—¡Camus por favor espera!
Los hermanos gitanos andaban con velocidad para alcanzar al pelirrojo que caminaba con tal rapidez que parecía que estuviera trotando.
—Ya les dije que no—Dijo con firmeza, ambos se miraron con aprensión.
—Si te ponemos en riesgo Milo nos mata...si ya no está muerto el primero —Susurro Aioria, haciendo estremecer a todos.
—¡Ria, no seas pesimista!—Aioros le golpeó la cabeza con reproche.
Aioria puso al tanto a Camus de la situación precaria en la que se encontraba Milo, sin embargo decidió obviar la parte de sus orígenes pues sintió que era algo que no debía saber de su boca, únicamente cumpliría con la voluntad de su amigo que quería supiera lo había buscado y estaba arrepentido, pero no se imaginó que su reacción fuera la de querer acompañarlos a su etnia para ir por ayuda.
—Realmente su gente no me agrada, su patriarca me rechazo pero de nada vale el orgullo, si ustedes dicen que pueden ayudar a Milo les creo, vamos a necesitar un plan elaborado, mi padre jamás va a ceder...lo conozco muy bien.
Los hermanos se miraron sin decir una palabra pero preguntándose entre ellos con sus miradas si debían permitir que fuera, definitivamente Milo los mataría por poner en riesgo a su rubí.
Aioros fue el primero en romper el silencio —¿Lo amas?
Camus se estremeció ante la repentina pregunta —Eso que importa...solo quiero salvarlo.
—Pero ....¿lo amas? importa demasiado tu respuesta—Aioria iba a refutar a su hermano que no era momento para babosadas del amor, pero ambos estaban muy serios, era una pregunta profunda que el tal vez no entendía del todo y decidió no intervenir.
—Si.
El pelirrojo respondío conciso sin dar detalles, aunque por dentro su corazón se aceleró por admitirlo, no podía engañar a nadie y menos a si mismo, realmente se había enamorado de ese gitano, podía ser una ilusión de su ingenuidad pero no era indiferente a lo obvio y si, lo amaba y saber que lo busco al día siguiente y que ahora estaba retenido por su osadía lo hacía estremecer, Milo podría no pedirle perdón por su rechazo que no entendió del todo pero el ya le había perdonado desde que supo que si le importaba, que si lo busco, suspiro.
Realmente era su debilidad.
—Eso es todo, por supuesto que sí tus sentimientos son esos no podemos detenerte, vamos Camus—Aioros se puso a su par y desistió de retenerlo.
—¡Pero Aioros, es peligroso!—Comento Aioria alterado.
—Mi Ria león cuando te enamores sabrás que no importa peligro o razón sobre tu ser amado.
—Que babosada es esa... definitivamente nunca me voy a enamorar—A la par que decía eso su mente le mando el recuerdo del rostro de Shaka durmiendo y sus mejillas se encendieron.
Después de un extenso trayecto, nuevamente Camus Gemak pisaba la montaña de la cruz del norte le incomodaba volver a presentarse frente al patriarca pero era algo que estaba dispuesto a asumir si con eso salvaba a Milo, la tranquila montaña se volvió un desastre cuando una gitana grito.
—EL JOVEN AIOROS ESTA AQUÍ.
No habían pasado ni siquiera dos minutos cuando un gran grupo de bellas personas gitanas se lanzo sobre el castaño, Camus se sorprendió en sobremanera, Aioria suspiro con aburrimiento, siempre era así.
—Joven Aioros cuando nos contará poesías.
—Extraño que nos cante.
—Baile con nosotros.
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Corazón De Tempestad.
Fiksi PenggemarEncerrado en una jaula de oro siendo obligado a ser alguien que no es, la sangre libre e intrépida corre por sus venas como agua de maniantal. Un amor gitano. Un amor desbordante, lo ilícito llama. -"Voy a quererte aunque me saquen el corazón." •Mil...