-Mañana será el reclutamiento - comento el padre de Jenna mientras terminaba de servir un plato de estofado de cordero para su esposa
Jenna estaba cabizbaja mirando la comida frente a ella, no había probado ni un solo bocado, su madre estaba muy preocupada por su hija, miraba que desde que había regresado del palacio, estaba tan desanimada, podía sentir el aura de tristeza a su alrededor y eso le preocupaba.
¿Que era lo que le tenía de ese modo?
-¿Estás bien Jenna? - preguntó su madre, la alfa levantó la mirada y sonrió levemente hacia su madre para después asentir - Come pequeña, necesitas energías
Volvió a dar un asentimiento y comenzó a comer, pero ciertamente la comida sabía tan insípida en esos momentos para ella, que ni siquiera sentia ser capac de tragarla, no tenía nada de apetito.
-Esta pronosticado que vayan más de cien alfas y betas al registro, ¡Es muy emocionante! - comento de nuevo su padre
-Por supuesto que lo es, después de todo, serán entrenados para que puedan proteger el palacio y unirse a la guardia, serán los próximos heroes
Jenna prestaba atención a lo que decían sus padres, dejo de masticar para después tragar y quedarse pensando mientras seguía escuchando.
-¡Cierto! He escuchado que a los más jóvenes les darán un entrenamiento más arduo para que puedan mejorar serán los mejores soldados
Con que mejores
Jenna se quedó aún con aquellas palabras, si eso era posible ¿Sería bueno tomar el riesgo? Meterse a esos entrenamientos era riesgoso, seguramente estaría entre los alfas más jóvenes, eso significa entrar a esos entrenamientos más rudos y arriengados ¿Sería capaz de resistirlos?
Había escuchado que muchos alfas y betas jóvenes dejaban esos entrenamientos a mediados de año que los recibían, se suponía que eran casi cinco años de entrenamiento o dependiendo de su edad, y habilidades lo iban separando, los más fuertes seguían entrenando mientras que los que eran un poco más débiles eran regresados algunos a sus casa y otros simplemente a las tropas para completar un lapso de entrenamiento pequeño e irse.
Pero ¿Sería capaz de aguantar tanto? Era una alfa que no se rendía tan fácilmente y tal vez sería algo riesgoso tomar algo como eso, pero podía tomar ese riesgo.
Aprietos los palillos en sus manos y después retiró el plato aún con alimento de enfrente suyo, sus padres la miraron, estaban extrañados de las actitudes de su hija.
-¿Pasa algo cachorra? - preguntó su madre
-Entraré
-¿A dónde? - preguntó su padre frunciendo el ceño levemente
-A las tropas, quiero unirme a ese entrenamiento
Su madre soltó los palillos, ambos de sus padres se veían igual de sorprendidos al escuchar aquellas palabras salir de los labios de su hija.
-Jenna ¡No puedes hacer eso! Son muchos años, eres demasiado joven aún
-Lo he decidido madre - miro a su progenitora - estoy decidida a entrar
Sabían que mientras un alfa tomara una decisión, la haría realidad, no importaba cuando lograste persuadirlo a tomar una decisión contra, no aceptaría.
Estaba decidida, Jenna iba a entrar a aquel entrenamiento, después de todo sabía de los riesgos, inclusive morir era uno de aquellos riesgos, pero no le interesaba después de todo ha perdido a alguien importante ¿Que más daba si se unía a aquella armada? Después de todo no era nada para su Omega.
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La Omega Que Rechazo A Su Predestinada (Jenma O Jemma)
Romance-¡No soy tu Omega!, deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastidio para mí, además ¡tu! No serías digna para una omega como yo. En ese momento, Jenna había sentido como la opresión en su pecho se había hecho cada vez más grande, escuchar aqu...