Capitulo 7

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Todos en la mesa se encontraban en silencio de la sorpresa, ninguno se atrevió a decir una sola palabra sobre lo que acababa de pasar, pero Stolas yacía en estado de pánico, tenía miedo de ver la mirada úrica de su padre por haber derramado un costoso vino sobre la comida, quiso darle un merecido golpe a Andrealphus, gritarle a todos en el comedor lo que le hacía, que el tenia la culpa, pero nuevamente, el miedo lo hizo callar, miedo a las consecuencias que tendría por revelarse, a que nadie se pusiera de su lado o le creyera.

—Hijo— rápidamente levantó la mirada al oír la voz de Paimon, sus ojos se cruzaron, no se veía enojado, no tenía ninguna expresión en su rostro —Ven conmigo, voy a ver si no te has lastimado— dijo con una calma que le transmitía terror, claro que no estaba preocupado por el, solo no quería hacer un escándalo en público.

En silencio salió del comedor junto a Paimon, quien cuando ya se encontraba fuera de la vista de todos, lo agarró del cabello todo el camino hasta su oficina, que se encontraba un piso arriba, su hijo se quejaba por el dolor, sin tratar de frenarlo, pues si trataba de oponer resistencia le iba a dar un castigo mas severo del que ahora tenía en mente.

—¡Eres un maldito estúpido!— le grito mientras lo arrojaba dentro de la habitación, su cuerpo se estrelló contra el escritorio de madera de su padre, botando algunas cosas por el impacto —¡¿Sabes cuanto me costo esa botella?! —

—¡Lo siento!— quiso cubrirse de los golpes que lanzaba a puños, pero estos llegaron con rapidez a su rostro y torso, volvió a tomarlo del cabello para que lo viera directamente.

—¡Tus putas disculpas no me sirven de nada! ¡¿Quieres dejarme en ridículo?!—

—¡N-No, claro que n...— antes de que pudiera terminar, recibió una cachetada en la mejilla derecha, devolviendolo al piso.

—Ahora te quedas encerrado sin comer, y agradece que no te hago limpiar toda la porqueria que causaste abajo— lo dejo ahi solo, llorando, mas que por el dolor que sentía, por la humillación que acababa de vivir, quedo acostado hecho bolita en el frío piso de la oficina. Solo quería desaparecer y reaparecer en algún lugar donde nadie lo lastimara mas, poder ser libre, ser el mismo, sin esconderse detrás del miedo que fue acumulando a lo largo de los años, esa era una hermosa fantasia que nunca se iba a cumplir.

—Joven— oyó la voz de su mayordomo en la habitación, él traía un botiquín en la mano mientras se acercaba a Stolas, no pudo decirle nada mas que dejarse curar los golpes que Paimon le habia propinado, el anciano lo trató con tanta delicadeza, como si fuera lo mas preciado para él, pero sentía como una basura, que no merecía tener compasión.

—Soy un idiota Alfred—

—Jamás vuelva a decir eso joven Stolas— levantó su rostro para revisar los golpes, tenía un ojo golpeado que seguro mañana estaría morado, el pómulo igual y la mejilla aun se encontraba roja, limpio las lagrimas que derramaba por la tristeza, por su parte se encontraba impotente por no poder hacer nada para protegerlo de su propio padre, de todos los que se creían dueños de esa casa, pero lo unico que podia hacer ahora era consolarlo —Usted es quien está libre de culpas aquí, ellos deberían sentirse como una basura por todo lo que le hacen— el solo atinó a abrazarlo, intensificando su llanto, simplemente necesitaba desahogar sus emociones reprimidas.

—G-Gracias Alfred—

El mayordomo lo ayudó a levantarse, sin importarle que a esa edad no debía hacer esfuerzos, acompaño a Stolas a su habitación donde podría ver que otras lesiones le habia causado su padre, una vez ahi, lo sentó con cuidado en la cama mientras el joven se desabrochaba la camisa revelando unas marcas rojas en sus hombros y abdomen, estas también estarian moradas a la mañana siguiente, rapidamente el anciano se dirigió a la cocina para tomar algunas bolsas de hielo, esto le ayudaría a bajar la inflamación en sus futuros moretones. Stolas solo se dejo curar en silencio, no se quejo ni cuando el frio se poso en su piel, espero a que terminara para colocarse una pijama y quedarse arropado en su cama.

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