-¡No soy tu Omega!, deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastidio para mí, además ¡tu! No serías digna para una omega como yo.
En ese momento, Jenna había sentido como la opresión en su pecho se había hecho cada vez más grande, escuchar aqu...
Emma seguía corriendo, lo que menos quería era ver a esa alfa patética de Jenna Ortega.
Jenna había estado persiguiendola para entregarle aquel poema que le había escrito con tanto esfuerzo, pero parecía que la princesa Emma tenía demasiada prisa para prestarle atención a sus palabras.
-¡¿No tienes algo mejor que hacer?! - Emma estaba cansada, se detuvo de golpe, la alfa se detuvo de igual manera
Ambas tenían la respiración agitada, Jenna extendió la hoja de papel con aquel texto escrito y se lo mostró a la Omega, Emma en cambio cuando miro aquella hoja solo frunció el ceño.
Estaba totalmente cansada, Jenna estaba persiguiendola en el palacio solo para entregarle una hoja con un contenido el cual no iba a leer para nada, apretó sus manos hasta formar, puños, al igual que sus dientes.
-Por favor, princesa Emma léalo... Lo escribí especialmente para ti, Omega
Jenna tenía la leve esperanza de que por fin su corazón ya no fueran tan dañado por aquella omega, esperaba que por fin aceptará sus regalos y que la dejara cortejar de la manera correcta, ser aceptada es lo único que buscaba, ver qué los ojos de la Omega brillarán en alegría al estar con ella, saber que Emma respondería a sus "Te amo" ¡Eso es lo que más anhelaba!
La Omega le arrebato aquella hoja ante la mirada de la alfa la comenzó a romper.
-¡No soy tu Omega! Ya deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastidio para mí - Jenna miraba como los pedazos caían al suelo, todo su esfuerzo, como simple basura - además ¡Tú! No serías nada digna de una Omega como yo
Algo dentro de Jenna se rompió ¿En verdad podías escuchar cuando el corazón de una enamorada es por fin hecho añicos por quién tanto suspira?
En ese momento, Jenna había sentido una opresión que iba aumentando en su pecho, escuchar aquellas palabras salir de los labios de su predestinada, habían dolido demasiado, apretó los dientes para evitar que las lágrimas comenzarán a salir por sus ojos.
Emma después de mirar con enojó a aquella alfa, se retiró de inmediato importando le poco lo que estuviera pasando dentro de Jenna.
En cuanto Emma se había ido de la vista de la alfa, Jenna pudo soltar el sollozo que reprimía, cayó de rodillas frente a los pedazos de hoja destruida, su corazón por fin había sido totalmente destruido por aquella omega, por su predestinada.
¿Como era posible que algo como eso sucediera? Siempre en las historias escuchaba como aceptaban los cortejos ¿Por qué la realidad tenía que doler tanto?
Con sumo cuidado levantó cada uno de los pedacitos de papel y se incorporo tal vez ya no sonreía como antes para su omega solo era un completo estorbo ¿Que podía hacer?
Tal vez morir sería una solución más viable, después de todo, si para su predestinada solo era un estorbo, entonces de igual forma lo sería para los demás.
A pasos lentos dejo el palacio, quería regresar a casa, no quería saber nada más, sus sentimientos habían sido despreciados por la persona que el destino había enlazado a ella, y eso era tristeza.
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