Alya Blythe y la piedra filosofal

El castillo

POV Alya

Una vez que Malfoy y su pandilla se fueron, pudimos hablar un poco más antes de finalmente llegar a nuestro destino. Resulta que la familia del paliducho estaba del lado de los magos tenebrosos, así que su huida anterior cobraba un poco más de sentido. el falso familiar de Hermione viene siendo un policía internacional.

"Jajaja, recordaré por siempre la forma en que Draquito salió de carrera como pollo sin cabeza" 

Después de eso nos cambiamos a las túnicas, obviamente Hermione y yo lo hicimos en otro lugar más privado y al volver ya todos traíamos nuestros uniformes puestos, aunque admito que Draco tenía un poco de razón en cuanto a la economía de la familia de Ron, pues su túnica se veía un poco desgastada y no era lo suficientemente larga, aunque preferí no comentar nada para no arruinar el momento. Solo Hermione que le dijo que tenía un poco de mugre en la nariz, pero intentando no sonar muy cruel le ofreció un paño.

El tren poco a poco se fue deteniendo, afuera ya estaba oscuro. Entre todos guardamos los dulces que quedaban, y la rata adormilada de Ron, y nos movimos por los concurridos pasillos del tren hasta el exterior frio. Muy frio, o al menos para mí, que me congeló rápido.

- ¡Primer año!¡los de primer año por aquí! - Gritaba una voz gruesa con una lámpara a la que decidimos seguir- ¿Todo bien por ahí, Harry?

-Sí, Hagrid-contestó el nombrado.

"Conque Harry ya conoce a un miembro del colegio, interesante"

Frente a nosotros estaba el ser más grande que haya visto. Fácilmente podría medir lo que dos hombres hacia arriba y cuatro hacia los lados. Era un hombre con una barba negra muy gruesa y una maraña de cabello en las mismas condiciones. A primera vista resultaba aterrador, aunque se mostraba amistoso con Harry.

El gigante nos llevó a todos los de primer año por un sendero estrecho y empinado. Hasta este momento no había parado a pensar cuantos alumnos de nuevo ingreso éramos hasta notar lo grande que era nuestro grupo. Entre la multitud reconocí a Neville, quien volvía a estar triste, tan solo esperaba que no hubiera perdido al sapo otra vez.

Después de una caminata que no fue tan larga, pero que hubiera preferido con más iluminación, llegamos a lo que parecía un lago y a la distancia, entre varias montañas, se distinguía un hermoso castillo y ya no importaba el frio o la oscuridad de la noche, definitivamente valían la pena por una vista como esta.

Hagrid nos llevó hasta unos barcos con la instrucción de solo 4 por bote. Harry, Ron, Hermione y yo nos subimos juntos a uno. El recorrido fue simplemente mágico. El agua tranquila, reflejando a la perfección la noche estrellada sobre nosotros. El imponente castillo con sus ventanas brillando y las grandes torres y torreones. La vista se obstaculizó un momento cuando pasamos por debajo de un túnel que daba a un muelle subterráneo.

"Esto era lo que buscaba. Una vista completamente maravillosa y mágica"

Llegamos a la orilla, Hagrid en el camino recuperó al travieso sapo de Neville que había vuelto a escapar y todos juntos llegamos a una puerta enorme del castillo. Tras corroborar que todo estuviera en orden, Hagrid toco tres veces. La puerta se abrió de inmediato. Una bruja alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda, esperaba allí. Tenía un rostro severo, definitivamente era alguien a quién era mejor no contrariar.

-Los de primer año, profesora McGonagall- dijo Hagrid

-Muchas gracias, Hagrid. Yo me ocupo de ellos.

Abrió bien la puerta. El vestíbulo de entrada era inmenso. Las paredes de piedra estaban iluminadas con resplandecientes antorchas y el techo era tan alto que apenas se percibía y una magnífica escalera de mármol, frente a ellos, conducía a los pisos superiores.

Seguimos a la profesora McGonagall por un camino de piedra, se escuchaba el ruido de cientos de voces que salían de una puerta situada a la derecha, donde supongo está el resto del colegio, pero nosotros fuimos por otro camino.

-Bienvenidos a Hogwarts- dijo la bruja mayor-. El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupen sus lugares en el Gran Comedor deberán ser seleccionados para sus casas. La Selección...

La profesora estuvo un buen rato hablando acerca de las casas, los puntos, la copa y una Ceremonia de Selección, mucha información, un poco de esta ya la habíamos comentado en el tren, cortesía de Hermione. Solo había unos cuantos detalles que me dejaron pensando, específicamente el cómo nos asignarían la casa. Cuando la bruja se retiró para arreglar los últimos preparativos, los murmullos comenzaron, al parecer todos teníamos la misma duda.

- ¿Cómo funciona exactamente la selección? - le preguntó Harry a Ron

-Creo que es una especie de prueba. Fred dice que duele mucho, pero creo que era una broma.

"Espero que sea solo una broma. No creo poder enfrentar nada con el estómago vacío"

Me invadieron los nervios en ese momento y no creo haber sido la única. Por un lado, Hermione susurraba apresuradamente todos los hechizos que había aprendido, por el otro, Harry ocultaba un leve temblor mientras intentaba prestar atención a lo que decía la chica. Por mi parte, intenté verme relajada, sabía unos pocos hechizos básicos y esperaba que si ponían una prueba fuera de acuerdo con nuestro muy pequeño nivel, pero mantener una imagen firme podría dar algunos puntos, ¿no?

Unos gritos de los chicos en la parte de atrás me desconcentraron, casi me pongo a gritar también. Unos instantes después aparecieron unos 20 fantasmas a través de las paredes. Espectros de color blanco aperlado y ligeramente transparentes, hablaban entre ellos, parecía que no notaban nuestra presencia. El que parecía un monje algo rellenito discutía sobre perdonar y olvidar, y algo de un tal Peeves con un fantasma con gorguera y medias. Momentos después se percataron del gran número de chicos en el lugar.

"Bueno, supongo que si existen las brujas también lo harían los fantasmas. Aunque los imaginaba más espeluznantes"

- ¡Alumnos nuevos! -dijo el Fraile Gordo, sonriéndonos- Están esperando la selección, ¿no?

Algunos asentimos

- ¡Espero verlos en Hufflepuff-continuo el Fraile- Mi antigua casa, ya saben.

"¿Pero cómo nos seleccionan para Hufflepuff?"

-En marcha-dijo una voz aguda-. La Ceremonia de Selección va a comenzar.

La profesora McGonagall había vuelto. Los fantasmas se marcharon. Formamos una fila y entramos por fin al Gran Comedor, iluminado por miles y miles de velas flotantes en el aire encima de cuatro grandes mesas, donde los demás estudiantes ya estaban sentados. Al fondo del comedor había otra gran mesa con los profesores. El techo parecía inexistente, mostraba una noche estrellada preciosa.

-Es un hechizo para que parezca el cielo, lo leí en historia de Hogwarts- me susurró Hermione.

Frente nuestro, la profesora McGonagall ponía un taburete con un sombrero puntiagudo encima. El sombrero necesitaba una urgente reparación y tal vez una buena lavada.

Parece que al fin sabremos que prueba nos pondrán.

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¿Qué casa les gustaría para la protagonista?