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Enzo

Hoy era el gran día, la final del mundo, el final de un recorrido que me enseñó mucho.

Pasaron 36 años, varias frustraciones, finales perdidas, y equipos que prometían pero que no terminaban de dar el saldo en los momentos decisivos. La ansiedad era cada vez más grande, el deseo y la obsesión, también.

Estábamos por entrar a la cancha, todos con los nervios en todo el cuerpo y la presión se sentía con la misma intensidad, pero supongo que como siempre, una vez que entro se me olvida todo y mis pies empiezan a moverse solos por toda la cancha.

A minutos de entrar me apresuré a darle un beso en la frente a isa y volver a formarme con mis compañeros.

- Te diría suerte, pero como sos vos no la necesitas- me dijo isa en el oído, luego me dio un beso en el cachete y se fue

Entramos a la cancha y si, como dije antes, pisar ese césped te hacía olvidar cualquier presión.

Di María fue una pieza clave, como en todo el Mundial. Fideo no había jugado la semifinal ante Croacia, y a los 20 minutos con una gran jugada individual generó el penal que le dio a la Argentina la ventaja inicial: eludió a Dembelé por la banda izquierda, entró al área y el mismo Dembelé lo tocó levemente desde atrás. El rosarino cayó, tal vez exagerando el impacto, y el árbitro polaco Szymon Marcianiak cobró la falta. Messi definió bárbaro a la izquierda de Lloris para el 1 a 0.

Argentina siguió siendo superior. Y a los 36 en un modelo ejemplar de contraataque la Albiceleste estiró la diferencia. Di María esta vez le dio el cierre a la jugada marcando el gol, pero en la previa Messi, Julián y Mac Allister, tocando de primera, hicieron por la derecha una combinación perfecta para que Fideo ponga el 2 a 0 entrando desde la izquierda.

Tanta fue la superioridad de Argentina que el DT Deschamps movió el banco a los 41 minutos del primer tiempo, con dos cambios: salieron Dembelé y Giroud y entraron Kolo Muani y Thuram.

Podría decirse que hasta los 78 minutos de juego nadie dudaba de que la Argentina se encaminaba hacia el título, de manera justa y merecida. Francia buscaba pero sin claridad y casi no generaba peligro en el arco del Dibu.

Pero el campeón del mundo vigente no se iba a resignar a perder el título con facilidad. Y a los 78 minutos, un pelotazo para Thuram que no encontró bien parado a Otamendi terminó con penal del defensor argentino. Mbappé puso el 2 a 1 parcial a 10 del final, y el sufrimiento comenzó para los sudamericanos.

Apenas un par de minutos después, se le vino la noche a la Argentina. Todavía sacudida por el golpe, Mbappé aprovechó una muy buena combinación de toques al borde del área y sacó un remate imparable para el arquero argentino, marcando el 2 a 2 final del tiempo reglamentario. Con poco, Francia llegaba a un empate impensado minutos antes.

Llegó el tiempo suplementario. Había más, mucho más. A los 107 de juego, Messi con suspenso puso el 3 a 2 que parecía definitivo. Tras un pelotazo de Montiel, Lautaro la bajó bárbaro para Messi, la Pulga la cedió para el jugador de Inter que sacó un gran remate; Lloris tapó como pudo y Messi marcó el gol. La pelota entró en su totalidad, previó chequeo del VAR (que también revisó si no había en la jugada previa posición adelantada) y la locura se desató en el estadio Lusail.

Sin embargo, a los 115, tras un tiro de esquina, Mbappé capturó un rechazo, remató al arco y el balón dio en el codo de Montiel: penal. Mbappé, otra vez, no falló: 3 a 3 y a los penales.

Esto de por si se estaba sufriendo, e imagínense ahora con los penales, gane quien gane esto ya era historia.

Los penales estaban por empezar y yo solo no quería ver.

Te Esperaré  (Enzo Fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora