17|ENCARNIZAMIENTO

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Capítulo 17/ENCARNIZAMIENTO

Crueldad con la que alguien se ceba en el daño de otra persona.

"Bajo mis uñas se encuentra la carne que le arranque al pasado

Bajo mis pies están las mentiras que voy pisando

Y en la oscuridad de mi alma se encuentra la verdad que te estoy ocultando"

Black Dilaurentis.

17 de marzo del año 610

00:00 PM

Sostengo con fuerza el cuerpo de la princesa caprichosa mientras camino por la oscuridad de aquel pasillo.

Una parte de mi no puede evitar sentir un poco de molestia al ver cómo se desenvolvieron las cosas.

¿Por qué todos los encuentros con esta mujer terminaban siendo una mierda desastrosa? Tal vez es un karma tenerla en mi vida en un momento tan crucial como este.

Contengo un gruñido de dolor cuando la ropa mojada comienza pegarse a las heridas de mi espalda. Espero que esa mierda no se infecte ¿quien da azotes como castigo? Que poco creativo de tu parte, Bianca.

Me decido a no pensar más en la reina y sus viudas negras mientras el sonido del agua se aleja poco a poco. Ya encontraré la forma de hacerle pagar.

Me muevo con dificultad a causa del dolor, pero eso me recordaba a que seguía vivo y que no solo era un caparazón que ellos se encargaron de vaciar. Se sentía bien aquel picor, pero me enfurecia que no fuera yo  quien ocasiono eso, que no tuve el control de mi mismo otra vez.

Miro hacia abajo. Una de las otras razones por las que estaba molesto.

Esta mujer parecía no controlarse o medirse en lo que hacía. Eran movimientos impulsivos que la llevaban a situaciones como esta.

Su peso entre mis brazos no es una dificultad mientras camino, pero si todo lo que significa. Quiero soltarla y que se quede aquí muriendo sola, pero Charlize Balderik se volverá mi carta para acabarla.

Me gustaría dejarla en algún lugar tirada, pero la pelirroja vio demasiado y no podía permitir que se fuera de boca. Debía callarla sin que ella supiera que lo había hecho.

Al fondo del túnel, una sombra de luz me iluminó y supe que la única persona que sería capaz de venir hasta aquí para alejarse de Apolonia sería...

—Zion —jadeo aliviado viendo al menor de los Dilaurentis devorar una galleta.

Sus ojos violetas me miran divertidos, ignorando por completo a la mujer colgando de mis brazos.

—Nunca te había escuchado decir mi nombre con tanta felicidad —rió mientras se apoyaba en aquella mesa de cemento en el mio de la mesa.

Era algún tipo de habitación de torturas ya que había algunos artefactos juntando polvos aunque Zion lo usaba para crear pociones raras, era bueno en eso, y también alejarse un poco de las revoltosas de sus hermanas.

Aún estaba en pijama mientras comía las galletas.

—¿Qué es eso? —señaló horrorizado a la mujer inconsciente.

—Charlize Balderik —dije mientras quitaba las cosas de la mesa y acostaba a la mujer allí.

—No seas pendejo —susurro aterrado mientras quitaba el cabello mojado de la cara de la princesa —¡No seas pendejo, Black! ¡¿La mataste?!

LA ORDEN DEL FÉNIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora