𝗦𝗼𝗹𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗧𝘂́ 🤖*𝗸.𝗺

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Incluso si estaba oscuro el pasillo, gracias a la poca luz que se colaba en la ventana, Jimin vio un extraño brillo en esos ojos marrones del alfa. Su corazón latió fuerte porque la posición en la que se encontraban era de mucho que pensar, ese pequeño roce de labios que llegó a un beso hizo a Jimin apartarse.

—¡L-lo siento! Yo...

Jimin se disculpó a tartamudeo. Con las mejillas rojas y el tragarme tierra en su mente.

El alfa por otra parte estaba en trance.

—Es suave. —le dice a lo que Jimin se desconcertó.

—¿Eh?

Siente el apretón en sus glúteos y entiendo lo que quiso decir. ¡Oh por la luna!

—¡Usted es un pervertido! —se quita de encima con el rostro tan rojo que parecía una fresa. Jeon se quedó en el suelo con las manos al tamaño de las nalgas del omega— como puede tocarle el trasero a alguien y decir eso... Es un... ¡Aaag!

Jimin se va enfado a su habitación, se lanza a la cama tocando su corazón ante lo que fue aquello. Joder había besado a ese robot humano, ¿como?, bueno fue un accidente, esas cosas pasan. Mierda, lo beso. Mordió la almohada pataleando como adolescente berrinchuda.

Jungkook se puso de pie algo desorientado, tocó sus labios y el aroma a rosas dulces del omega le hizo sentir más que bien. Tal vez porque hace mucho tiempo que no tenía a nadie cerca era que su lobo estaba un poco fuera de lugar, no podría volver a caer en eso que se llama amor, o gustar de alguien. Está mejor solo, siempre es mejor así.

—De verdad eran suaves. —repitió.

Para luego irse a la habitación también. Con una lluvia cercana aproximándose.

ﮩ٨ـﮩﮩ٨ـ ♡ ﮩ٨ـﮩﮩ٨ـ

Cuando Taehyung se fue con Hoseok horas antes.

Taehyung miraba una serie en tu laptop, era una de esas de amor que tanto le gustaban. Suspiró por séptima vez en la noche, no tenía muchos ánimos de nada desde que Hoseok le aplicó la ley de hielo y le gritó cosas horribles.

Estaba muy enojado con él por lo de la policía, y es que por más que intento explicarle al alfa sobre la situación, porque actuó en defensa propia, no lo quiso escuchar. Simplemente le grito que era un cachorro rebelde que no logrará nada si sigue portándose como tal infantil. Lo deprimía que no le crea, le deprime que jamás podrá verlo como su omega y rayos le jodía mucho. Sus palabras queman su corazón y las esperanzas que tiene de él.

Tal vez Jimin tenía razón sobre darle celos y así saber si realmente le importa o no. Porque ya estaba harto de ser quien siempre vaya detrás del alfa y el no de ningún paso por él. Con ese pensamiento apagó la laptop y fue a su armario para cambiarse de atuendo. Se puso una camisa blanca con una chaqueta de mezclilla encima, su pantalón negro rasgado de la rodilla y unos botines negros. Quedó satisfecho con lo que usaba, siempre tan él.

Ve la hora, Hoseok volvería hasta las once, tenía tiempo de ir y volver. Toma su saxofón y llaves. Sale del apartamento, para un taxi en camino al bar donde siempre toca para su pequeño público. Cuando llega baja, deja salir un suspiro, esperaba al menos relajarse un poco, porque el corazón le dolía demasiado.

Al entrar al bar ve que hay más gente de lo usual. Todo estaba decorado como para un cumpleaños.

—Tae, qué gusto verte hoy. —le saluda el dueño del bar quien es su amigo.

—Hola, hyung. También me da gusto verte.

—Que bueno que llegas, hay mucha gente el día de hoy, parece que la vida me sonríe porque justo hoy nos falta un cantante.