La alfa líder por fin pudo despertar de su larga siesta, parpadeo un par de veces acostumbrando sus ojos a la luz que entraba en su habitación, coloco una mano en su frente, y se percató, que aquellas terribles punzadas habían por fin desaparecido, escucho unos pasos detenerse abruptamente, miro hacía la entrada, la princesa la miraba expectación, sus ojos detallaban perfecta felicidad, y por su puesto que lo estaba.
-Jenna, has despertado - la alfa líder frunció el ceño levemente, ¿Acaso había dormido por varios días? La Omega se acercó a ella, tomo asiento a su lado y de inmediato se acercó hacia la latina para abrazarla
Simplemente Jenna no entendió el por qué la princesa se estaba comportando de tal manera, ni siquiera entendía porque el aroma de la princesa le estaba picando la nariz, como si fuera una fragancia demasiado fuerte como para resistirla quería apartar a Emma, pero su lobo se removía indeciso.
-¿Podría alejarse, princesa Emma? - la Omega al escuchar aquella petición se sintió triste, y la necesidad de querer alejarse de la alfa líder se hizo presente de inmediato, pero su lobo se negó, si Joy tenía razón, entonces debía obedecer a su lobo para poder así ayudar a Jenna - ¿Princesa?
-No quiero, me gusta estar así contigo, alfa líder - Jenna se sintió disgustada ante aquellas palabras
-Alejese, en verdad se lo pido - menciono Jenna
-No, no me alejes alfa
-No soy su alfa, princesa ¿Por qué sigue repitiendolo? No somos destinadas
La corriente de la punzada de dolor que se había clavado en su pecho como una daga, recorrió por completo el cuerpo de la Omega, sabía que iba a ser difícil el poder hacer que el lobo de Jenna y la misma Jenna, supieran que en realidad ella es su destinada, ¿Quién diría que aquella princesa ha sido capaz de hacerle esto? Aunque en realidad pensaba que era inclusive un castigo del mismísimo destino, para que sintiera todo lo que alguna vez sintió su alfa al ser rechazada.
Emma sabía que se merecía todo aquello, pero quería intentarlo, quería demostrarle a Jenna que estaba atada a alguien que no correspondía, y que ella la quiere, porque Emma ahora sabe que no es por su culpa, que no es simplemente porque Jenna se ha convertido en una alfa más fuerte, si no que en realidad la quiere, no quiere apartarse de ella, y quiere dejarle claro sus sentimientos.
-Lo somos Jenna - se separó lentamente de la alfa y la miro a los ojos - Eres mí Alfa y yo tú Omega
-No, lo no eres - gruño Jenna - ¿Por qué no lo entiende? No debería sufrir por algo que sabes que no será correspondido
-¿Cómo estás tan segura de eso, alfa? - un gruñido fue lo que escucho en respuesta
-No lo somos, por favor comprendalo - Jenna quería levantarse pero Emma se lo impidió tomando su mano - ¿Qué pasa, princesa?
-Prometiste acompañarme en mi celo, Jenna
Por supuesto que no lo había olvidado pero algunos recuerdos estaban algo borrosos y no entendía el por qué, antes las imágenes de su infancia seguían, pero había algunas que no recordaba del todo, era como si hubiera sido completamente borradas.
-¿Aún lo cumplirás?
¿Cumplirlo?
Podría ser una posibilidad, pero si lo hace, tenía un buen control para sus instintos más primitivos, así que la posibilidad de que pase algo era nula, así que no había algún problema, pero si Emma intentaba algo, era posible que su alfa saliera y la tomase no podía permitir aquello.
-Lo lamento, princesa - el agarré sobre su mano dejo de tener tanta fuerza - No mu puedo permitir hacer algo como eso, puede que ambas nos terminemos por lastimar
El agarré por fin se deshizo, Emma sintió sus ojos picar ante aquella respuesta, y no se detuvo más, un sollozo llemo completamente la atención de la alfa, y vio como la princesa, evitaba que viera las lágrimas caer por sus mejillas, evitando que se escucharán sus sollozos.
La alfa líder sintió la necesidad de abrazarla, quería hacerlo, y no entendía la razón, se supone que solo se siente alguien de aquella manera cada vez que está con su desatinada ¿Por qué ella lo estaba sintiendo? Aquella necesidad de protección hacia la Omega crecía cada vez más invadiendola por completo, simplemente no lo comprendía.
-Emma - la Omega soltó otro sollozo - Deja de llorar, te lo pido
-Lo siento - apenas y había logrado escuchar aquella respuesta, la princesa iba a levantarse aún con sus manos cubriendo su rostro, pero Jenna se lo impidió, de un tirón la atrajo a su cuerpo, y quitó las manos de la princesa de su rostro, miro aquellas mejilla empapadas con las saldas lágrimas, esos ojos cristalizados y levemente pintados de rojo, ésa mirada de tristeza
-Ya, Omega - Emma logro sentir las suaves caricias sobre sus cabellos - No llores, estoy aquí
Jenna se percató de sus acciones ¿Qué le estaba pasando? Su instinto había actuado por si solo ¿Que le pasa?
-Lamento si la incómodo, princesa
-No, no lo haces, me gusta - Jenna sonrió cálidamente al igual que la princesa
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La Omega Que Rechazo A Su Predestinada (Jenma O Jemma)
Romance-¡No soy tu Omega!, deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastidio para mí, además ¡tu! No serías digna para una omega como yo. En ese momento, Jenna había sentido como la opresión en su pecho se había hecho cada vez más grande, escuchar aqu...