te gustaría que seamos amigas? Me sentiría mejor con alguien que entienda los cambios de estilo de vida- no creo que fuera la mejor combinación de palabras, los ojos de la castaña se volvieron brillosos – Perdón, no quería...- la chica me dio un abrazo, uno muy fuerte.

"Emmm... no sé si sea la falta de oxigeno, pero no entiendo bien que esta pasando"

- Seamos amigas- nos separamos del abrazo y después de recuperar el aliento pude sonreír y continuar con la plática.

Pasamos un tiempo agradable hablando, ni siquiera nos dimos cuenta cuando Madame Malkin se desocupo y tuvo que llamarnos varias veces para que nos pudiera tomar las medidas. Cuando terminó con ambas llegaron nuestros padres, resulta que es muy común dejar a los hijos probándose túnicas mientras se hacen las compras. Los señores Granger tenían su propio acompañante, una mujer de cabello oscuro, y parece que se llevan bien con mi madre. Salimos y nos despedimos para continuar con los mandados.

-Lo último pendiente se encuentra aquí, Ollivanders- 

.......

Holi.

Quise que Alya conociera a Hermione en la tienda de túnicas para hacer un paralelismo con Draco y Harry, claro que estos últimos no terminaron bien, pero eso se verá luego.

Nos vemos en el siguiente cap.