Correo Mágico

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POV Narrador

A través del tranquilo y despejado cielo matutino de Surrey se podía distinguir el vuelo de una inusual lechuza blanca. Con gracia y agilidad se posó en la ventana de una casa en Little Whinging, siendo vista por una mujer castaña que extrañada dejó entrar al ave y con nervios tomó la carta que ésta traía consigo.

Hola, mamá. Esperó estés teniendo una bonita semana.

La belleza emplumada que está frente a ti se llama Hedwig, es la lechuza de Harry. Aún no puedo creer que ambos estemos en una escuela de magia. Tampoco puedo creer que con tanta magia prefieran mandar mensajes por lechuza, pero eso no es tan malo como escribir con plumas en vez de bolígrafo, por suerte ya escribo mejor que al principio, principalmente porque me puse a hacer planas, algunas de mis compañeras tienen caligrafía tan bonita que no quise quedarme atrás. Volviendo al tema de la lechuza, Harry me dio permiso de usarla cuando quiera darte una carta y me dijo que también puedes mandar mensajes o paquetes con ella. Te aseguro que es amigable y es probable que se encuentre un poco cansada por el viaje, un poco de agua y algo para comer le puede venir bien.

La escuela ha sido increíble en estos tres días que llevo. En el viaje en tren presenté a Hermione con Harry, y este último nos presentó a un nuevo amigo llamado Ron quién es de una familia mágica numerosa. Cuando llegamos al castillo fue impresionante, fue casi como entrar a una película de fantasía. Llegamos a la hora de la cena y antes de la comida participamos en una ceremonia de selección, yo quedé en Slytherin mientras que mis amigos quedaron en Gryffindor. Aún no logro hablar mucho con mis compañeros de casa, no están acostumbrados a mi brillante personalidad, pero sigo en contacto con Harry y los demás, aunque al principio Ron parecía un poco renuente, Hermione no tuvo ningún problema en compartir parte de las tardes para estudiar juntas y Harry y yo solemos hablar en nuestros ratos libres acerca de las cosas nuevas que descubrimos sobre este mundo o comentar cosas graciosas que nos traen recuerdos de la primaria. Gracias a Ron descubrimos un deporte mágico que suena muy divertido, se llama Quidditch y hay equipos profesionales que participan en competencias tanto locales, como internacionales, tal vez en un futuro pueda asistir a uno de estos partidos.

Este lugar es enorme, llevo conmigo la pequeña libreta de notas que me regalaste para apuntar la ruta más sencilla a cada salón, me ha resultado muy útil mientras aprendo todos los pasillos. El pobre de Harry ha llegado tarde a una que otra clase por culpa de las escaleras que cambian de lugar y a que en ocasiones se levanta muy tarde, jejeje.

Las clases sorprendentemente han sido fáciles, las lecciones están preparadas para que los nacidos muggle nos adaptemos bien, y no todos los de familias mágicas están preparados en los temas escolares. Las materias son tan novedosas como había pensado, he tenido clases de transformaciones donde convertí una cerilla en una aguja, aunque me tomó algo de tiempo; también vimos muchas plantas raras que tienen propiedades mágicas increíbles; y durante la noche pasada fuimos a la torre más alta por la noche para apreciar las estrellas, fue hermoso.

Lo único que me incomoda es cómo la gente murmura o se le queda viendo a Harry, resulta que es toda una celebridad en el mundo mágico, pero no por las razones más bonitas. Aun así intentó no prestarle atención, ya sabes cómo es Harry, a él no le llama la atención esa clase de cosas. Solo tendrá que aguantar  hasta que yo me vuelva la sensación en el castillo.

En fin, me estoy quedando sin pergamino para la nota. Ha sido extraño no ir a casa y platicarte todo esto, pero te prometo que iré en navidad. Te quiero mucho mamá, cuídate.

Con amor, Alya.

La Señora Blythe terminó de leer la carta, la guardó con cuidado, tomó un cuenco con agua que acercó a la lechuza.

-Hola Hedwig, ¿podrías esperar un rato? Me gustaría mandarle algo a los niños.

Melody Blythe preparó todo lo necesario en la cocina para hacer su famosa receta de galletas de mantequilla, las favoritas de su pequeña hija. Quería preparar un poco de tarta de melaza para Harry, pero el postre que tanto le gustaba al muchacho era preferible comerlo recién hecho. 

Tarareando una melodía llena de amor, guardó las galletas en una caja y escribió la contestación a la carta de su hija. 





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Hola otra vez.

Aquí esta este capítulo de relleno, digo este especial capitulo.

La relación de Alya con su madre es fuerte. Solo son ellas dos en su pequeña familia, y Harry, quién ha sido como un segundo hijo para Melody Blythe, incluso lo ha cuidado más que los Dursley (cosa para nada complicada) y ha intentado en ocasiones adoptar al chico, aunque sin éxito.

En la historia original, Draco se burla de que Harry no recibe ningún correo de parte de su familia, pero en esta versión no es así, ya que la Sra. Blythe manda correspondencia tanto a su hija Alya como a Harry.

Alya Blythe y la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora