El pasillo del tercer piso

2 0 0
                                    

POV Alya

- "No tengo leña"- imito la voz a la perfección de la castaña- ¿Es en serio Hermione? - la nombrada se ocultó el rostro con el cabello.

-Por fortuna, Harry sabe mantener la calma, porque francamente...- comenta Ron.

Pasar a Fluffy fue fácil, gracias a que Harry trajo una flauta pudo hacer dormir al cerbero. El problema fue el lazo del diablo, que inmediatamente nos enredó a los chicos y a mí, de milagro no fue atrapada Hermione, pero cuando le grité que creara fuego para liberarnos se olvidó completamente de que es una bruja. Y no fue hasta que Ron se lo recordó que nos pudimos librar de la maleza.

- ¿oyen algo? - susurró Ron.

Más adelante se escuchaba un tintineo leve.

- ¿Crees que sea un fantasma?- pregunta Ron

-No lo sé... a mí me parecen alas.- responde por lo bajo Harry.

Llegamos a una habitación brillantemente iluminada, con el techo curvándose por encima de nosotros. Frente nuestro había una puerta de madera y volaban por los alrededores unos pajaritos brillantes.

- ¿Creen que nos atacarán si cruzamos la habitación? - cuestiona Ron

"Por cómo vamos no me sorprendería. Puerta 1, nos ataca un perro de tres cabezas. Puerta 2, nos atacan la hierva mala más mala de todas. Puerta 3, pajaritos mágicos al ataque... Cuando imaginaba aventuras mágicas no esperaba esta clase de cosas"

-Es probable- dice Harry-. No parecen muy malos, pero supongo que si se lanzan todos juntos... Bueno, no hay alternativa... Voy a correr.

Me cubrí los ojos con las manos para no ver... luego me acordé que son invisibles y que así no servían para eso, pero a la vez me alegró que nadie viera mi error.

Harry cruzó con seguridad y llegó a la puerta, pero no pudo abrirla. Como vimos que era seguro los demás avanzamos hasta él para ayudarlo. Pero ni el Allohomora de Hermione funcionó.

- ¿Qué hacemos?

-Esos pájaros no pueden estar aquí solo para decorar- dijo Hermione.

- ¡No son pájaros! ¡Son llaves! - respondemos Harry y yo a la par.

- ¡Ahí hay escobas! - señaló Harry luego de buscar con la mirada.

-Debemos encontrar la que abra la puerta- suspiró con cansancio, eran cientas.

Ron examinó la cerradura de la puerta unos instantes,

-Tenemos que encontrar una grande, antigua, probablemente de plata como la manija.

Cada uno tomó una escoba y comenzamos a volar. Los demás solo veían como la escoba se elevaba y una translúcida Alya apenas se apreciaba. 

Se sentía bien volar, no recordaba mucho de mis lecciones de vuelo por las desagradables quejas de mis compañeros de Slytherin, pero buscar la llave correcta entre el mar de llaves voladoras fue divertido, como uno de esos juegos de la primaria que tuvimos alguna vez Harry y yo. Harry no tardó en ubicar la llave correcta y tras una buena estrategia de parte de nuestro jugador de quidditch logramos atraparla y abrir la puerta hacia la siguiente sala. Incluso se me fue parte del malhumor por no dormir.

Llegamos a una habitación muy oscura que se iluminó inmediatamente cuando entramos y mostró un enorme tablero de ajedrez.

"Esta sí que es una presentación. A esto me refería con focos mágicos. Si salgo con vida de este lugar le pondré este encantamiento a mi cuarto en las mazmorras"

Alya Blythe y la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora