XXIV

145 20 8
                                    

Jamás creería que estar con dot podría terminar de manera desastrosa. En ese mismo momento, deseaba no haber vuelto de Hamburgo y haberme quedado allí. Lo que doroty me estaba diciendo ahora mismo era algo que mi mente aún no podía procesar. Lo peor de todo es que no tenia opción, no podía escapar de ésta.

―Paul, por favor.. me estás escuchando?―

―Yo.. no lo sé.― mi vista estaba perdida.

―Entiendes lo que es esto, no Paul?― Guarde silencio. Un silencio que pareció sumamente eterno. ―Tenemos que casarnos. Sabes lo que es que este embarazada y que no estemos casados?― Volvi a guardar silencio. Dot parecía desesperarse.

se paró frente a mi y me sacudió.

―¡Por una vez Paul! ¡¿Entiendes esto?!― no podía dignarme a verla a los ojos, pero no quería que grite más. La observé de forma directa y pareció tranquilizarse. Tome su brazo para acercarla a mi y darle un abrazo.

―Lo sé.. es responsabilidad mía y tuya. Es de los dos..― Susurre cerca de su oído. No me sentía bien, de hecho estaba bastante triste con esta situación. Quería a dot, pero no quería pasar el resto de mi vida con ella.. De todos modos, ahora mismo no tenía otra opción.

al separarnos tenía un par de lágrimas que saqué con mis pulgares.

―Lo siento Paul.. debo irme, mi padres me esperan.― Tomo sus cosas de forma veloz y tan rápido como llego, se fue, dejándome con una horrible sensación.

Dios santo.. ¡Sería padre! Y tendría que casarme cuanto antes.. Carajo Paul, qué mierda hiciste.

Restregue mis manos por mi rostro de forma desesperada. Lo único a lo que atiné en ese momento fue tirarme en mi cama y cubrirme hasta la cabeza.

Por más que tuviera ganas de llorar, no podía.

Empecé a pensar en una vida doble, me imaginé con un bebé e imaginé viendo a dot en un altar. Todo eso aún que para una persona común puede sonar hermoso, para mi sonaba ahora mismo sonaba al mismísimo infierno.

No quería saber nada del mundo y me refugié en lo que siempre hacia: dormir.

pero "dormir" no me duró mucho más de una hora. el teléfono de la casa empezó a sonar logrando despertarme de forma rápido. Odiaba tener el sueño tan ligero.. Realmente no quería ni quise levantarme, no encontraba fuerzas. Pero parecía que aquella persona no se quería rendir, ya que en lo que venía contando, era la quinta vez que sonaba.

―Carajo..― me destape con fuerza y me dirigi enojado hacia aquel teléfono. Lo saqué con fuerza y mi voz raspada se hizo notar. ―¿Quien es y por qué llama tanto?―Claro estaba que mi ánimo no era el mejor, pero derrepente la risita de aquella persona frenó mi mal humor.

―No me avisaste si llegaste bien a tu casa idiota. Estaba preocupado.― Era John. Había salido con él por la tarde junto a George. Últimamente, desde que falleció Stuart, John siempre me pregunta si llegaba bien a casa o si salía algún lado, cosa que casi nunca hacía.

Era un poco triste si te ponías a pensarlo bien.

―Lo siento John.. si, llegué bien. Pero no estoy bien.. hable con dot y me entere de algo terrible.― Hubo un silencio largo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

And I Love Him. [Mclennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora