Capítulo 17 - La mujer

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Alicia había conseguido relajarse tras la marcha de Santiago. No estaba preocupada por el estado de su nariz o por la poca movilidad de su brazo, todo lo contrario, el dolor físico era lo de menos. Su única preocupación continuaba siendo su hija y la tormenta que se cernía sobre sus cabezas... Pero ya no sentía temor, sino valentía. Una valentía que era alentada por Santiago.

Cerró los ojos, debía recuperarse para seguir adelante. Sin embargo, una presencia en la habitación le obligó a abrirlos de nuevo.

No estaba sola.

Junto a la puerta y con una mirada que la atravesaba, se encontraba Julia.

No tenía que abrir la boca para saber el motivo de su inesperada visita. La inexistencia de su amiga durante el problema con Felipe, confirmaba algo que era imposible de negar.

–Lo sabes.

Atrasarlo era ir en contra de los intereses de Gaby. El daño estaba hecho y aunque no se arrepentía de lo sucedido hace quince años ni de lo vivido en las últimas semanas, si se arrepentía de haber tardado tanto tiempo en dejar volar con libertad lo que sentía.

–Yo... –suspiró. Uno de sus tantos temores había sido ese; enfrentarse a su mejor amiga. –Entiendo tu enojo y sé que es difícil de comprender.

–¿Difícil de comprender? –resopló Julia–. Es imposible que mi mejor amiga me traicionase en un momento ta duro, que se olvidase de mis sentimientos y que se aprovechase de mi esposo cuando mi matrimonio se derrumbaba.

Negó con la cabeza. Sus intenciones habían sido las opuestas. Lo último que había pensado es que su vida se voltease de esa manera y que Santiago y ella recuperasen aquello que jamás habían perdido.

–Eso no es cierto.

Sentía la necesidad de justificar sus actos, aunque ¿por qué debería de hacerlo? ¿Julia no había ocultado información? ¿Acaso no eran iguales?

No.

Porque a diferencia de Julia, ella había aceptado sus errores. La que fue su amiga continuaba queriendo tapar el problema.

–Entonces, dime; ¿tienes una relación con mi esposo?

La Alicia de unas semanas atrás hubiera negado todo. Hubiera antepuesto la felicidad de Julia a la suya, prefiriendo no vivir la vida que merecía e impidiendo que Gaby se encontrase con su papá, pero tras eventos pasados y el suceso con Felipe, se propuso en darle prioridad a su pequeña familia y a su propio bienestar.

–Sí.

Un nuevo peso se le quitaba de encima, aunque este parecía caer pesadamente sobre Julia, la cual se cubrió los ojos con la mano.

El silencio que le siguió fue incómodo, pero no tanto como esperaba.

Sentía libertad.

Tras lo que pareció una eternidad, Julia habló de nuevo.

–Santiago te utiliza para hacerme daño.

Suspiró, se esperaba algo así por parte de su amiga. Lo que compartió y compartía con Santiago le decían que aquello no era cierto.

–Julia...

–No, Santiago no es ese hombre bueno y delicado que muestra a la sociedad.

No podía estar menos de acuerdo. Ella vivió la maldad en sus propias carnes con un hombre malvado, y Santiago era completamente lo opuesto.

–No quiero seguir mintiendo –comenzó tratando de ignorar los comentarios de su amiga– y aunque desearía que todo hubiera sucedido de otra forma, seré sincera; estoy completamente enamorada de Santiago y sé que mis sentimientos son correspondidos.

Efecto Mariposa (Mentiras Perfectas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora