Gorda , esa palabra no sabía cuanto podría afectar a mi vida , mi corazón se rompía cada vez más al solo oír esa palabra.
Tal vez para los demás será gracioso, pero uno no sabe cómo uno puede llegar a sentirse.
Detesto a los latinos porque lo único que saben es burlarse , y por burlones es que son tercermundistas ,cada vez sufren más , sus países no son nada diferente a las potencias mundiales.
Pero ellos solo se ocupan en tonterías y es por eso que jamás progresan como debería de ser .
Piensan que uno es malo ,y que cuando se les dice su error solo lo hace para humillar los, cuando en realidad es que quieres ayudarlos.
Están más acomplejados que yo con el tema de mi físico.
Una vez tuve una novia , una cubana ,pero me humilló de la peor manera , no le bastó ponerme los cuernos con casi todo el mundo también, esparció rumores íntimos de mí.
Yo había sido un caballero con ella jamás me había sobrepasado porque sentía que por primera vez alguien me quería, no quería arruinarlo.
— Saben que los gordos la tienen chiquita ?—
Los comentarios solo ridiculizaban mi vida.
Apenas pude defenderme ...solo le cerré todas las puertas financieras,pero el dolor que ella me causó seguiran muy dentro de mí.
Todos se mofan de mí y mi integridad física.
Que solo a una loca , oh una animal podría gustar de mí ...
Sé que suena muy fácil, pero no lo es ,cuanto más tiempo dura la molestia ,se vuelve insoportable.
Pero en primavera siempre los veía tan felices pese a ser unos cretinos con sus respectivas parejas.
Pero yo solo era un gordo feo de lentes y camisa cara.
Más parecía un proxeneta o un tipo sospechoso.
Comí una dona por depresión.
— He dicho que me sueltes ! — oí una pelea de una pareja.
— Quiero saber quién es ese que tanto te gusta para que me rechaces tanto—dijo Rusia, uno de los Countryhumans más guapos y deseados del planeta.
— Suelta ! — gritó un joven pelirrojo que cuidaba aquel regalo bien detallado.
Me levanté de inmediato cuando pude ver cómo le dió una fuerte bofetada tirándolo al suelo .
Todos lo vieron pero nadie dijo nada.
— Como te atreves a pegarle bravucón— dije furioso.
— Haste a un lado gordito sino quieres que te disinfle de un puñetazo-
— tal vez seré gordo pero no dejo de ser hombre—
Le dió un puñetazo y luego lo aplasté con mi enorme peso .
Luego de eso la gente lo ayudó a él, pero a mí solo me pusieron a un lado acusandome.
Pero poco me importaba , me preocupaba el jovencito de baja estatura, tenía su tierna mejilla con un enorme moretón.
Levantó la mirada y observé unos hermosos ojos dorados.
Estaba llorando, su regalo estaba casi destrozado.
Ahora que lo pienso,¿ como era que se llamaba este chico?
— Estás bien? — dije la verlo llorar.
Perú solo asintió con los ojitos inchados por el llanto.
Usa notó en el regalo destrozado un corazón de chocolate blanco , era su favorito.