XIV.

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Hay una escena +18, si no es de su agrado pueden saltarselo, no afecta mucho a la comprensión de la trama.

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Aegon había estado intentando dormir, de verdad que si, pero ni siquiera él vino le ayudo a lograr descansar.

Se revolvió inquieto en su cama, sintiendo la pesadez de la ansiedad y el estrés que lo mantenían despierto. Cada noche, sus pensamientos lo atormentaban sin piedad, impidiéndole encontrar la paz que tanto anhelaba.

Estaba cansado, tanto física como emocionalmente, y la situación en la que se encontraba cada día lo consumía más.

Intentó relajarse, respirando profundamente y tratando de calmar su mente, pero nada parecía funcionar. Las preocupaciones seguían acosándolo, como sombras persistentes que se negaban a desaparecer.

Justo cuando Aegon comenzaba a sentir que caía en un estado de desesperación, un ruido sordo resonó en la habitación.

Levantó la mirada, sorprendido, para ver a Jacaerys entrar en la habitación por uno de los pasadizos secretos, su rostro contorsionado por la ira.

-¡Aegon! -exclamó Jacaerys, su voz llena de furia contenida mientras se acercaba a la cama de Aegon-. ¡Necesitamos hablar ahora mismo!

Aegon se incorporó rápidamente, desconcertado por la inesperada visita de Jacaerys.

-Jacaerys, es de muy mala educación entrar así a los aposentos de otras personas -Dijo, el cansancio notandose en su voz.

Jacaerys se detuvo frente a él, sus ojos centelleando con intensidad mientras apretaba los puños con fuerza.

-¡No puedo creer que hayas estado evitándome todo este tiempo, Aegon! -exclamó, su voz llena de amargura-. ¿Acaso prefieres pasar tiempo con Daemon que conmigo?

Aegon sintió un nudo en el estómago al escuchar las palabras de Jacaerys. Sabía que su relación era complicada, pero ver a Jacaerys tan perturbado solo aumentaba su propia angustia.

-No deberías tomarte a pecho nada de lo que haga, sobrino, ya te lo he dicho, no estoy interesado en fingir que te amo-murmuró Aegon- No me importa como te sientes al respecto, bastardo, hazme el favor de salir de mi habitación, o voy a gritar tan fuerte que Criston va a entrar a degollarte.

Jacaerys dejó escapar un suspiro frustrado, pasando una mano por su cabello desordenado.

-¿Crees que he estado bromeando todo este maldito tiempo, precioso? Tienes que tratarme como tu prometido, no puedes tratarme como a uno más de los pendejos o tus putas con las que te acuestas en el callejón de Seda. - Dijo con la mandíbula tensa el morocho.

-No puedes estar hablando en serio -Respondió Aegon riéndose levemente.-Nos vamos a casar por obligación y, ¿te atreves a exigirme algo como "un trato de pareja"? Tú si que estas mal de la cabeza.

Con una mirada pensativa y penetrante, Jacaerys ignoro lo dicho por su tío.
-No lo había considerado bien, tío, luego de nuestra boda mandare a colgar a todas las personas con las que te acostaste antes de mi -Murmuró con voz tensa.

-¿Qué carajos? -Preguntó el rubio sentándose de golpe. -No puedes estar considerando tal aberración.

-No lo hago, estoy seguro de que haré eso, nadie más podrá tener el recuerdo de lo precioso que te has de ver babeando mientras te follan -Concluyó el de mayor altura, tomando entre sus largos y gruesos dedos unos cuantos mechones del rubio.

La sola idea de ser follado por el hombre frente a él lo hizo ponerse nervioso y lamer sus labios que de repente se sentían muy resecos.

Ámame [Jacegon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora