CAP: 2

43 6 1
                                    

- Quien mierda eres?!! ¡¿Acaso quieres matarme?! ¡¡¿Amenazar con mi vida a Sesshomaru?!! Pues déjame decirte que hasta el me prefiere muerto.

- Si quisiera algo así lo hubiera hecho hace mucho...me pone algo triste que no recuerdes a la persona que siempre curo tus heridas – acercándose a mi mientras se quita las gafas

Mirándolo mejor su rostro, me parecía que lo había visto hace mucho, pero donde...dice que curo mis heridas, pero si yo casi nunca tengo...heridas

Instintiva mente toco mis brazos, esas heridas me las hacían en la escuela, para ser exacto los últimos tres años de segundaria. Como olvidar a la responsable de estas heridas, ¿Dónde estará esa mujer ahora? la que fue mi detonante a mi odio por las mujeres.

Dejo que los recuerdos vuelvan a mí, las imágenes de lo que me paso siguen siendo tan claras no importaba el tiempo que pasaba.

En ese entonces Sesshomaru y yo estábamos en diferentes preparatorias por recomendación de nuestros psicólogos, ellos sospechaban que habíamos desarrollado un apego emocional por el otro y para evitar que las cosas empeoren toman la decisión de llevarnos a diferentes colegios para que nos relacionemos con otros.

En la que yo iba todos descubrieron que una familia muy adineraba me adopto, lo cual era falso, los Taisho no me adoptaron solo me acogieron en su hogar, mi apellido seguía siendo el mismo.

Por más que desmienta ese estúpido rumor la gente nunca dejo de hablar, incluso los profesores comenzaron a darme preferencia frente al resto y eso genero celos en algunos, pero nadie era capaz de molestarme por miedo.

Excepto ella...

Hanami era hija de un magnate petrolero y era en pocas palabras la reina de la preparatoria, no estaba dispuesta de compartir su trono con nadie

Un día entro al salón en donde yo estaba junto con tres chicos más y como si fuera su casa boto a uno de mis compañeros que estaba sentado a mi lado para que ella tome su logar.

- Hola mi nombre es Hanami, ¿Cuál es el tulló?

A primera vista me pareció alguien muy tranquila y amable pero cuando la ignore su rostro dejo de mirarme así para pasar a agarrarme el cabello y obligarme alzar la mirada.

- Escucha chico lindo a mi me gusta que me miren cuando hablo y tú no eres excepción, crees que porque te adopto una buena familia eres mejor que yo.

- Suéltame o le diré a la maestra

- JAJAJAJA en cerio crees que le importas, todos aquí son unos muertos de hambre que saben su lugar y tu muy pronto sabrás el tuyo – Soltando mi cabello – ah y recuerda la mierda siempre será mierda no importa donde este

Ese fue el comienzo de mi tortura, yo jamás hice algo para molestarla ni me cruzaba en su camino, pero al parecer ella si me consideraba una molestia.

Ellos cuatro me agarraron de juguete al ver que no decía o hacia nada...

¡¡Es que no podía!! Si lo hacía el señor Taisho no se quedaría de brazos cruzados y de un problema pasaría hacer un problemón.

Ya tenía suficientes problemas liderado los negocios de su ex esposa para que venga a arreglar un problema de adolescentes que no era ni su hijo.

No era el único que me preocupa su reacción, Sesshomaru también buscaría la forma de hacerles la vida un infierno y por culpa mía se metería en problemas. Desde que me recibió el señor Toga no me dio reglas y mucho menos restricciones lo único que me pidió fue que siempre cuide a su hijo y vele por su seguridad.

Solo tenía que aguantar unos tres años, el tiempo vuela puedo aguantar... o eso creía

En las mañanas me encerraban en el baño para luego lanzarme basura y agua sucia...por eso comencé a llevar ropa extra para cambiarme y si la señora Izayoi me preguntaba solo le decía que lo llevaba para mis clases de arte, usaba la excusa que siempre me manchaba con la pintura.

Destrozaban mis cuadernos, libros, zapatos y escribían en mi carpeta "Hijo de puta" "Basura" "Bastardo" "Muere estorbo"... no me afectaba en lo más mínimo que me digan eso, solo me sentaba y ponía atención a mi clase.

Entre las clases me venían a buscar para llevarme a la gimnasia y obligarme hacer lo que ellos quisieran.

Ese día uno de ellos me pateaba el estómago y el rostro, tan solo porque no le gustaba el color de mis ojos. Su nombre era Kenji el en especial adoraba tratarme como si fuera un perro, me mandaba a traer comida para todos, a limpiar el aula o el baño cuando les tocaba a ellos, también a traer sus mochilas, apuntes o lo que fuera. Pero toda persona tiene un limite y cuando me negué a traer a una alumna con mentiras el me tomo del cuello para acercar mi rostro al suyo.

- Sheilong alguna vez te dijeron que tus ojos en verdad son únicos y mas cuando me miras como si quisieras matarme – apretaba mi cuello con fuerza y cortándome la respiración

- S-Suel-tame – Trate de quitar sus manos, pero era imposible

- Como te atreves a desobedecerme, así como tu tienes ganas de matarme yo tengo muchas ganas de arrancarte los ojos

Al soltar mi cuello caigo al suelo algo inconsciente por la falta de aire y lo único que puedo sentir es como el me patea el estomago una y otra vez sin contenerse.

Primero fue mi estómago y cuando se canso se sentó encima mío para comenzar a golpear mi rostro.

Pero por mas que me golpeaba yo no soltaba ningún grito de dolor o quejido, mis padres solían hacer lo mismo cuando tan solo era un niño...en ese momento si me dolía...tantos eran mis gritos que terminaba sin voz...ahora que ya crecí este dolor no es nada... ¿Se puede acostumbrar una persona al dolor? Si y yo soy testigo de eso, el sentimiento de dolor es remplazado por el del placer.

Los golpes se volvían mas fuertes, si esperaba que le ruegue que pare estaba muy equivocado yo jamás le rogare a un tipo como él.

- Oye ya deja de patearlo que no vez que ensucias el suelo con su sangre - hablo el otro que estaba con una máquina para ondular el cabello de Nanami

- Solo quería ver si el color de sus ojos es igual al de su sangre y - tomando mi rostro bruscamente - no hay parecido JAJAJAJA

- ¿Jun, ya está caliente mi plancha? la necesito para hoy idiota

- Como quieres que sepa si jamás use está mierda

- Pues fíjate si está caliente animal - responde otro que jugaba con una pelota de básquet el a mi parecer era el mas tranquilo de los cuatro su nombre era Sora

- Ya se, Sheilong no quieres decirme si está caliente – me pregunta Jun con una sonrisa escalofriante

Trate de salir de ahí, pero Sora y Kenji me agarran los brazos

- Esperen!! ¿¿¡¡Que me aran!!?? ¡Suéltenme! ¡¡¡Alguien ayúdeme!!!

.

.

.

.

.

.

GRACIAS POR LEER Y LOS QUIERO MUCHOOO!!!

LOCURA #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora